Enfermedades Digestivas, Vesícula y Vías Biliares

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

Enfermedades de la vesícula y vías biliares

La patología del sistema biliar extrahepático se puede dividir en: litiásica (85% del total de casos), inflamatoria, tumoral, parasitaria, congénita y miscelánea.

Colelitiasis y coledocolitiasis

Son entidades de predominio ampliamente femenino (87%). A partir de la quinta década este tipo de patología aumenta en el hombre con una relación de 2:1, siempre con prevalencia femenina.

Existen varias clases de cálculos, entre los que podemos citar como más importantes los de colesterol puro, los de bilirrubinato de calcio y los mixtos.

La litiasis vesicular es asintomática a no ser que existan complicaciones: desencadenan una sensación molesta, que puede ir desde una simple molestia hasta un dolor tipo cólico muy severo.

El cálculo se puede impactar en el cístico y producir un defecto de evacuación de la vesícula, con distensión de la misma y aumento de la presión, pero sin infección.

Este cuadro se conoce como hidrocolecisto; se caracteriza por dolor constante, vesícula palpable y dolorosa, a veces con dolor severo que impide la inspiración (signo de Murphy); otras veces se infecta lo que se conoce con el nombre de piocolecisto y el cuadro puede evolucionar hacia una gangrena vesicular con peritonitis y muerte.

O bien la vesícula se puede adherir a órganos vecinos, especialmente al intestino delgado y al colon, y producir perforación hacia los mismos con migración de los cálculos por este trayecto fistuloso, con habitual mejoría sintomática.

(Lea También: La Nutrición)

Imaginología

La prueba de elección para el diagnóstico de colelitiasis es el ultrasonido.

Tratamiento

Toda litiasis vesicular o coledociana requiere una solución quirúrgica

Colecistitis

Es la inflamación aguda o crónica de la vesícula biliar. Los síntomas de la colecistitis aguda incluyen dolor severo en el hipocondrio derecho, masa e incluso cuadro de abdomen agudo. La vesícula no concentra el medio de contraste de la colecistografía (vesícula radiológicamente excluida) y en el ultrasonido se aprecian las paredes engrosadas de la misma. Su tratamiento es esencialmente quirúrgico.

Colecistitis gangrenosa

Consiste en la necrosis de la pared vesicular, tiene una mortalidad cercana al 20%. El laboratorio muestra leucocitois con neutrofilia. El tratamiento es quirúrgico.

Carcinoma de vesícula

El carcinoma de la vesícula alcanza 2.3% de frecuencia en este grupo. En casos avanzados, el cuadro clínico y de laboratorio puede corresponder al de una colestasis. En el examen físico, puede haber masa, generalmente dolorosa, cuyas características dependen del tumor.

El estudio inicial con ultrasonido se puede complementar con una tomografía axial, laparoscopia y biopsia dirigida.

Carcinoma de los conductos biliares

En Colombia es muy raro, al contrario de lo que ocurre en otros países, como en el sureste asiático.

Colangitis esclerosante primaria

Consiste en la inflamación de los conductos biliares intra y extra hepáticos, que conduce a su progresiva fibrosis, produciendo por lo tanto colestasis, cirrosis biliar y falla hepática.

Entre sus causas se han mencionado la bacteremia portal, la hepatotoxicidad del cobre, infección biliar y otros.

Se presenta entre los 25 a 45 años de edad preferentemente, con ictericia, prurito, dolor, pérdida de peso y fiebre. El patrón de oro para el diagnóstico es la demostración colangiográfica de la típica estrechez biliar difusa, mediante la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Aunque ningún tratamiento ha mostrado su eficacia se ha obtenido algún resultado con el ácido ursodeoxicólico y metotrexate.

El tratamiento de elección es el trasplante hepático.

Parasitosis

El parásito que con más frecuencia invade las vías biliares en el medio colombiano es Ascaris lumbricoides. Sin embargo, existen referencias de infestación por Fasciola hepática.

El cuadro clínico se caracteriza por un dolor indistinguible del cólico biliar, ictericia en 50% y fiebre en 35% de los casos. El ultrasonido o la colangiografía retrógrada es el examen ideal para el diagnóstico. Es posible extraerlo mediante endoscopia sin necesidad de practicar esfinterotomía.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *