¿Qué es Tamización Nutricional?

Tamización Nutricional

En la actualidad no hay consenso sobre la definición de Tamización Nutricional, aunque es claro su objetivo principal: la iden­tificación del riesgo nutricional.

La ASPEN define la tami­zación nutricional como “un proceso para identificar un individuo que está con malnutrición o en riesgo de estarlo para determinar si una valoración nutricional más deta­llada está indicada” (17).

Para la FELANPE “es el proceso para identificar las características que están asociadas con problemas alimentarios o nutricionales en la población general.

Su propósito es diferenciar los individuos que se encuentran en alto riesgo de problemas nutricionales o que presentan un estado nutricional deficiente, de los que se encuentran en buen estado nutricional” (18). Mientras que, para la ESPEN es “un proceso rápido y simple rea­lizado por el personal de salud al ingreso al hospital o en la comunidad.

El propósito de la tamización nutricional es predecir la probabilidad de un mejor o peor resultado debido a factores nutricionales, y de qué manera el trata­miento nutricional puede influir en éste” (19).

Modelo de cuidado nutricional

Modelo de cuidado nutricional

Figura 1. El modelo de cuidado nutricional debe estar integrado a una política institucional. Cuenta con cinco pasos desde el ingreso hasta el alta hospitalaria. La tamización es el primer paso y se debe hacer en las primeras 48 horas por personal del hospital. La educación del paciente y la familia debe iniciarse durante la hospitalización y prolongarse hasta el alta. Es fundamental para el éxito de las intervenciones nutricionales. La educación continuada debe ser un pilar en el mantenimiento de la calidad y el éxito del modelo.

¿Cuál es la diferencia entre la valoración nutricional y la tamización nutricional?

La valoración nutricional es un proceso más largo y objetivo, llevada a cabo por profesionales entrenados y es la base para la intervención.

La ASPEN es “una aproximación comprensiva al diagnóstico nutricional que utiliza una combinación de antecedentes médicos, nutricionales y de medicación, el examen clínico, medi­das antropométricas y exámenes de laboratorio”.

Para la ESPEN es “un examen detallado de variables metabóli­cas, nutricionales y funcionales realizado por un experto médico, nutricionista o enfermera” (17,19).

¿Para qué hacer tamización y valoración nutricional?

Una vez establecido el riesgo y hecho el diagnóstico nutricional, se procede a la intervención nutricional. Esta se enmarca en lo que conocemos como terapia o soporte nutricional, la cual se refiere a la modificación de la composición de la dieta, la utilización de suplementos orales, la nutrición entérica o la nutrición parenteral.

Por lo tanto, la intervención es el resultado de un proceso completo que se inicia con la tamización nutricional.

Los resultados de la intervención nutricional pueden valo­rarse de las siguientes maneras: mejoría o, al menos, pre­vención del deterioro mental y de las funciones físicas; reducción en el número o seriedad de las complicaciones de la enfermedad o su tratamiento; rápida recuperación de la enfermedad y disminución de la convalecencia, y disminución en el consumo de recursos y estancia hos­pitalaria (19).

(Lea También: Tamización Nutricional del Paciente Hospitalizado)

Malnutrición

La tamización, la valoración nutricional y la consecuente intervención nutricional, tienen como objetivo común prevenir y tratar la desnutrición y disminuir su impacto en la enfermedad.

Para ello, se hace necesario definir la desnutrición.

¿Qué es malnutrición?

La malnutrición se entiende como toda alteración del estado nutricional e incluye la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad.

En cuanto a la desnutrición, el International Consensus Guideline Committee propuso una definición basada en la etiología, integrando los conocimientos actuales de la respuesta inflamatoria al trauma y a la enfermedad.

Se introdujeron los siguientes tipos de desnutrición: desnutrición asociada al ayuno, la cual corresponde a un ayuno crónico sin inflamación; desnutrición asociada a la enfermedad crónica, con inflamación crónica y con gravedad de leve a moderada, y desnutrición asociada a la enfermedad aguda o a la lesión, con inflamación aguda y grave (20).

Por otro lado, la obesidad se considera como un aumento del tejido adiposo y se clasifica según el índice de masa corporal (IMC).

El sobrepeso y la obesidad cursan con procesos inflamatorios crónicos, que pueden influir en el estado del paciente, agravando o evitando la recuperación. Teniendo en cuenta esta clasificación, las herramientas de tamización deben incluir parámetros relevantes y eficaces en el contexto de la enfermedad, y tener la capacidad de detectar el riesgo nutricional.

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