Dislipidemias Objetivos

2. Alcance y objetivos de la guía 

2.1. Alcance

Las áreas tratadas por la guía se describen en las secciones siguientes:

a. Población

Las recomendaciones van dirigidas a adultos mayores de 18 años en riesgo para el desarrollo de dislipidemia o con diagnóstico establecido de dislipidemia. (Lea también: Modelo de Framingham)

En esta guía no están contemplados los pacientes con las siguientes características:

  • Las recomendaciones no van dirigidas a pacientes menores de edad (menores de 18 años).

  • Pacientes con diagnóstico de dislipidemia durante la infancia o la adolescencia (dichas condiciones clínicas ameritan recomendaciones específicas que exceden el alcance del presente documento).

  • El manejo especifico de las patologías y de las condiciones clínicas que se asocian a dislipidemia. Como el hipotiroidismo, la diabetes, el sín­drome nefrótico, la enfermedad renal crónica en terapia de reemplazo renal, el alcoholismo y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

b. Ámbito asistencial

Dada la importancia de esta patología, se hace necesario el desarrollo de una guía de práctica clínica que en Colombia les permita a los clínicos asegurar el mane­jo adecuado de los pacientes.

El desarrollo de las guías de práctica clínica está diseñado no solo para el médico supraespecialista. Sino para el personal clínico asistencial que tenga a su cargo la prevención, la detección temprana, la atención integral y el seguimiento de las dislipidemias en el adulto, en los diferentes niveles de atención. Esto incluye a:

  • Los médicos de atención primaria (médicos generales e internistas generales), los especialistas (cardiólogos, endocrinólogos, expertos en dislipidemias o en riesgo cardiovascular). Y, en general, toda la población médica que tenga como una de sus responsabilidades el tamizado y el manejo inicial o la remisión del paciente con dislipidemia.

  • El personal del área de la salud que trabaja con riesgo cardiovascular o en clínicas de atención primaria, de hipertensión, de dislipidemias, de diabetes o de riesgo cardiovascular. Así como quienes trabajan en programas de promoción de la salud y de prevención.

  • Los especialistas en nutrición y nutrición clínica. Así como los grupos de apoyo a pacientes con dislipidemias, diabetes, hipertensión arterial o riesgo cardiovascular.

  • El personal de las aseguradoras y de los prestadores de servicios de salud, en sus programas de promoción y prevención, tamizado y control de prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

  • Los pacientes con dislipidemias o riesgo cardiovascular aumentado.

  • La población general, para prevenir e identificar tempranamente las dislipidemias. Y para identificar otros factores de riesgo de enfermedad coronaria y cerebrovascular.

Al ser una guía del Ministerio de Salud y Protección Social, las recomendaciones generadas solo serán aplicables en el contexto nacional.

La guía no cubrirá los siguientes aspectos clínicos:

  • El manejo específico de las patologías y las condiciones clínicas que se asocian a la dislipidemia, como el hipotiroidismo, la diabetes, el sín­drome nefrótico, la enfermedad renal crónica en terapia de reemplazo renal, el alcoholismo y el SIDA.

2.2. Objetivos generales

  • Brindar parámetros de práctica clínica basados en la mejor evidencia disponible para la atención en salud y el uso racional de recursos para la prevención, la detec­ción temprana, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de las dislipidemias en la población mayor de 18 años.

2.3. Objetivos específicos

  1. Generar cambios en la práctica clínica a través de recomendaciones sencillas y claramente aplicables sobre el manejo nutricional y la acti­vidad física. Como medidas de prevención secundaria de dislipidemia en la población general.

  2. Proponer la estrategia de tamización de mayor efectividad, conducente al diagnóstico inicial de los pacientes con dislipidemia.

  3. Disminuir la variabilidad injustificada en el enfoque diagnóstico de los pacientes con dislipidemias confirmadas en el adulto.

  4. Proponer al personal de la salud sistemas de evaluación y de recono­cimiento del riesgo cardiovascular. Que sirvan como fundamento para la evaluación integral y el enfoque terapéutico de los pacientes con dislipidemia.

  5. Estandarizar las estrategias de manejo farmacológico y no farmaco­lógico para los principales tipos de dislipidemia. Basadas en la mejor evidencia científica disponible, y formuladas de manera sencilla. Para que sean fácilmente aplicables en la práctica clínica.

  6. Recomendar medidas de seguimiento que minimicen el potencial de riesgo del manejo farmacológico de las dislipidemias.

  7. Preparar una versión de esta guía para pacientes, con base en la ver­sión final de la guía de práctica clínica para la prevención, la detección temprana, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de las disli­pidemias en el adulto.

 

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