¿Cómo Mejorar la Autoestima de Nuestros Hijos?

Autoestima de los Hijos

La autoestima es la valoración o el concepto que tenemos de nosotros mismos, es un concepto muy subjetivo y que puede cambiar, pues depende de cómo nos sintamos, la situación que vivimos y las experiencias que nos han marcado. La autoestima de nuestros hijos puede cambiar de la infancia a la adolescencia y después a la adultez, incluso desde la infancia, nuestros hijos pueden tener una baja autoestima, por tal razón te queremos compartir algunos consejos muy útiles para mejorar la autoestima de los hijos.

Entre algunas señales que nos ayudarán a identificar si nuestro hijo tiene baja autoestima están: que diga que no sirve para nada o que nada le sale bien, que no se sienta bien o a gusto consigo mismo, que se critique demasiado o sea muy exigente consigo mismo, que sea muy perfeccionista, que tenga pocas habilidades sociales, que sea un niño muy dependiente o sumiso, que sea miedoso o que tenga una actitud derrotista o negativa constantemente y tienden a compararse mucho con otros mostrando que no son tan buenos como otros niños. (Ver También: Cómo Saber si eres un Padre Tóxico)

Consejos para Padres: Cómo Mejorar La Autoestima de los Hijos

Es importante que los padres sepan que la autoestima se desarrolla, crece y fortalece durante toda la vida, cuando se suman experiencias positivas en la vida. No basta con fortalecer la autoestima durante la primera infancia o la niñez; esto debe continuar incluso hasta la adultez.

Una persona puede crecer con baja autoestima y en la adultez, gracias a una o varias buenas experiencias, cambiar su concepto sobre sí mismo; pero también puede pasar lo contrario, por eso debe ser una tarea constante en la vida de nuestros hijos. Estas son algunas acciones que los padres pueden realizar para fomentar la buena autoestima en los hijos:

Enséñale a tus hijos a hacer las cosas

Un niño todos los días aprende cosas, incluso si son tareas del hogar. Ayúdalo a que aprenda a hacerlo por sí mismo, esto hará que se sientan útiles y que son capaces de hacer lo que se propongan, sin miedo al fracaso. Cuando los hijos ven que hacen algo importante y que ayuda a otros su autoestima mejora y crece, por eso permítele y motívalo a hacer actos que ayuden a los demás.

Cuidado con las Críticas Crueles y Palabras Fuertes

La autoestima de un hijo puede afectarse no solo por una mala experiencia, como dicen “las palabras tienen poder”, por eso estar diciéndole a un hijo constantemente que lo que hace no está bien, que hace todo mal, que no sirve para nada, que el hijo del vecino es mejor, que su hermano hace mejor las cosas, etc, afectará terriblemente su autoestima.

Las palabras dañinas y crueles con los hijos deben ser prohibidas, al contrario, siempre se debe hablar en positivo. No es adecuado decirle “lo hiciste mal”, sino cambiarlo por “es mejor cuando se hace así” y lo más importante, los padres deben enseñar con el ejemplo.

Elogios sí, pero verdaderos

Está bien elogiar a los hijos, felicitarlos por sus logros, pero más de lo alcanzando se debe reconocer es el esfuerzo. Se debe evitar enfocar el elogio hacia el resultado, sino más bien se debe resaltar las cualidades de los hijos. Por ejemplo, más allá de felicitarlo por tener buenas notas, se debe reconocer es que es una persona inteligente y dedicada.

Los elogios también deben ser reales, desde pequeños debemos preparar a nuestros hijos para el fracaso. Por eso no está bien decirle a nuestro hijo que jugó un gran partido cuando no fue así, es mejor decirle que, aunque no fue su mejor juego, siempre habrá momentos difíciles, pero que siempre hay la oportunidad de mejorar. (Lee también: Ahorrar para la Educación de los Hijos)

Consecuencias de la Baja Autoestima

La baja autoestima tiene repercusiones en todos los espacios de la vida, porque la percepción que se tenga de uno mismo desde pequeño influirá en la adolescencia y la adultez, afectando tanto las relaciones personales y familiares como las laborales.

Tener baja autoestima puede provocar la aparición de sentimientos de angustia, desánimo, temor, pereza, vergüenza, indecisión y hasta de dolor. La baja autoestima puede llevar a que un niño se siente poco valorado. El conjunto de varias de estas emociones puede hacer que un niño llegue a un estado de depresión, atraviese una crisis de ansiedad, experimente cambios de humor repentino, tenga complejo de inferioridad o culpabilidad.

Cuando un niño atraviesa todas estas emociones y situaciones, es casi probable que afectará su desarrollo social, emocional y académico; provocando problemas o retraso en su desarrollo, haciendo de ellos adolescentes y adultos dependientes, temerosos, sin confianza.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *