Guía de Pesticidas: Clasificación, Consejos y Protocolo de manejo Responsable y Seguro
Los pesticidas son sustancias químicas ampliamente utilizadas en la agricultura y la jardinería para proteger cultivos y plantas de plagas y enfermedades. Si bien son una herramienta valiosa para la producción de alimentos y la gestión de espacios verdes, su uso incorrecto puede tener consecuencias negativas para la salud humana y el medio ambiente.
En este artículo, exploraremos qué son los pesticidas, los más utilizados, el protocolo de manejo, consejos para un uso responsable, advertencias y riesgos, y algunas cifras relevantes.
¿Qué son los pesticidas?
Los pesticidas son sustancias químicas o biológicas diseñadas para prevenir, eliminar o controlar plagas que pueden afectar cultivos, plantas, animales y el ambiente en general. Estas plagas pueden incluir insectos, enfermedades, malezas, hongos, bacterias, roedores y otros organismos no deseados que pueden dañar la agricultura, la jardinería, la silvicultura o la salud pública.
Clasificación de los pesticidas
Los pesticidas se pueden clasificar en varios grupos, según su objetivo y composición química:
1. Insecticidas:
Diseñados para controlar insectos dañinos, como escarabajos, pulgones y moscas. Funcionan de diferentes maneras, interfiriendo con el sistema nervioso de los insectos o interrumpiendo su ciclo de vida.
Insecticidas más utilizados en la agricultura:
Clorpirifos: El clorpirifos es un insecticida organofosforado utilizado para controlar una amplia gama de plagas, como pulgones, moscas y escarabajos. Se usa en agricultura, jardinería y control de plagas en interiores.
Malatión: El malatión es otro insecticida organofosforado que se utiliza para el control de mosquitos, pulgas, moscas y otros insectos voladores y rastreros. También se aplica en la agricultura.
Permetrina: La permetrina es un piretroide sintético comúnmente utilizado en repelentes de insectos y para el control de plagas en el hogar y la agricultura. Es eficaz contra mosquitos, garrapatas y pulgas.
Deltametrina: La deltametrina es otro piretroide sintético que se utiliza para el control de mosquitos, moscas, cucarachas y otros insectos en aplicaciones agrícolas y de control de plagas.
Neonicotinoides (Imidacloprid, Clothianidin, etc.): Los neonicotinoides son una clase de insecticidas utilizados en una variedad de cultivos, incluyendo maíz, soja y frutas. Sin embargo, han sido objeto de controversia debido a su impacto en las abejas y otros polinizadores.
Acefato: El acefato es un insecticida organofosforado utilizado en la agricultura para controlar plagas como pulgones, trips y gorgojos.
Bacillus thuringiensis (Bt): Bt es un insecticida biológico que utiliza bacterias para controlar larvas de insectos, como orugas y gusanos. Se utiliza en agricultura orgánica y en aplicaciones de jardinería.
Fipronil: El fipronil se utiliza en aplicaciones agrícolas y de control de plagas en el hogar para el control de termitas, hormigas y cucarachas.
Espinosad: El spinosad es un insecticida natural derivado de bacterias del suelo. Se utiliza en la agricultura y en productos de jardinería para el control de plagas como pulgones y orugas.
2. Fungicidas:
Utilizados para prevenir y tratar enfermedades fúngicas que pueden afectar las plantas. Estos productos químicos combaten los hongos que causan enfermedades como el mildiú polvoriento y la roya.
Los fungicidas más utilizados:
Mancozeb: El mancozeb es un fungicida ampliamente utilizado para el control de diversas enfermedades fúngicas en cultivos como tomates, patatas, uvas y manzanas. Es eficaz contra el mildiú polvoriento y otras enfermedades.
Clorotalonil: El clorotalonil es un fungicida de contacto que se utiliza para controlar enfermedades fúngicas en una variedad de cultivos, incluyendo hortalizas, frutas y césped. Es efectivo contra el tizón tardío y otras enfermedades.
Azoxistrobina: La azoxistrobina es un fungicida sistémico que se utiliza en cultivos como el maíz, el trigo y la soja para controlar enfermedades fúngicas como el oídio y la roya.
