Remedios caseros para la sordera

Remedios Caseros para la Sordera

Antibióticos naturales o plantas medicinales para la pérdida de la audición o hipoacusia

Vamos hablarte de una incapacidad o discapacidad auditiva y sobre una especialidad de la otorrinolaringología, como lo es la sordera: qué es, características, síntomas, tipos, causas, consecuencias, principales remedios caseros para la pérdida de audición, medidas preventivas o tratamientos y resumen para la hipoacusia.

¿Qué es la sordera?

La sordera es una condición en la que una persona experimenta una pérdida parcial o total de la capacidad auditiva. Puede ser congénita, es decir, presente desde el nacimiento, o adquirida a lo largo de la vida debido a diversas causas, como infecciones, lesiones, exposición prolongada a ruidos fuertes, efectos secundarios de ciertos medicamentos, o el envejecimiento natural del sistema auditivo.

La sordera puede afectar a diferentes grados, desde una leve dificultad para escuchar hasta una pérdida auditiva total. Puede manifestarse de manera unilateral (afectando un solo oído) o bilateral (afectando ambos oídos). Dependiendo del grado de pérdida auditiva y de su causa, la sordera puede tratarse con dispositivos como audífonos o implantes cocleares, terapia del habla, o en algunos casos, cirugía.

Tipos de sordera

Existen varios tipos de sordera, que pueden clasificarse según diversos criterios, como el momento en que se desarrollan, la causa subyacente, el grado de pérdida auditiva y la ubicación dentro del sistema auditivo. Entre los tipos de sordera más comunes están:

Sordera congénita: se refiere a la pérdida auditiva que está presente al nacer. Puede ser hereditaria o debido a factores prenatales, como infecciones maternas durante el embarazo o anomalías genéticas.

Sordera adquirida: ocurre después del nacimiento y puede ser el resultado de diversos factores, como infecciones, lesiones, exposición a ruidos fuertes, efectos secundarios de medicamentos, enfermedades como la meningitis, o el envejecimiento.

Sordera conductiva: se produce cuando hay un problema en el oído externo o medio que impide que el sonido se transmita correctamente al oído interno. Esto puede ser debido a bloqueos en el conducto auditivo externo, problemas en el tímpano o en los huesos del oído medio.

Sordera sensorioneural: es el tipo más común de sordera y se debe a daños en las células ciliadas del oído interno o en el nervio auditivo. Puede ser congénita o adquirida y a menudo es permanente. Este tipo de sordera afecta la capacidad de percibir tanto el volumen como la claridad del sonido.

Sordera mixta: es una combinación de sordera conductiva y sensorioneural. Puede resultar de problemas que afectan tanto al oído externo o medio como al oído interno.

Sordera unilateral: afecta solo a un oído, mientras que el otro oído tiene una audición normal. Esto puede deberse a diversas causas, como trauma en un solo oído, tumores en el nervio auditivo o problemas congénitos. (Lee también: Remedios caseros para el dolor de oído)

Síntomas de la sordera

Los síntomas de la sordera pueden variar según la causa, la gravedad y el tipo de pérdida auditiva. Estos son algunos síntomas comunes que pueden indicar la presencia de sordera:

Dificultad para entender el habla: las personas con sordera pueden tener problemas para entender lo que otros dicen, especialmente en entornos ruidosos o cuando varias personas hablan al mismo tiempo.

Dificultad para percibir sonidos suaves: pueden tener dificultades para escuchar sonidos suaves o para percibir sonidos de alta frecuencia, como el canto de los pájaros o el timbre de un teléfono.

Necesidad de aumentar el volumen: pueden necesitar aumentar el volumen de la televisión, la radio u otros dispositivos electrónicos para poder escucharlos claramente.

Sensación de oídos tapados: pueden experimentar la sensación de tener los oídos tapados o llenos.

Dificultad para hablar correctamente: en el caso de la sordera congénita o la adquirida en una etapa temprana de la vida, puede haber dificultades para desarrollar el habla y el lenguaje de manera adecuada.

Aislamiento social: las personas con sordera pueden evitar situaciones sociales o tener dificultades para participar en conversaciones grupales, lo que puede llevar al aislamiento social y a problemas emocionales como la depresión o la ansiedad.

Zumbido en los oídos: algunas personas con sordera pueden experimentar tinnitus, que es la percepción de sonidos como zumbidos, pitidos o silbidos en los oídos, incluso cuando no hay sonidos externos presentes.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar en función de la causa y la gravedad de la sordera. Si alguien experimenta alguno de estos síntomas de manera persistente, es recomendable que consulte a un profesional de la salud auditiva para una evaluación y un diagnóstico adecuados. (Lea También: Hábitos Saludables para Adultos Mayores)

Causas de la sordera

La sordera puede tener diversas causas, que pueden ser congénitas (presentes al nacer) o adquiridas a lo largo de la vida. Estas son algunas de las causas más comunes de la sordera:

Factores genéticos

Algunas formas de sordera son hereditarias y pueden transmitirse de padres a hijos a través de genes defectuosos.

Infecciones durante el embarazo

Infecciones como la rubéola (sarampión alemán), la toxoplasmosis, la sífilis y el citomegalovirus pueden causar sordera congénita si la madre las contrae durante el embarazo.

Complicaciones durante el parto

Factores como la falta de oxígeno durante el parto (asfixia perinatal) pueden causar daño al sistema auditivo del recién nacido, lo que resulta en sordera.

Infecciones en la infancia

Infecciones como la meningitis y la otitis media pueden dañar el oído interno y causar pérdida auditiva.

Exposición a ruidos fuertes

La exposición prolongada a ruidos fuertes o repentinos, como la música alta, el ruido de maquinaria industrial, los fuegos artificiales o los disparos de armas de fuego, puede dañar las células ciliadas del oído interno, causando sordera.

Lesiones en la cabeza o el oído

Lesiones traumáticas en la cabeza o el oído pueden dañar las estructuras del oído interno y causar pérdida auditiva

Uso prolongado de ciertos medicamentos

Algunos medicamentos, como ciertos antibióticos y medicamentos quimioterapéuticos, pueden causar daño al oído interno y provocar sordera como efecto secundario.

Enfermedades degenerativas

Algunas enfermedades degenerativas, como la enfermedad de Ménière y la presbiacusia (pérdida auditiva relacionada con la edad), pueden causar sordera progresiva con el tiempo.

Malformaciones congénitas

Algunas anomalías congénitas en la estructura del oído pueden provocar sordera, como la ausencia o malformación del conducto auditivo externo, el mal desarrollo de los huesos del oído medio, o la malformación del oído interno.

Es importante destacar que la sordera puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, y que la prevención y el tratamiento adecuados pueden ayudar a mitigar algunos de los riesgos asociados con esta condición.

Consecuencias de la sordera

La sordera puede tener una variedad de consecuencias que afectan diferentes aspectos de la vida de una persona. Estas consecuencias pueden variar según la gravedad de la pérdida auditiva, la edad en la que se desarrolla y otros factores individuales.

Dificultades en la comunicación: la pérdida auditiva puede dificultar la comunicación verbal, lo que puede afectar las interacciones sociales y las relaciones personales. Las personas con sordera pueden tener dificultades para entender el habla de los demás y para expresarse verbalmente.

Problemas en el aprendizaje: los niños con sordera pueden enfrentar dificultades en el aprendizaje del lenguaje y en el desarrollo de habilidades lingüísticas, lo que puede afectar su desempeño académico y su integración social en la escuela.

Aislamiento social: la sordera puede llevar al aislamiento social y a sentimientos de soledad, especialmente si la persona tiene dificultades para participar en actividades sociales y mantener relaciones significativas con los demás.

Problemas emocionales: la sordera puede estar asociada con problemas emocionales como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima, especialmente si la persona experimenta dificultades para adaptarse a su pérdida auditiva y para comunicarse con los demás.

Dificultades en el trabajo: la pérdida auditiva puede afectar el desempeño laboral y las oportunidades de empleo de una persona, especialmente si su trabajo requiere una comunicación efectiva con los demás.

Seguridad personal: la sordera puede afectar la capacidad de una persona para percibir señales auditivas importantes en su entorno, como alarmas de incendio, sirenas de emergencia o advertencias de peligro, lo que puede poner en riesgo su seguridad personal.

Impacto en la calidad de vida: en general, la sordera puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, afectando su bienestar físico, emocional y social, así como su independencia y autonomía.

Remedios caseros naturales para la sordera

Los principales antibióticos naturales o plantas medicinales para la sordera son:

Agua; consumir, zumos, sopas, caldos y el vital liquido de agua para prevenir enfermedades de los riñones y a alcalinizar el organismo.

Sésamo y ajo; para mejorar la capacidad del nervio auditivo verter 1 cucharada de aceite de sésamo y 1 diente de ajo picado en un sartén hasta que este marrón dejando enfriar y mojar un algodón aplicar en la entrada del oído. (Lea También: Remedios Caseros para el Alzheimer)

Yoga; practicar las principales posturas como vaca, cabra, camello y el león.

Ginkgo biloba; hervir en una taza de agua 1 cucharada de la primera, reposar, colar y tomar 1 por día.

Cebolla; en 1 lt de agua macerar por medio día 300 g de cebolla y tomar 3 vasos por día o introducir varias gotas en el oído.

Saúco; hervir en 1 lt de agua un puñado de flores secas de saúco, reposar, colar y turnar cada oído al vapor de la olla.

Aceite de oliva; para combatir bacterias e infecciones calentar a una temperatura aceptable un poco de aceite de oliva extra virgen y con un algodón aplicar sobre el oído 2 gotas.

Mejorana; preparar un zumo o jugo con las hojas y tallos de mejorana para aplicar varias gotas sobre los oídos.

Flores de Bach como; manzano silvestre, clemática, olivo y agua de roca para combatir trastornos físicos y emocionales.

Remedios naturales para mejorar la audición

Si bien algunos remedios naturales pueden ayudar a mantener la salud auditiva y prevenir daños adicionales, es importante tener en cuenta que la mayoría de los problemas auditivos requieren atención médica profesional y no pueden resolverse únicamente con remedios naturales. Sin embargo, aquí hay algunas prácticas que pueden promover la salud auditiva:

Alimentación saludable

Una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es fundamental para mantener la salud general, incluida la auditiva. Algunos alimentos que se cree que benefician la audición incluyen pescado rico en ácidos grasos omega-3, frutas y verduras frescas, nueces, semillas y granos enteros.

Control del ruido

Evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes y usar protección auditiva, como tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido, en entornos ruidosos puede ayudar a prevenir el daño auditivo inducido por el ruido.

Prácticas de relajación

El estrés y la ansiedad pueden contribuir a problemas de audición y tinnitus. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud auditiva.

Suplementos naturales

Algunos suplementos dietéticos pueden promover la salud auditiva, como el zinc, el magnesio, las vitaminas A, C, E y del complejo B, así como los antioxidantes como el ácido alfa-lipoico y la coenzima Q10. Sin embargo, es importante hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento para asegurarse de que sea seguro y adecuado para usted.

Mantener la salud cardiovascular

La salud cardiovascular está estrechamente relacionada con la salud auditiva, por lo que mantener un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, control del peso, mantener niveles saludables de presión arterial y colesterol, y evitar fumar puede beneficiar también la audición.

Descanso adecuado

El descanso adecuado y una buena calidad de sueño son importantes para la salud en general, incluida la salud auditiva. Tratar los trastornos del sueño y asegurarse de dormir lo suficiente puede ayudar a mantener una buena audición.

