Atención Domiciliaria a Ancianos

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

CAPITULO 59
SILVIO VELÁSQUEZ
MD., Especialista en Medicina Familiar, Magíster en Gerontología, Docente Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, D. C.

La atención domiciliaria tiende a desarrollarse en forma cada vez más compleja, con la participación de diversas disciplinas clínicas y no clínicas, como la administración.

Los servicios domiciliarios se diseñan para facilitar la permanencia de la persona en su comunidad, en condiciones de salud y de enfermedad.

Durante los próximos años, los servicios domiciliarios se desarrollarán con la participación de las familias. El profesional puede acompañar procesos participativos y contribuir al fortalecimiento de redes formales e informales de apoyo. La demanda de cuidado domiciliario tiende a crecer a medida que aumentan las enfermedades crónicas discapacitantes. Son servicios bien valorados por los pacientes y las familias. Y, permiten mejorar marcadores de calidad y modificar factores de riesgo.

Muchos de los progresos en la atención domiciliaria son medioambientales con reducción de barreras funcionales y desarrollo de tecnologías como vigilancia electrónica, telecomunicaciones, línea telefónica de apoyo, llamadas de urgencias y conexión con servicios hospitalarios.

Las modificaciones ambientales más comunes incluyen instalación de pasamanos, grifos más manejables, espacios para el aseo, acceso a la habitación en silla de ruedas, rampas, asistencia a domicilio.

(Lea También: Institucionalización)

El cuidado domiciliario se hace importante debido al alto costo y el riesgo del cuidado hospitalario.

La atención domiciliaria se ha definido en términos de recursos, que incluyen servicios personales (enfermería, terapia ocupacional, consulta médica), consumo (equipos para colostomía, incontinencia), y equipos (camas hospitalarias).

La hospitalización domiciliaria se hará más común a medida que se concentre la atención en la familia. La hospitalización en la casa requiere de un plan supervisado de cuidado médico, en coordinación con la familia y un equipo humano de asistencia domiciliaria que incluye enfermería, psicología, terapia ocupacional, fisioterapia, logoterapia, etc.

Los criterios para elegir los pacientes que van a recibir asistencia médica domiciliaria incluyen: estabilidad clínica, cuidadores competentes, entorno apropiado, y disponibilidad del servicio profesional que supervise el tratamiento.

En la casa se puede administrar cuidado agudo, post-agudo, crónico, paliativo, de soporte y rehabilitación.

Se pueden utilizar los últimos avances tecnológicos, como bombas de infusión, unidades de diálisis, respiradores, compresores de oxígeno, sistemas de vigilancia; y otras técnicas. Estos cuidados permiten reducir costos hospitalarios, mejorar la calidad de la atención, y favorecer la permanencia de los adultos mayores en la comunidad.

En muchos países se utilizan dispositivos automáticos que recuerdan la medicación, sistemas de ayuda al enfermo postrado, que incluyen facilidades para el uso del baño, robots móviles, ayuda para movimientos, colchones protectores de úlceras por presión, animales entrenados, etc.

Los servicios domiciliarios pueden incluir también comidas a domicilio, servicio doméstico, de podología, de descanso del cuidador, cuidados de enfermería, médicos, odontológicos, legales, rehabilitación, psicología, trabajo social.

Las redes de apoyo se pueden reforzar además mediante el desarrollo de centros y hospitales día, comidas comunitarias, actividades en grupo, etc.

Las instituciones tipo cerrado (albergues colectivos) son una solución para los ancianos carentes de redes de apoyo.

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