Tabaquismo y Psicosis
Bucaramanga. La prevalencia global de fumadores en pacientes psiquiátricos de esta ciudad santandereana es inferior a la informada en estudios internacionales, aunque existe una relación significativa entre el fumar y los trastornos psicóticos, afirmaron los especialistas Adalberto Campo, Luis Alfonso Díaz y colaboradores de la Universidad Autónoma local. (Colombia Médica 2004; 35: 69-74). La valoración se hizo sobre ciento ochenta y cinco pacientes de la consulta externa, la mayoría mujeres con edad algo superior a los cuarenta años y unos siete de escolaridad. Los diagnósticos se corroboraron con la entrevista clínica estructurada para los trastornos de eje I del DSM-IV, SCID-I y se consideraron como fumadores quienes habían fumado diariamente durante el último mes. 42.7% presentaba trastorno bipolar, 33.5% esquizofrenia, 17.3% trastorno depresivo mayor y 6.5% trastorno esquizo-afectivo. Los fumadores representaron de la población estudiada. El análisis multivariado mostró -después de controlar por otras variables- una asociación del fumar con edad mayor de 45 años, sexo masculino, mayor escolaridad y trastornos psicóticos.
Hay evidencias de la asociación entre los trastornos mentales en general y el consumo de nicotina. En la población general se observa una relación importante entre tabaquismo y trastornos mentales más comunes como los de ansiedad, depresión, psicosis y consumo de sustancias. En personas con un diagnóstico confirmado de trastorno mental se encuentra con mayor frecuencia el consumo de cigarrillo. El consumo de nicotina es un fenómeno complejo y multifactorial: existen factores genéticos y ambientales que favorecen la presentación del fenómeno. Es posible que la menor prevalencia encontrada en un estudio colombiano que se realizó previamente se debió a que no se consideraron algunas variables como la procedencia urbana o rural, la co-morbilidad médica, la evaluación clínica para determinar el diagnóstico y la definición de fumador. Se ha observado que los individuos que viven en áreas rurales consumen menor cantidad de cigarrillo u otras formas de tabaco, igual que las personas que presentan enfermedades físicas; las que continúan fumando a pesar de experimentar las consecuencias negativas del tabaco u otra enfermedad, reúnen con frecuencia criterios para dependencia de nicotina. Asimismo, la evaluación clínica con instrumentos estructurados mejora la validez y confiabilidad del diagnóstico clínico.
(Pintura de Martha Guzmán, “Géminis sombras”, Galería de Arte Colombiano, encolombia.com)
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