El arte abstracto es un movimiento artístico que surgió alrededor de 1910 y cuyo propósito es prescindir de todos los elementos figurativos; para así concentrar la fuerza expresiva en formas y colores sin ninguna relación con la realidad visual.
El arte abstracto emplea un lenguaje visual de forma, línea y color para crear una composición con independencia de referencias visuales reales.
Sobre el siglo XIX, el artista James McNeill Whistler con su pintura Nocturne in Black and Gold: The falling Rocket, fue de las primeras innovaciones de este movimiento artístico.
Aunque el arte abstracto también se reflejó en la música, quizá la pintura es la representación más fuerte de este arte.
Fue en el año 1.906 que la pintora sueca Hilma af Klint creó la primera obra del arte abstracto; se trata de la serie Pinturas para el templo en la que aborda la espiritualidad, la evolución del ser humano y las religiones del mundo.
Estos cuadros eran la representación de ideas espirituales complejas, pero solo 80 años después (20 años después de la muerte de la artista) se hicieron públicas sus pinturas.
En su comienzo en los años 1.900 la pintura abstracta tuvo en el color y la forma sus elementos de abstracción, luego sobre 1.910 fueron las formas geométricas completas derivadas de la naturaleza; era una abstracción expresiva no-figurativa.
Para los años 1.930 nacen las formas geométricas no figurativa, que son expresivas, geométricas, bimórficas y lírica. En la década de los 50, salen formas complejas derivadas a su vez de otras formas geométricas básicas que no surgen de la naturaleza; aquí se genera lo que se conoce como Expresionismo abstracto. Y los años 1.960 se destaca por el gusto al realismo exagerado.
La pintura abstracta geométrica tuvo su origen con Kasimir Malévich en el Suprematismo; así como también con las construcciones abstractas de Popova, Ródchenko, Tatlin, Rózanova, Iván Kliun y Jean Pougny, entre otros.
