Manejo de la Agresividad en Niños
Manejar la agresividad en niños es una tarea que tanto los padres como los hijos deben aprender a hacer. Y es que la agresividad es un comportamiento que ningún padre quiere en sus hijos, pero es una emoción que todas las personas sentimos; la diferencia está en aprender a manejarla, gestionarla y canalizarla para no tener comportamientos inapropiados.
No hay que confundir carácter con agresividad, tampoco hay que pensar que enseñarle a un niño a manejar su agresividad hará que sea un niño “débil”; lo ideal es que el niño aprenda a encontrar un equilibrio entre sus sentimientos y emociones y la forma en la que reacciona ante estos.
Manejo de la Agresividad en Niños
Pausas Obligadas para Corregir Conductas Agresivas
Todos los padres alguna vez se han visto enfrentados a las pataletas de sus hijos, unas más graves que otras; pero cuando la situación se torna agresiva tanto para el niño como para otros a su alrededor, los padres deben tomar posturas firmes e inmediatas para corregir estos comportamientos.
Una técnica muy empleada es la de “pausas obligadas”, es un método de disciplina que ayuda para que el niño se tranquilice; pero también para darle una consecuencia inmediata para su agresión y de esta manera aprendan un buen comportamiento. El tiempo de la pausa obligada es de 1 minuto por cada año de edad.
Antes de hacer una pausa obligada, deberás advertirle al niño que si no cambia su comportamiento o se tranquiliza deberá hacer una pausa obligada. Si esto no pasa, cumple con tu palabra y comienza la pausa.
Deberás llevar al niño a una habitación donde no tenga juguetes y sea un lugar tranquilo y silencioso, explícale cuál fue el comportamiento negativo que lo llevó a ese lugar y dile cuánto tiempo debe permanecer allí.
Si el niño no permanece en la habitación y se levanta, deberás volver a llevarlo hasta allí y comenzar de nuevo el tiempo. Debes decirle al niño que debe permanecer en ese lugar hasta que cumpla el tiempo. Probablemente el niño comenzará con otra pataleta, lo mejor es ignorarlo hasta que se calme, solo si no se hace daño.
Padres: ¿Cómo Manejar las Conductas Agresivas?
1. Siempre los padres deben tomar un momento para pensar antes de actuar, recuerde que los padres son los adultos y el comportamiento de los hijos se debe a la ausencia de herramientas para controlar sus emociones. Por lo tanto, nunca un padre debe responder con más agresividad ante un comportamiento agresivo del niño.
2. Los niños agresivos generalmente son incapaces de expresar sus sentimientos, emociones, no pueden manejar adecuadamente la frustración o la ira, por eso recurren a la agresividad para mostrar su descontento.
Aprender a manejar la agresividad de nuestros hijos es un camino largo, pero, puede comenzar por enseñarle a su hijo a identificar sus emociones y a hablar sin temor para expresarlas.
3. Nunca los padres deberán aceptar el capricho o pataleta del niño solo para que se calme o deje de hacer lo que está haciendo. Más allá de controlar la situación, lo que los padres harían sería alentar el comportamiento inapropiado y además llenarlos de motivos para que lo sigan haciendo cuando se sienten frustrados.
4. Identifica los desencadenantes de los problemas y trata de evitarlos, pero sin evadirlos por completo. Por ejemplo, el niño comienza con sus crisis de agresividad cuando está usando el celular y se le pide ir ya a dormir. Lo que los padres pueden ensayar son varias acciones, por ejemplo, dar advertencias de tiempo “en 20 minutos es la hora de dormir”, “en 10 minutos es la hora de dormir”.
Y también dividir en etapas la tarea, es decir, mientras que el niño esté jugando en el celular, por ejemplo, decirle “pausa un momento y lávate los dientes primero”, más adelante “para un minuto y ponte la pijama”; todas estas pequeñas acciones preparan al niño para la situación final y pueden ayudar a evitar crisis de agresividad.
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