Sensibilidad de la Prueba de Potasio Intravesical en Cistitis Intersticial
Experimento clínico controlado
Drs. José Miguel Silva y Hugo Enrique López
Hospital Universitario de San Ignacio
Hospital Central de la Policía Nacional
Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
Resumen
La Cistitis Intersticial es un síndrome clínico caracterizado por síntomas irritativos durante la micción y dolor suprapúbico, en ausencia de infección bacteriana o de otra patología definida.
Investigadores interesados en la cistitis intersticial se reunieron en los institutos nacionales de salud (National Institutes of Health), y establecieron los criterios NIDDKD (National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases) que hacen el diagnóstico de cistitis intersticial y permiten su aplicación para ser utilizados en estudios clínicos.
Un método diagnóstico simple, descrito por el doctor C. Lowell Parsons, conocido como la prueba de potasio intravesical fue diseñado para medir la permeabilidad epitelial. Esta prueba se basa en la hipótesis de que si una solución de cloruro de potasio se coloca dentro de una vejiga normal, no provoca síntomas de urgencia o dolor, mientras que si se coloca en una vejiga con mecanismo alterado para mantener la permeabilidad epitelial, como sucede en la cistitis intersticial, el potasio difundirá a través de las células transicionales y despolarizará las terminaciones nerviosas causando urgencia y dolor.
Objetivos: Establecer la sensibilidad de la prueba de potasio intravesical en pacientes de sexo femenino que asistieron a la consulta de urología del Hospital Universitario San Ignacio y el Hospital Central de la Policía Nacional, quienes tuvieron criterios diagnósticos positivos para cistitis intersticial.
Materiales y Métodos: Se realizó un estudio clínico prospectivo, controlado con un grupo de pacientes sanas. Fueron incluidas las pacientes de sexo femenino que asistieron a la consulta de urología durante los años 2001-2003 que cumplían los criterios diagnósticos.
El grupo de pacientes incluyó 21 mujeres mayores de 18 años que cumplían los criterios diagnósticos. El grupo control incluyó 20 mujeres mayores de 18 años que no presentaban esta sintomatología.
Resultados: Ni las mujeres del grupo control, ni las pacientes con cistitis intersticial reaccionaron al agua intravesical. En el 81% de las pacientes hubo una marcada sensibilidad al potasio intravesical siendo positiva la prueba.
Conclusiones: El estudio reflejó una diferencia estadísticamente significativa entre el grupo de pacientes y el grupo control. La prueba de potasio es clínicamente importante en el diagnóstico de cistitis intersticial. Aunque no cumple los requisitos para considerarse una prueba de tamizaje es de utilidad como ayuda diagnóstica.
Introducción
La Cistitis Intersticial es un síndrome clínico caracterizado por síntomas irritativos durante la micción urinaria (urgencia y ardor al orinar) y dolor suprapúbico en ausencia de infección bacteriana o de otra patología definida.1
Tiene una progresión gradual y en su fase temprana es erróneamente diagnosticado como cistitis bacteriana, dándose tratamiento a las pacientes de manera equívoca y a su vez, quedando muchas sin diagnosticar. Su presentación es seis a once veces más frecuente en mujeres que en hombres.2
En Agosto de 1987, un grupo de investigadores y de pacientes interesados en la cistitis intersticial se reunieron en los institutos nacionales de salud (National Institute of Health), y establecieron los criterios NIDDKD (National Institute of Diabetes and Digestiveand Kidney Diseases) que hacen el diagnóstico de cistitis intersticial.
Estos criterios son empleados en los trabajos de investigación y son considerados patrón de oro para estos fines.3,4
La cistitis intersticial sigue siendo un problema para el urólogo, ya que se considera un diagnóstico de exclusión y no existe una prueba diagnóstica específica.
El doctor C. Lowell Parsons5 diseñó una prueba simple para medir la permeabilidad urotelial, conocida como el Test de Parsons o la Prueba de potasio intravesical. Esta prueba se basa en la hipótesis de que si una solución de cloruro de potasio se coloca dentro de una vejiga normal, no provoca síntomas de urgencia o dolor, mientras que si se coloca en una vejiga con mecanismo alterado para mantener la permeabilidad epitelial, el potasio difundirá a través de las células transicionales y despolarizará las terminaciones nerviosas causando aurgencia y dolor.6
Nosotros evaluamos la sensibilidad de la prueba de potasio intravesical en pacientes de sexo femenino que asistieron a la consulta de urología y que cumplían los criterios diagnósticos para cistitis intersticial (NIDDKD).
Materiales y Métodos
Se realizó un estudio prospectivo que incluyó un total de 21 pacientes nuevas que asistieron a la consulta de urología de los Hospitales Universitario de San Ignacio y Central de la Policía Nacional durante un período de dos años (2001-2003).
Todas las pacientes cumplían con los criterios de los Institutos de Salud (NIDDK), incluyendo frecuencia urinaria mayor de 8 veces al día, nocturia mayor de 2 veces en la noche y dolor asociado con el llenamiento vesical. Ninguna paciente refería incontinencia de urgencia.
Aunque algunas pacientes habían sido tratadas por presuntas infecciones urinarias en el pasado, ninguna tenía infección urinaria documentada en los 3 meses previos al ingreso al estudio.
Durante este período, se incluyó un grupo control de 20 mujeres sin síntomas irritativos a quienes se les realizó un estudio urodinámico que demostraba incontinencia urinaria de esfuerzo pura, sin inestabilidad del detrusor.
La prueba de potasio fue realizada como la describió Parsons, usando agua estéril como control. La solución de potasio contenía 16 mEq/L de potasio.
Se colocó una sonda Nelaton 10Fr en la vejiga, previa asepsia y antisepsia; se drenó la vejiga y posteriormente se instilaron 40 cc de agua estéril por 5 minutos con el catéter cerrado. En este momento se le preguntaba a la paciente por síntomas de urgencia o dolor, se drenaba la vejiga y posteriormente se instilaban 40 cc de la solución de cloruro de potasio y la paciente reportaba el dolor y la urgencia en la escala análoga.
La prueba se consideró positiva cuando existía un incremento en el dolor o la urgencia de 2 puntos o más, es decir, cuando la sumatoria de las preguntas 1 y 2 de la solución B con la sumatoria de las preguntas 1 y 2 de la solución A era mayor de 2. (ver anexo).
La paciente podía presentar incremento en la sintomatología de urgencia sin incremento en el dolor en la vejiga o al contrario. Eran sumados los valores que la paciente marcaba en la tabla.
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