Remedios naturales para los oídos tapados

Los oídos tapados pueden ser causados por diversas razones, como la acumulación de cerumen, cambios en la presión del aire, infecciones del oído o bloqueos en el conducto auditivo. Aunque es importante consultar a un médico si experimentas oídos tapados de forma persistente o dolorosa, estos son algunos remedios naturales que podrían proporcionar alivio temporal:

Gotas de aceite mineral o aceite de oliva

Calentar unas gotas de aceite mineral o aceite de oliva y ponerlas en el oído tapado puede ayudar a ablandar el cerumen y facilitar su eliminación. Deja que el aceite actúe durante unos minutos y luego inclina la cabeza hacia el lado opuesto para permitir que el exceso de líquido y cerumen salga.

Irrigación con agua tibia

Utiliza una jeringa de bulbo llena de agua tibia (nunca caliente) para irrigar suavemente el oído tapado. Esto puede ayudar a eliminar el exceso de cerumen y otros materiales que podrían estar obstruyendo el conducto auditivo. Es importante no utilizar agua a presión o irrigadores de oídos sin supervisión médica.

Vapor

Inhalaciones de vapor pueden ayudar a aliviar la congestión y abrir los conductos nasales y oídos. Puedes inhalar vapor de agua caliente cubriendo la cabeza con una toalla sobre un recipiente con agua caliente, o bien, utilizando un humidificador en el ambiente.

Chicle o bostezos

Masticar chicle o bostezar puede ayudar a abrir la trompa de Eustaquio, que conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta, lo que puede aliviar la sensación de oído tapado.

Aplicación de calor

Aplicar una compresa tibia o una bolsa de agua caliente sobre el oído tapado puede ayudar a aliviar la presión y la sensación de tapón en el oído.

Movimientos de la mandíbula

Algunas veces, mover la mandíbula hacia los lados o abrir y cerrar la boca varias veces puede ayudar a destapar el oído al mover los músculos y articulaciones cercanas al conducto auditivo.

Es importante tener precaución al tratar los oídos tapados en casa y no introducir objetos extraños en el oído, como hisopos de algodón o bastoncillos. Estos objetos pueden empujar el cerumen más adentro o causar lesiones en el canal auditivo. Si los oídos tapados persisten o están acompañados de dolor, secreción u otros síntomas, es importante buscar atención médica para una evaluación adecuada y un tratamiento específico.

Hábitos que evitan perder la audición

Mantener una buena salud auditiva es crucial para prevenir la pérdida auditiva a lo largo del tiempo. Aquí hay algunos hábitos que pueden ayudar a preservar la audición:

Protegerse del ruido: evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes es una de las formas más efectivas de prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido. Utiliza protección auditiva, como tapones para los oídos o protectores auditivos. Por ejemplo, en entornos ruidosos como conciertos, eventos deportivos, obras de construcción o al trabajar con maquinaria ruidosa.

Controlar el volumen: limita el volumen de los dispositivos de audio, como reproductores de música, teléfonos móviles y televisores, para proteger tus oídos del daño causado por el ruido excesivo.

Tomar descansos auditivos: si estás expuesto a ruidos fuertes durante largos períodos, asegúrate de tomar descansos auditivos regulares para permitir que tus oídos se recuperen.

Mantener una dieta saludable: una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales puede ayudar a proteger la salud auditiva. Consume alimentos como pescado, frutas, verduras, nueces, semillas y granos enteros, que son ricos en nutrientes beneficiosos para los oídos.

Ejercicio regular: mantenerse físicamente activo puede mejorar la circulación sanguínea y la salud cardiovascular, lo que a su vez puede beneficiar la salud auditiva.

Evitar el tabaquismo: fumar puede dañar los vasos sanguíneos y reducir el flujo sanguíneo a los oídos, lo que aumenta el riesgo de pérdida auditiva.

Controlar condiciones de salud subyacentes: algunas condiciones de salud, como la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad, pueden aumentar el riesgo de pérdida auditiva. Mantener estas condiciones bajo control puede ayudar a proteger la salud auditiva.

Evitar la introducción de objetos extraños en los oídos: no uses hisopos de algodón u otros objetos para limpiar tus oídos, ya que esto puede empujar el cerumen más adentro o causar lesiones en el canal auditivo.

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