Exámenes de Laboratorio Útiles para el Estudio del Paciente con una Enfermedad Articular

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

El diagnóstico de una enfermedad articular es primordialmente clínico.

En ese orden de ideas, los exámenes de laboratorio son de gran utilidad siempre y cuando se tenga en cuenta el contexto clínico del paciente. De esta manera se evitará caer en el frecuente error de solicitar más exámenes de los necesarios.

Pero si se afirma que el diagnóstico de estas enfermedades es eminentemente clínico, ¿cuál es la utilidad de las pruebas de laboratorio en el estudio de estos pacientes? La respuesta a esta pregunta es múltiple:

  • Diagnóstico precoz:

    Durante las etapas iniciales de estas enfermedades el diagnóstico puede ser difícil y por lo tanto ciertos exámenes paraclínicos pueden ser útiles para el diagnóstico temprano, lo que redunda en beneficios para el paciente;

  • Diagnóstico diferencial entre dos o más enfermedades:

    No siempre es fácil hacer la distinción entre las diferentes enfermedades que producen inflamación articular;

  • Definición de subgrupos de una misma enfermedad:

    Esto es particularmente evidente en el lupus eritematoso sistémico, enfermedad en la cual, por ejemplo, los anticuerpos anti-DNA determinan un subgrupo con mayor compromiso renal, los anticuerpos anticardiolipina se relacionan con fenómenos trombóticos y pérdida fetal recurrente y los anticuerpos anti-Ro con lupus neonatal y lupus cutáneo;

  • Seguimiento de una enfermedad

    (Criterios de actividad o remisión): la cuantificación de ciertas fracciones del complemento y de los anticuerpos anti-DNA constituyen parámetros de actividad del lupus eritematoso sistémico;

  • Pronóstico de una enfermedad:

    Aun cuando este es un terreno relativamente mal explorado, existen ciertos marcadores de laboratorio que permiten sugerir el pronóstico de una determinada enfermedad (por ejemplo, la presencia del factor reumatoideo o de ciertos haplotipos del sistema HLA en la artritis reumatoidea determinarían un peor pronóstico).

No es el objetivo de este capítulo el discutir los aspectos técnicos de las diferentes pruebas, pero sí el de mencionar las principales correlaciones clínicas de las más importantes (Tabla 7).

(Lea También: Medicina Familiar: Fascículo 6 El Adulto, Bibliografía Comentada)

Tabla 7. Exámenes de laboratorio y sus principales correlaciones clínicas.

Examen de laboratorio
Principales correlaciones
Factor reumatoideo Artritis reumatoidea, síndrome de Sjögren
Anticuerpos antinucleares Lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren, enfermedad mixta del tejido conectivo, síndrome de CREST
Anticuerpos anti-DNA Lupus eritematoso sistémico
Anticuerpos anti-La Lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren
Anticuerpos anti-Ro Lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren
Anticuerpos anti-RNP Lupus eritematoso sistémico, enfermedad mixta del tejido conectivo
Anticuerpos anti-Sm Lupus eritematoso sistémico
Anticuerpos anti-histonas Lupus inducido por drogas
Anticuerpos anti-Scl-70 Esclerodermia
Anticuerpos anticardiolipina Síndrome antifosfolípidos primario y secundario
Anticuerpos anti-Jo 1 Polimiositis/Dermatomiositis
HLA B-27 Espondilitis anquilosante, síndrome de Reiter, psoriasis con espondilitis, enfermedad inflamatoria intestinal con espondilitis
Anticuerpos anti-Scl-70 = anticuerpos antitopoisomerasa
Anticuerpos anti-Jo 1 = anticuerpos antisintetasa 
Un componente fundamental del laboratorio en reumatología es el estudio del líquido sinovial que se pueda obtener por medio de una artrocentesis, principalmente de la rodilla.

Es de gran utilidad en el estudio de las monoartritis principalmente, aun cuando se acude a él en ocasiones como parte de la evaluación de las oligoartritis o de las poliartritis.

En las patologías “no inflamatorias” (osteoartritis, por ejemplo) el líquido es viscoso y claro; en las patologías “inflamatorias” pierde la viscosidad, se torna turbio y en las artritis de origen infeccioso puede ser de aspecto francamente purulento; será hemorrágico en casos de traumas o de discrasias sanguíneas (hemofilia, enfermedad de von Willebrand).

En lo referente al recuento celular, en las patologías de origen inflamatorio se observan generalmente más de 3000 leucocitos/mm3 .

El tipo celular predominante dependerá de la enfermedad de base: los polimorfonucleares predominan en la artritis reumatoidea, el síndrome de Reiter, las artritis sépticas y frecuentemente las artritis por microcristales; los linfocitos predominan en la artritis tuberculosa o por hongos, la sarcoidosis, una artritis de origen viral, ciertas artritis reactivas y las artritis relacionadas con enfermedades difusas del tejido conectivo.

La identificación de microcristales (urato monosódico en el caso de la gota, pirofosfato de calcio en el caso de la condrocalcinosis) es muchas veces el elemento clave del diagnóstico en casos de una monoartritis o una oligoartritis.

Exámenes radiológicos

La semiología radiológica en las enfermedades del sistema músculo esquelético es sumamente rica.

Las principales enfermedades articulares tienen signos radiológicos que, si no siempre son patognomónicos, sí son altamente sugestivos de alguna enfermedad.

La presencia de erosiones en las articulaciones metacarpofalángicas, radiocarpianas y metatarsofalángicas, además de la desmineralización periarticular y ciertas deformaciones típicas, son signos de artritis reumatoidea; los osteófitos, la esclerosis subcondral y la disminución irregular de los espacios articulares son clásicos en los casos de osteoartritis; los sindesmófitos en la columna vertebral así como la presencia de sacroiliítis bilateral se presentan en la espondilitis anquilosante; los ataques repetidos de gota en una articulación pueden producir lesiones erosivas intra o extraarticulares; la condrocalcinosis se caracteriza por la presencia de calcificaciones en el cartílago hialino o en los fibrocartílagos, de los meniscos por ejemplo; la neuroartropatía produce una verdadera destrucción de las articulaciones que para nafa se correlaciona con la falta de síntomas en la articulación afectada.

Como los anteriores, hay muchos otros signos útiles en el diagnóstico de una enfermedad articular.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *