Lípidos y Lipoproteínas Sanguíneos

1. Colesterol total

La medición de colesterol total informa el colesterol contenido en todas las fracciones lipoproteínicas. Existe estrecha relación entre dieta, colesterol y enfermedad cardíaca coronaria (ECC). Los niveles séricos altos de colesterol y más específicamente de colesterol LDL, se encuentran directamente relacionados con ECC, ictus y mortalidad.

Factores como las dietas ricas en grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y colesterol, la edad, predisposición genética, algunos fármacos (beta-bloqueadores, diuréticos tiacídicos), hormonas sexuales endógenas, hormonas exógenas (anticonceptivos orales, anabólicos, terapia de sustitución hormonal), peso corporal no saludable, pobre nivel de actividad física, la presencia de patologías como obesidad, trastornos de la conducta alimentaria, diabetes, daño renal o hepático y trastornos tiroideos favorecen la hipercolesterolemia.

2. Triglicéridos

Los niveles séricos inadecuados de triglicéridos son reconocidos ahora en el ATP-III como factor de riesgo, independiente para ECC. La hipertrigliceridemia se observa en forma más frecuente en el síndrome metabólico. Las cifras muy altas de triglicéridos (> 500 mg/dL) conllevan un riesgo de pancreatitis.

Entre los factores que favorecen el incremento de los niveles séricos de triglicéridos, se encuentran las dietas ricas en carbohidratos refinados o aquellas dietas donde se disminuye en forma excesiva las grasas y se compensa este déficit con carbohidratos no integrales. El consumo inadecuado de alcohol, la diabetes descompensada, la obesidad, el hipotiroidismo no tratado, la enfermedad renal y hepática crónica.

3. Lipoproteínas de densidad muy baja (VLDL)

Las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) son sintetizadas en el hígado y son las encargadas de trasportar el colesterol y los triglicéridos endógenos. Se considera que la partícula grande de VLDL no es aterogénica. A diferencia de las partículas más pequeñas, que normalmente son conocidas como remanentes VLDL o lipoproteínas de densidad intermedia (IDL), las cuales sí son aterogénicas, puesto que son captadas a nivel hepático y convertidas en colesterol LDL.

4. Lipoproteínas de baja densidad (LDL)

Las lipoproteínas de baja densidad (LDL) son las principales transportadoras de colesterol en la sangre y se encuentran relacionadas con la aterosclerosis, los eventos clínicos agudos entre los que se encuentran el infarto de miocardio y el ictus además de ECC.

Entre los factores que incrementan los niveles séricos de colesterol LDL, se encuentran: predisposición genética, niveles reducidos de estrógenos, dietas ricas en ácidos grasos saturados, trans y colesterol, el envejecimiento, el síndrome nefrótico, la diabetes, el hipotiroidismo, la obesidad, la enfermedad hepática obstructiva y algunos fármacos esteroides e hipotensores.

Está demostrado que un impacto positivo a nivel de los niveles de colesterol sérico retrasa la progresión de la aterogénesis, reduciendo los eventos, la morbilidad y mortalidad.

En el cuadro 1 se esbozan los factores nutricionales que impactan el colesterol LDL.

5. Lipoproteínas de alta densidad (HDL)

Existe evidencia sobre la relación inversa que existe entre los niveles séricos de HDL y el riesgo de ECV e ictus6.

Los factores que favorecen un incremento del nivel de colesterol HDL son: el ejercicio físico intenso, consumo moderado de alcohol (específicamente vino tinto), disminución del peso graso y los estrógenos exógenos. Mientras que la obesidad, la inactividad física, la inflamación, los andrógenos, los anabólicos, los anticonceptivos orales, los beta-bloqueadores, la hipertrigliceridemia y factores genéticos impactan en forma negativa el colesterol HDL.

Cuadro 1. Factores nutricionales que afectan al colesterol LDL.

Aumento del LDL-C
Ácidos grasos saturados y trans.
Colesterol dietético.
Exceso de peso corporal.
Disminución del LDL-C
Ácidos grasos poliinsaturados.
Fibra viscosa.
Estanoles/estanoles vegetales.
Pérdida de peso.
Proteína de soya con isoflavona (pruebas limitadas) Proteína de soya.

Tomado de Fletcher B et al. Managing abnormal blood lipids: A
collaborative approach, circulation 2005; 112:3188.
LDL-C colesterol en las lipoproteínas de baja densidad.

6. Marcadores inflamatorios

En la actualidad se han propuesto diferentes marcadores inflamatorios que favorecen la inflamación en la ECV. Los efectos dietarios sobre estos marcadores son tema de investigación. Los que muestran mayor estudio son el fibrinógeno y la proteína C reactiva (PCR)8.

  • Fibrinógeno: es un predictor independiente de riesgo de ECC. El tabaco, la hipertensión, la obesidad, la diabetes, la vida sedentaria, factores genéticos y la hipertrigliceridemia son factores asociados. Los niveles séricos elevados de colesterol LDL favorecen la trombogenicidad.
  • Proteína C reactiva (PCR): esta es sintetizada a nivel hepático como respuesta a la inflamación en la fase aguda. Se han demostrado niveles altos de PCR (> 3mg/dL) en individuos con angina, ictus, enfermedad vascular periférica, infarto de miocardio, mientras que en individuos sanos debe permanecer en niveles muy bajos (menores de 0,6 mg/dL). Igualmente se considera en la actualidad como factor de riesgo de la aterotrombosis9.

Varios estudios han demostrado que la obesidad genera elevaciones de la PCR y que la pérdida de peso la disminuye10-12.

El cuadro 2 resume los marcadores inflamatorios para el riesgo cardiovascular.

  • Homocisteina: las concentraciones plasmáticas moderadamente elevadas de homocisteina se relacionan con un incremento de riesgo coronario. El ácido fólico combinado con vitamina B12 son dos importantes cofactores metabólicos. Se ha observado reducción de los niveles de homocisteina con la administración de cereales enriquecidos con ácido fólico.

 

Cuadro 2. Marcadores inflamatorios potenciales para riesgo cardiovascular.

  • Colesterol en la lipoproteínas de baja densidad oxidadas.

Moléculas de adherencia.
Selectinas.

  • Citoquinas.

Interleucina-1.
Factor de necrosis tumoral α (TNF-α).

  • Reactantes de fase aguda.

Fibrinógeno.
Proteína C reactiva.
Amiloide sérica S(AAS).

  • Recuento de leucocitos. 
  • Otros.
    Velocidad de sedimentación globular.

Tomado de Pearson TA et al. Markers of inflamación and cadiovascular
disease application to clinical and public health practice: a statement
from health the centers for Disease Control and prevention and the
American Heart Association, Circulation 2003;107:499.

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