Beneficios y Propiedades de la Semilla de Linaza

Los grandes beneficios de la semilla de Linaza radican en su gran aporte de ácidos grasos esenciales, fibra y proteína. Este conjunto de beneficios las hace muy recomendadas para incluir en la alimentación personas veganas y vegetarianas. De hecho, la semilla de Linaza le aporta al cuerpo más ácidos grasos que la soya, que es el ingrediente más típico de los alimentos veganos.

Incluir las semillas de Linaza en la alimentación es muy fácil, al ser semillas tan pequeñas casi que no lo notarás en el plato, además tienen un sabor a nuez muy suave. Aunque, se recomienda consumir molidas para aprovechar mejor todos sus espectaculares beneficios. ¿Por qué? porque la linaza molida es más fácil de digerir; además, que la semilla entera puede pasar por el intestino sin realmente digerirse.

La linaza la puedes incluir en tu alimentación diaria en ensaladas, espolvoreadas sobre sopas, pastas, arroces, purés, batidos y un sinnúmero de preparaciones; solo se necesita tener mucha creatividad para emplearla en la cocina en cualquier receta. En el mercado encontrarás también productos a base de la linaza como aceite y harina. Las semillas de Linaza vienen de la planta del Lino.

 

Beneficios de la Semilla de Linaza

Rico en Fibra

Las semillas de linaza son ricas en fibra y eso indispensable para el correcto funcionamiento del sistema digestivo; de hecho, consumir linaza es un remedio casero muy común para aliviar los síntomas del estreñimiento o en general para mejorar la salud digestiva. Y es cierto, resulta que la linaza contiene mucílagos que es un tipo de fibra que al disolverse en agua se forma una especie de gel que tiene muchos beneficios sobre el tracto intestinal.

Pero los beneficios de la linaza no se quedan solo en prevenir o mejorar los síntomas del estreñimiento crónico, también ayuda a regenerar la microbiota intestinal dañada. Es decir, que ayuda a regenerar esas “bacterias buenas” lo que se conoce como probióticos presentes en nuestro estómago; necesarios para acelerar el tránsito intestinal y para aumentar la frecuencia de las deposiciones.

Adicionalmente, a la fibra también se le atribuyen otras propiedades como tener un efecto saciante en nuestro cuerpo, y también ayuda a reducir los niveles del colesterol malo; pues la fibra absorbe ese colesterol antes de que llegue al torrente sanguíneo reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Bueno para el Corazón

El sistema cardiovascular es quizá el sistema del cuerpo que más se beneficia con el consumo regular de semillas de linaza. Resulta que el omega 3 tiene un afecto antiinflamatorio en los vasos sanguíneos; a la vez evita que en ellos se acumule triglicéridos y colesterol evitando enfermedades cardiovasculares como infartos, accidentes cerebrovasculares, arterioesclerosis, entre otros.

De hecho, se ha demostrado que consumir al menos 50 gramos de linaza molida al día logra bajar el colesterol malo entre un 9% y 18%. En personas jóvenes este beneficio de la semilla de linaza es aún más notorio.

Efecto Antiinflamatorio

La proteína c—reactiva es un indicador del cuerpo de inflamación, estudios demostraron que el consumo regular de linaza puede llegar a reducir hasta en un 15% este indicador de inflamación; siendo así, muy útil en casos de artritis, lupus y psoriasis.

Valor Nutricional y Propiedades

Las semillas de linaza tienen un gran aporte de ácidos grasos, especialmente de los poliinsaturados, también tiene un aporte importante de minerales y fibra, y más bien pocas vitaminas. Se calcula que cada 100 gramos de semillas de linaza le aportan al cuerpo 29 gramos de carbohidratos de los cuales 27 gramos son de fibra; también aporta 534 calorías por lo que su consumo debe ser controlado.

Asimismo, aportan gran variedad de minerales, como 813mg de potasio, 392mg de magnesio, 255mg de calcio, 5,7mg de hierro y 30mg de sodio. En cuanto a las vitaminas aportan 0.6mg de vitamina C y 0.5mg de vitamina B6.

Adicional, 100 gramos de semilla de linaza aportan 0mg de colesterol, 18 gramos de proteína, 42 gramos de grasas de los cuales 29 gramos son ácidos grasos poliinsaturados, 8 gramos de ácidos grasos monoinsaturados que son los dos tipos de “grasas buenas” y tan solo 3.7 gramos de ácidos grasos saturados.