Calidad del Sueño, Estradiol y Estado de Ánimo

Increased estradiol and improved sleep, but not hot flashes, predict enhanced mood during the menopausal transition. J Clin Endocrinol Metab 2011 Apr 27. [Epub ahead of print]

JOFFE H, PETRILLO LF, KOUKOPOULOS A , ET AL.

Nivel de evidencia: I

Resumen. El efecto antidepresivo de los estrógenos en las mujeres durante la transición menopáusica, mediada por el sistema nervioso central, incidió aumentando el estradiol sobre el estado de animo, o a través de una vía, involucrando la supresión de los fogajes y asociado con trastornos del sueño. En este estudio doble ciego controlado, las mujeres con trastornos depresivos, fogajes y trastornos del sueño se asignaron de una manera aleatorizada a terapia estrogénica, TE, (17β estradiol transdérmico), zolpidem, o placebo por ocho semanas para distinguir los efectos de estradiol, sueño y fogajes sobre la depresión. Los cambios en estradiol plasmático, percepción de calidad de sueño, medida objetiva del sueño y fogajes fueron estudiados como predictores de mejoría de la depresión usando una regresión lineal multivariable.

Entre 72 mujeres posmenopáusicas con depresión, no hubo mejoría significante en los tres grupos. El aumento de los niveles de estradiol (p = 0,009) y la mejoría de la calidad del sueño (p < 0,001) ayudan al estado de ánimo, pero la reducción de los fogajes (p = 0,09) no lo hace. Adicionalmente, un análisis de subgrupos mostró que el aumento de los niveles de estradiol afectaba el estado de ánimo en la perimenopausia pero no en las mujeres posmenopáusicas.

Los investigadores concluyeron que la depresión relacionada con la menopausia se puede predecir por mejoría en el sueño y aumento de los niveles de estradiol (en mujeres perimenopáusicas). Estos resultados sugieren cambios en estradiol y calidad del sueño, pero los fogajes no median la depresión durante la transición menopáusica. Una conclusión adicional fue que las medicaciones para el insomnio pueden ser de valor en el tratamiento de la depresión asociada con la menopausia.

Comentario. Las conexiones entre los fogajes, insomnio/percepción de sueño pobre, y estado depresivo (todos vistos con gran prevalencia durante la transición menopáusica) y los efectos de las hormonas ováricas en esos síntomas permanece controvertido. En este estudio, cuando las mujeres con depresión leve o moderada también reportan insomnio y actividad de fogajes y fueron tratadas ya sea con TE o el hipnótico zolpiden, o placebo, todas reportaron mejoría de los síntomas sin diferencias detectables entre los grupos de tratamiento y el placebo. El hallazgo de no diferencias del placebo sugiere que cosas del estudio como automonitoría, interacciones interpersonales con el clínico y/o “expectativas de resultados positivos, alcanzaron ganancias terapéuticas genéricas que ni el tratamiento con TE ni los hipnóticos pasaron por alto.

El respaldo de que la TE tenga un efecto terapéutico en el estado depresivo es equívoco. Aunque el aumento de estradiol desde el principio hasta el final fue relacionado con la mejoría del estado de ánimo, esto ocurrió solo en mujeres en perimenopausia, una etapa donde las hormonas son de todas maneras fluctuantes, y no en mujeres posmenopáusicas. Las observaciones de Given de un efecto de TE sobre el estado de ánimo no superior, y no aumento global de niveles de estradiol en el grupo de mujeres en perimenopausia (aun con TE), el caso de que la TE reduce la depresión permanece sospechoso.

La hipótesis dominó postula que la reducción de la actividad de los fogajes podría mejorar el sueño y por lo tanto el estado anímico, pero esto no se comprueba en este estudio, en el que la reducción de la actividad de los fogajes no se correlaciona con mejorar la predicción de estado depresivo. Otros estudios refutan esta hipótesis también (p. ej. en mujeres posmenopáusicas sin desórdenes de estado de ánimo ni trastornos del sueño, no se vieron diferencias en el sueño reportado o registrado, a pesar de que la mujer tuviera actividad de fogajes o no).

La calidad del sueño estaba fuertemente relacionada con la reducción de la depresión a pesar del estatus menopáusico pero el sueño registrado no. En el balance, estudios previos han mostrado que durante la transición menopáusica el insomnio a menudo no se puede relacionar con déficit de sueño registrado, y esto es particularmente evidente en mujeres con altos puntajes en la percepción de estrés; el estatus menopáusico se relaciona con percepción pobre de sueño pero no con pobre sueño físico. Para muchas mujeres, el insomnio alrededor de la menopausia parece ser más una función de estrés psicológico que actividad de fogajes o fluctuaciones de estradiol. Queda mucho más por determinar.

Joan L. Shaver, PhD, RN, FAAN
Professor and Dean
University of Arizona College of Nursing
Tucson, AZ

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