Tebuconazol: El tebuconazol es un fungicida triazol utilizado en cultivos de cereales, frutas y hortalizas para el control de enfermedades como la roya y la septoria.
Cobre: Compuestos de cobre, como el oxicloruro de cobre y el sulfato de cobre, se utilizan en forma de fungicidas cúpricos para controlar enfermedades bacterianas y fúngicas en una variedad de cultivos.
Propiconazol: El propiconazol es otro fungicida triazol que se utiliza en cultivos como el trigo, la cebada y la colza para el control de enfermedades fúngicas.
Fosetil-Aluminio: Se emplea para el control del mildiú polvoriento en cultivos como la vid y ciertos árboles frutales.
3. Herbicidas:
Destinados a eliminar malezas no deseadas en campos de cultivo y jardines. Los herbicidas pueden afectar la fotosíntesis o el crecimiento de las plantas.
Herbicidas más utilizados
Glifosato: El glifosato es uno de los herbicidas más ampliamente utilizados en el mundo. Se encuentra en productos como el Roundup. Es eficaz contra una amplia gama de malezas de hoja ancha y de hoja estrecha.
Dicamba: El dicamba es otro herbicida ampliamente utilizado, a menudo combinado con glifosato en productos como XtendiMax. Se utiliza para controlar malezas resistentes al glifosato y para cultivos tolerantes al dicamba, como la soja dicamba.
2,4-D (Ácido 2,4-diclorofenoxiacético): El 2,4-D es un herbicida ampliamente utilizado para el control de malezas de hoja ancha en césped, campos de golf y áreas de jardinería.
Atrazina: La atrazina se utiliza en cultivos como el maíz y la caña de azúcar para el control de malezas anuales y perennes. Es especialmente efectiva contra el sorgo de Alepo.
Paraquat: El paraquat es un herbicida de contacto utilizado para controlar malezas en cultivos y áreas no cultivadas. Debe manejarse con extrema precaución debido a su alta toxicidad para los seres humanos y el medio ambiente.
Glufosinato de amonio: Este herbicida se utiliza en una variedad de cultivos, incluyendo maíz, algodón y arroz, para el control de malezas de hoja ancha y de hoja estrecha.
Metribuzina: La metribuzina se usa en cultivos como la papa, el tomate y la fresa para controlar malezas anuales y prevenir su crecimiento.
Pendimetalina: Se utiliza en preemergencia para controlar malezas en cultivos como el maíz, la soja y los frutales.
4. Rodenticidas:
Diseñados para controlar poblaciones de roedores, como ratas y ratones. Los rodenticidas son venenos que, cuando se ingieren, afectan el sistema circulatorio o nervioso de los roedores.
Los más populares en la agricultura:
Bromadiolona: La bromadiolona es un rodenticida anticoagulante que se utiliza para controlar ratas y ratones en entornos agrícolas. Actúa interfiriendo con la coagulación de la sangre en los roedores, lo que finalmente los lleva a la muerte.
Difenacoum: Otro anticoagulante comúnmente utilizado en la agricultura es el difenacoum. Al igual que la bromadiolona, afecta la coagulación sanguínea de los roedores.
Zinc fosfuro: El zinc fosfuro es un rodenticida que se presenta en forma de cebos tóxicos y se utiliza para controlar roedores en áreas agrícolas. Cuando los roedores ingieren zinc fosfuro, reacciona con los ácidos del estómago para liberar fosfina, un gas altamente tóxico.
Brodifacoum: Brodifacoum es otro anticoagulante utilizado en rodenticidas agrícolas. Es eficaz en el control de poblaciones de roedores.
5. Bactericidas y virucidas:
Estos pesticidas se utilizan para controlar enfermedades bacterianas y virales en plantas, animales y humanos.
Bactericidas más populares
Oxicloruro de Cobre: El oxicloruro de cobre es un bactericida que se utiliza para controlar enfermedades bacterianas en plantas, como el mildiú polvoriento y el cancro bacteriano.
