Guía para infecciones de transmisión sexual y otras infecciones del tracto genital

Recomendaciones por tópico

Las infecciones del tracto genital se abordarán bajo una aproximación síndromi­ca. Bajo esta aproximación se parte del supuesto de que los diferentes síndromes son causados por grupos de agentes etiológicos específicos(4).

Se busca que el paciente reciba un diagnóstico con base en los síntomas que refiere, la valora­ción del riesgo para adquirir infecciones de transmisión sexual (ITS) y los signos que identifica el trabajador de la salud que atiende el caso, para recibir en esa misma consulta el tratamiento orientado a los gérmenes que causan el síndro­me que presenta el paciente (Nivel de Evidencia Moderada) (Recomendación: Fuerte a favor).

En los casos indicados se dará manejo a la pareja. De ser posible se enviará con el (la) paciente el tratamiento, éste se denomina “tratamiento ex­pedito”.

Los síndromes que se acompañan las afecciones del tracto genital, objeto de esta guía, son los siguientes(4):

Consideraciones a tener en cuenta en la atención de la (del) paciente que consulta por síntomas de infección del tracto genital

RECOMENDACIÓN 1. La atención debe ser individual en un área privada, en un ambiente totalmente confidencial.

Se sugiere utilizar un lenguaje sencillo, neutro sin hacer jui­cios de valor. La historia clínica deberá averiguar sobre la presencia de síntomas, tales como: lesiones externas, se­creción por la uretra, flujo vaginal, mal olor, prurito, secre­ciones rectales, disuria, dolor abdominal o dolor testicu­lar.

Además se averiguará sobre la presencia de factores de riesgo para ITS, por ejemplo: no uso regular de con­dón, relaciones sexuales casuales, múltiples compañeros sexuales en los últimos seis meses, sexo anal, relaciones sexuales bajo el efecto de alcohol o drogas alucinógenas entre otros.

Se continúa con el examen físico en busca de adenopatías (en especial las inguinales), fiebre, dolor ab­dominal a la palpación o dolor de “rebote”. Con el examen pélvico se deberá buscar la presencia de úlceras o lesio­nes genitales en labios mayores, menores y ano en muje­res o en el pene, escroto y ano en hombres, la presencia de secreción uretral, anal o vaginal.

Se deberá colocar un especulo para visualizar el cérvix y allí evaluar la presencia de secreción endocervical o sangrado fácil y examinar las paredes vaginales. Por último en mujeres hacer un tacto vaginal para detectar dolor o masas anexiales.

En hom­bres se deberá examinar el epidídimo y región testicular y realizar un examen rectal en caso de relaciones penetrati­vas anales. (Nivel de Evidencia Muy baja).

Recomendación fuerte a favor

RECOMENDACIÓN 2. Con base en la historia clínica se hará un diagnóstico síndrómico, se administrará el trata­miento especifico, recordando que puede haber más de un agente etiológico causal y se hará una consejería que deberá incluir orientación sobre el síndrome que presen­ta, prácticas sexuales seguras y modificación de prácticas inseguras (Nivel de Evidencia Alta).

Recomendación fuerte a favor

RECOMENDACIÓN 3. Explicar a la (el) paciente la nece­sidad de tratamiento del compañero sexual cuando este indicado y discutir con ella (el) la vía más adecuada de no­tificación del compañero y administración del tratamiento (Nivel de Evidencia Alta).

Recomendación fuerte a favor

RECOMENDACIÓN 4. En pacientes en embarazo se hará el manejo sindrómico indicado, sin embargo se remitirá a control prenatal para seguimiento y prevención de com­plicaciones (Nivel de Evidencia Muy baja).

Recomendación fuerte a favor

RECOMENDACIÓN 5. Se debe notificar al sistema de vigi­lancia epidemiológica, el síndrome que se manejó. (Nivel Evidencia muy baja).

Recomendación fuerte a favor

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