Fracciones Lipídicas de Colesterol y Triglicéridos

Pregunta clínica 6

En la población adulta colombiana con dislipidemia, ¿cuáles deben ser las metas de las fracciones lipídicas, según los niveles de riesgo detectados, para disminuir la incidencia de eventos cardiovasculares o cerebrovasculares?

Respuesta a la pregunta

Los estudios desarrollados hasta el momento no utilizaron un enfoque basado en cumplir o no unas determinadas metas de manejo. Sin embargo, los estudios sí demuestran que reducir el cLDL basal con estatinas al equivalente a 40 mg/dL se traduce en una reducción del riesgo relativo del 20% en los eventos cardiovascu­lares mayores. De igual forma, una reducción del cLDL basal de, aproximadamente. Entre 40 y 80 mg/dL se traduce en una reducción de eventos de entre el 40% y el 50%, respectivamente (26).

Esta reducción relativa del riesgo se mantiene independiente de los niveles de riesgo basal. Por lo que se obtendrán mayores beneficios absolutos en pacientes con riesgo alto.

El consenso del grupo desarrollador fue aceptar las recomendaciones dadas por las guías del Colegio Americano de Cardiología y de la Asociación Americana del Corazón (ACC/AHA 2013) (4). Las cuales señalan los grupos de pacientes candidatos a manejo farmacológico, y, específicamente, con estatinas (7).

(Lea También: Eventos Cardiovasculares o Cerebrovasculares)

Recomendaciones

  1. Se recomienda definir el manejo de pacientes con dislipidemia con base en el riesgo absoluto de presentar eventos cardiovasculares o cerebrovasculares a diez años. Para ello debe hacerse una evaluación clínica que determine la pre­sencia de condiciones de alto riesgo.
  • En dicha evaluación deberá determinarse si el paciente cumple alguna de las siguientes condiciones, que indican manejo farmacológico:
    – Historia previa de eventos coronarios agudos (incluyendo IAM y angina esta­ble o inestable, ACV, ataque isquémico transitorio (AIT), historia previa de re­vascularización coronaria o de otra clase, o enfermedad vascular aterosclerótica de los miembros inferiores).
    – Hipercolesterolemia con c-LDL mayor que 190 mg/dL.
    – DM.
    – Estimado de riesgo mayor que el 10%, según la escala de Framingham ajustada para Colombia.
  • En caso de no presentar ninguna de las condiciones anteriores, la evaluación clínica deberá determinar, adicionalmente, la presencia de entidades que podrían, en pacientes seleccionados, indicar manejo farmacológico:
    – Colesterol LDL mayor que 160 mg/dL.
    – Historia familiar de eventos cardiovasculares o cerebrovasculares ateroscleróticos tempranos en familiares de primer grado de consanguinidad (hombres menores de 55 años o mujeres menores de 65 años).
  1. En la población adulta con dislipidemia no se recomienda utilizar metas de niveles de coles­terol LDL para definir la intensidad del manejo farmacológico.

Puntos de buena práctica clínica

  • Se considera que en la consulta de primera vez el tiempo que debe tener el médico de atención primaria deberá ser de al menos 30 minutos. Esto, con el fin de garantizar una evaluación clínica adecuada y completa. Así como asegurar una suficiente explicación al paciente sobre el significa­do del riesgo coronario y la indicación del tratamiento escogido, con su correspondiente pronóstico.
  • No es aconsejable la medición rutinaria de niveles de proteína C reactiva (PCR), del índice tobillo-brazo o del índice de calcio. Dado que no se ha demostrado la relación de costo-utilidad de tales mediciones.

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