Sulfato de Cobre: El sulfato de cobre es eficaz contra diversas enfermedades bacterianas y se utiliza en cultivos como la vid, los cítricos y los frutales.
Streptomycin: La streptomycin es un antibiótico que se emplea en la agricultura para controlar enfermedades bacterianas en cultivos como los tomates y las patatas.
Oxitetraciclina: Otro antibiótico que se usa para controlar enfermedades bacterianas en plantas, como el fuego bacteriano en árboles frutales.
Virucidas más populares:
Aceite de Neem: El aceite de neem se utiliza como virucida y pesticida natural en la agricultura. Puede ayudar a controlar ciertas enfermedades virales en las plantas, como el mosaico del pepino.
Ácido Salicílico: El ácido salicílico es un compuesto utilizado para aumentar la resistencia de las plantas a infecciones virales al inducir respuestas de defensa.
Extracto de ajo: El extracto de ajo es conocido por su potencial virucida y se utiliza en la agricultura para combatir virus en plantas.
6. Acaricidas:
Dirigidos a la eliminación de ácaros y garrapatas, que pueden ser dañinos para plantas y animales. Los acaricidas son productos químicos o biológicos utilizados para el control y la eliminación de ácaros, que son pequeños artrópodos relacionados con las arañas y los garrapatas. Los ácaros pueden ser plagas en la agricultura y también pueden causar problemas en la salud humana y animal.
Los más utilizados son:
Amitraz: El amitraz es un acaricida y un insecticida que se usa para controlar garrapatas en el ganado y las mascotas, así como en aplicaciones agrícolas.
Dicofol: El dicofol es un acaricida utilizado para controlar ácaros en cultivos como cítricos, frutas y nueces.
Abamectina: La abamectina es un acaricida y insecticida que se utiliza para el control de ácaros y plagas en una variedad de cultivos, incluyendo frutas, hortalizas y cultivos de campo.
Fenbutatina-óxido: Este acaricida se utiliza en agricultura para controlar ácaros en cultivos como uvas, manzanas y fresas.
Hexitiazox: El hexitiazox es eficaz en el control de ácaros en cultivos como los cítricos, el algodón y los cultivos de hortalizas.
Milbemicina: Se utiliza en productos veterinarios para el control de garrapatas en animales domésticos y ganado.
Spiromesifen: El spiromesifen es un acaricida y insecticida utilizado en cultivos como tomates y pimientos para controlar ácaros y plagas.
Flufenoxurón: Este acaricida se usa en la agricultura para controlar ácaros en cultivos como algodón, soja y frutas.
7. Nematicidas:
Utilizados para el control de nematodos, que son gusanos microscópicos que pueden dañar las raíces de las plantas.
Los más utilizados en la agricultura son:
Fenamifos: El fenamifos es un nematicida utilizado en la agricultura para el control de nematodos en cultivos como el algodón, los cacahuetes y las patatas.
Oxamilo: El oxamilo se emplea en aplicaciones agrícolas y de jardinería para el control de nematodos y otras plagas en una variedad de cultivos, incluyendo hortalizas y frutas.
Carbofurán: El carbofurán es un nematicida y insecticida utilizado en la agricultura para el control de nematodos y plagas en cultivos como el maíz, el arroz y los cítricos.
Metam-sodio: El metam-sodio se utiliza como nematicida y fungicida en la agricultura, especialmente en la desinfección del suelo en viveros y plantaciones.
Abamectina: Aunque es más conocida como un insecticida, la abamectina también tiene actividad nematicida y se usa para controlar nematodos en ciertos cultivos.
Furadan (Carbofurán): Además de su uso como insecticida, el carbofurán en forma de Furadan se utiliza para el control de nematodos en cultivos como el algodón y los cacahuetes.
Aluminio tris (O-etilo fosfonato): Este nematicida se emplea en aplicaciones agrícolas para el control de nematodos en diversos cultivos.
8. Biopesticidas:
Son productos basados en microorganismos, como bacterias, hongos o virus, que actúan de manera selectiva contra plagas específicas y se consideran opciones más amigables con el medio ambiente.
