El arte mudéjar es un estilo artístico que se desarrolla en los reinos cristianos de la Península Ibérica, pero que incorpora influencias, elementos o materiales de estilo hispano-musulmán, es la consecuencia de las condiciones de convivencia existente de la España medieval y se trata de un fenómeno exclusivamente hispánico que tiene lugar entre los siglos XII y XVI, como mezcla de las corrientes artísticas cristianas (románicas, góticas y renacentistas) y musulmanas de la época y que sirve de eslabón entre las culturas cristianas y el islam.
El arte mudéjar es el más representativo de España en la época medieval, no es grandioso sino peculiar y más personal. Esta peculiaridad viene dada por su carácter fronterizo entre el norte cristiano y los musulmanes.
El arte mudéjar tiene dos características muy representativas. Una se trata de la utilización de materiales blancos como el yeso, la cerámica, la madera o el ladrillo, pues éstos facilitan la profusión decorativa. Y la segundo es el uso de ciertos temas decorativos y elementos arquitectónicos.
Para algunos historiadores, el arte mudéjar se trata de un periodo del arte cristiano en el que aparece la decoración islámica; y para otros historiadores se trata de un epígono del arte islámico.
El arte mudéjar no tiene un estilo artístico unitario, cada región expresa sus características peculiares como mudéjar toledano, andaluz, leones y aragones.
Algunas de las obras mudéjares más representativas son La Torre del Reloj en Miranda de Arga, La Iglesia de San Irineo de Valtierra y La Iglesia de San Esteban de Arguedas. También La Ermita de Santa María la Real del Yugo. (Lee también: Arte Neoclásico)