Los Biopesticidas más pupulares son:
Bacillus thuringiensis (Bt): Bt es una bacteria que produce proteínas tóxicas para ciertos insectos. Se utiliza ampliamente para el control de larvas de lepidópteros, como orugas y gusanos, en cultivos como el maíz, el algodón y los vegetales.
Nematodos entomopatógenos: Estos son nematodos beneficiosos que parasitan y matan insectos. Se utilizan para controlar plagas subterráneas, como larvas de escarabajos, en cultivos y césped.
Hongos entomopatógenos: Los hongos como Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae se utilizan para el control biológico de insectos en una variedad de cultivos y plantas ornamentales.
Extracto de aceite de neem: El aceite de neem se deriva del árbol neem y se utiliza como insecticida y repelente de plagas en una amplia gama de cultivos.
Bacterias antifúngicas: Algunas bacterias, como Pseudomonas y Streptomyces, se utilizan para el control biológico de enfermedades fúngicas en plantas.
Hormonas de crecimiento de insectos: Las feromonas y los reguladores de crecimiento de insectos se utilizan para interferir con el desarrollo y el comportamiento de las plagas, como insectos de escamas y pulgones.
Aceites hortícolas: Los aceites de origen vegetal, como el aceite de canola y el aceite de soja, se utilizan para controlar plagas de insectos por asfixia o sofocación.
Extracto de ajo: El extracto de ajo se utiliza como repelente de insectos y como fungicida en la agricultura orgánica.
Extracto de piretro: El piretro es un extracto de flores de crisantemo que se utiliza como insecticida y repelente de plagas en cultivos y en el control de plagas en interiores.
Protocolo de manejo seguro de pesticidas
El uso responsable de pesticidas es esencial para minimizar riesgos. Un protocolo de manejo seguro de pesticidas incluye:
1. Identificación de plagas:
Determine la plaga específica que se va a tratar. El primer paso es identificar la plaga o problema que se pretende controlar. Esto es crucial para seleccionar el pesticida adecuado, ya que diferentes plagas pueden requerir enfoques específicos.
2. Elección del pesticida adecuado:
Seleccione el pesticida más efectivo y seguro para la plaga en cuestión. Se debe elegir un pesticida que sea eficaz contra la plaga identificada y esté etiquetado para su uso en el cultivo o área de aplicación. No todos los pesticidas son igualmente eficaces para todas las plagas.
Consideraciones Ambientales: Es importante considerar el impacto ambiental al seleccionar un pesticida. Algunos pesticidas pueden ser altamente tóxicos para la vida acuática o tener efectos negativos en la biodiversidad.
3. Dosificación y aplicación:
Siga las instrucciones del producto para la dosificación y aplicación adecuada.
Instrucciones de la Etiqueta:
Lectura de la Etiqueta: Antes de usar cualquier pesticida, es esencial leer y comprender completamente la etiqueta del producto. La etiqueta proporciona información crítica sobre el uso adecuado, las precauciones, las dosis recomendadas y los equipos de protección necesarios.
Dosis y Preparación: Siga estrictamente las indicaciones de la etiqueta en lo que respecta a la dosis a aplicar y la preparación del pesticida. No use más pesticida del necesario, ya que esto puede ser perjudicial y contaminar el entorno.
Calibración de Equipos: Asegúrese de que los equipos de aplicación, como pulverizadores, estén calibrados correctamente para garantizar una distribución uniforme del pesticida.
Aplicación:
Condiciones Climáticas: No aplique pesticidas en condiciones climáticas adversas, como fuertes vientos o lluvia, que puedan provocar la deriva del producto.
Zonas de No Aplicación: Establezca zonas de no aplicación para evitar la exposición de personas no autorizadas y para proteger áreas sensibles, como cuerpos de agua.
Limpieza y Descontaminación: Limpie y descontamine los equipos de aplicación después de su uso y deséchelos adecuadamente.
Registro y Documentación: Lleve un registro de las aplicaciones, incluyendo fecha, dosis, condiciones climáticas y plagas tratadas. Esto es importante para futuras referencias y para el cumplimiento de regulaciones.
4. Equipo de protección personal (EPP):
El Equipo de Protección Personal (EPP) es un conjunto de dispositivos y prendas diseñados para proteger la salud y la seguridad de las personas que trabajan con productos químicos peligrosos, incluidos los pesticidas. El uso adecuado del EPP es esencial para minimizar la exposición a productos químicos y reducir el riesgo de intoxicación y lesiones.
Guantes:
Los guantes son esenciales para proteger las manos de los pesticidas y deben ser resistentes a productos químicos específicos. La elección del tipo de guantes depende del pesticida utilizado, y la etiqueta del producto proporcionará recomendaciones específicas. Los guantes deben ser inspeccionados regularmente para detectar signos de desgaste o daño.
Gafas de Protección o Escudos Faciales:
Las gafas de protección o los escudos faciales son necesarios para proteger los ojos de salpicaduras y aerosoles de pesticidas. Deben ajustarse bien y ser resistentes a productos químicos. En algunos casos, se pueden requerir gafas ajustadas o pantallas completas para una protección total.
Mascarilla o Respirador:
En situaciones en las que se generan vapores, aerosoles o polvos de pesticidas, se necesita una mascarilla o un respirador para proteger el sistema respiratorio. La selección del tipo de mascarilla o respirador depende del pesticida y de la concentración de exposición. Es importante seguir las recomendaciones de la etiqueta del producto y recibir capacitación sobre el uso adecuado.
Ropa de Protección:
La ropa de protección incluye trajes, overoles o delantales que cubren el cuerpo y evitan el contacto directo con pesticidas. Deben ser resistentes a productos químicos y estar diseñados para evitar que los pesticidas penetren. Además, deben usarse sobre la ropa de calle y retirarse cuidadosamente después de su uso.
Botas o Cubrezapatos:
Botas resistentes a productos químicos o cubrezapatos protegerán los pies y las piernas de la exposición a pesticidas. Deben ser resistentes al deslizamiento y fáciles de limpiar.
Gorro o Gorra:
El uso de un gorro o una gorra desechable puede ayudar a proteger el cuero cabelludo y la piel de la cabeza contra la exposición a pesticidas.
5. Almacenamiento seguro:
El almacenamiento adecuado de los pesticidas es esencial para garantizar la seguridad de las personas, los animales, el medio ambiente y la eficacia de los productos químicos. Guarde los pesticidas en un lugar seguro, lejos del alcance de niños y animales.
Envases Apropiados:
Envases Originales: Los pesticidas deben ser almacenados en sus envases originales. Estos envases están diseñados específicamente para proteger el producto y están hechos de materiales resistentes a los químicos contenidos en el producto. Al utilizar los envases originales, se garantiza la integridad y la seguridad del producto.
Etiquetado Original: Es fundamental mantener el etiquetado original de los envases, ya que incluye instrucciones de aplicación, información sobre los ingredientes y datos de contacto de emergencia. Esto es esencial para un manejo seguro y adecuado de los pesticidas.
Tapas y Tapones: Los envases originales también están equipados con tapas o tapones diseñados para proteger el contenido y evitar la apertura accidental. Estos cierres son particularmente importantes para prevenir el acceso de niños y mascotas.
Temperatura Apropiada:
Las temperaturas extremas, ya sean muy altas o muy bajas, pueden alterar la química de algunos pesticidas y dañar los envases. Por lo tanto, es fundamental mantener los pesticidas en un rango de temperatura adecuado. Como regla general, la mayoría de los pesticidas se almacenan mejor entre 40-90°F (4-32°C).
Ubicación Apropiada:
Área de Almacenamiento Designada: Designar un lugar específico y exclusivo para el almacenamiento de pesticidas es esencial. Este lugar debe estar bien ventilado y no debe ser accesible para niños y mascotas. Idealmente, se debe utilizar un área que cuente con un cerrojo o candado para mayor seguridad.
Lejos de Fuentes de Alimentación y Agua: Los pesticidas deben mantenerse alejados de alimentos, piensos y fuentes de agua potable, como estanques, arroyos y pozos. Esto es crucial para evitar la contaminación cruzada y la exposición no deseada.
Seguridad Apropiada:
Mantenimiento del Inventario: Trate de mantener su inventario de pesticidas lo más reducido posible. Compre solo la cantidad necesaria para la temporada y mezcle solo la cantidad necesaria para el día. Esto minimiza la cantidad de pesticidas almacenados y reduce el riesgo de acumulación innecesaria.
Eliminación Correcta: Los pesticidas no deseados deben ser eliminados de manera adecuada y segura. No se deben almacenar pesticidas no utilizados de forma indefinida. Siguiendo las instrucciones de eliminación apropiadas, se evita el riesgo de contaminación y exposición no deseada.
No Almacenar en Envases de Alimentos o Bebidas: Nunca almacene pesticidas en envases que hayan contenido alimentos o bebidas. Esto puede llevar a la contaminación y a situaciones peligrosas.
Contenedores Secundarios: Para mayor seguridad, considere almacenar las botellas de pesticidas dentro de contenedores secundarios que puedan contener líquidos en caso de fugas o derrames. Esto ayuda a prevenir la propagación de pesticidas en el caso de un accidente.
6. Eliminación adecuada de envases vacíos:
Recicle o deseche los envases según las regulaciones locales. La eliminación adecuada de envases vacíos de pesticidas es esencial para prevenir accidentes, proteger el medio ambiente y cumplir con las regulaciones de seguridad y ambientales.
Disposición de Pesticidas No Deseados:
Siga las Instrucciones de la Etiqueta: La etiqueta del producto de pesticida proporciona instrucciones específicas sobre cómo desechar el envase y los residuos del producto. Busque la sección de “Almacenamiento y Disposición” en la etiqueta del pesticida, ya que esta información es esencial para la eliminación adecuada.
Almacene Temporalmente: Si tiene pesticidas no deseados, almacénelos temporalmente de manera segura en un lugar adecuado. No los mantenga indefinidamente, ya que esto puede aumentar el riesgo de exposición y accidentes.
Eliminación de Envases Vacíos:
Residuos Domésticos Peligrosos: Si hay residuos en el envase, se debe considerar como un residuo doméstico peligroso. Nunca intente reutilizar un envase de pesticida para ningún propósito, ya que puede haber residuos peligrosos en el interior.
Enjuague Apropiado: Después de vaciar un envase de pesticida, enjuáguelo adecuadamente siguiendo las instrucciones de la etiqueta para su disposición o reciclaje. Asegúrese de usar ropa protectora, como guantes resistentes a productos químicos y protección para los ojos, al enjuagar los envases.
Evite la Contaminación Ambiental: Nunca vierta el agua de enjuague en cualquier desagüe o en cualquier otro lugar que no esté especificado en la etiqueta del producto. La eliminación inadecuada puede contaminar el medio ambiente y el agua.
Uso de Mezclas Sobrantes:
Si mezcló o diluyó un pesticida y le quedó una cantidad sobrante, trate de utilizarlo según lo indicado en la etiqueta. Puede preguntar a un vecino si puede usar cualquier mezcla sobrante si se ajusta a sus necesidades.
Advertencias y riesgos
- Los pesticidas pueden ser tóxicos para los seres humanos y la vida silvestre.
- La exposición prolongada o inadecuada puede causar problemas de salud, como intoxicación aguda o crónica.
- La deriva de pesticidas puede contaminar el agua y el suelo.
Cifras relevantes
- Según la OMS, se estima que cada año, 250,000 a 370,000 personas mueren debido a la exposición a pesticidas en todo el mundo.
- El uso excesivo de pesticidas puede dañar la biodiversidad y afectar negativamente a los polinizadores, como las abejas.
- La industria de pesticidas vale miles de millones de dólares a nivel global.
Conclusión
Los pesticidas son herramientas importantes en la agricultura y la gestión de plagas, pero su uso debe abordarse con responsabilidad. Seguir un protocolo de manejo adecuado, tomar precauciones y fomentar prácticas más seguras es esencial para reducir los riesgos asociados con estos productos químicos.
Recuerda que es esencial investigar y obtener información actualizada sobre pesticidas y regulaciones locales antes de usarlos.
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