Brasil: ¿De granero a supermercado global?
Bajo el título “Brasil, el nuevo granero”, la revista América Economía publicó este artículo que habla del impresionante futuro que allí tiene el cultivo de soya. ¿Otro carnaval que festejar?
A Shiro Nishimura el futuro le sonríe. Semanas atrás recibió en su fábrica de Pompeia, en el Estado de Sao Paulo, a veinte productores agrícolas de Mato Grosso que cultivan en conjunto más de un millón de hectáreas anuales. Nishimura es presidente de la brasilera Jacto, nacida hace cincuenta y cinco años, la mayor productora de equipos de fumigación de América Latina y una de las cuatro más grandes del planeta. Si las perspectivas de demanda de sus equipos se mantiene, en una década Jacto podría ser líder mundial. Pasa que los hijos de sus antiguos clientes, hoy productores de Mato Grosso, en el oeste de Brasil, están haciendo de esa región un granero para el mundo.
El desplazamiento de la frontera productiva hacia Mato Grosso ha ayudado a que la participación de Brasil en el comercio agropecuario global salte de 3.4% en 1980 a 18.4% en la actualidad. Más aun, la última campaña agrícola arrojó una cosecha de 115 millones de toneladas, 15% más que en el ciclo 2001-02, y la meta es superar los 120 millones en la nueva temporada.
Para ello, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva está echando mano del Plan Safra 2003-2004, que inyectará unos US$11.300 millones al campo. Los agronegocios representan 29% del PIB brasilero, 41% de las exportaciones y 37% del empleo generado en el país, y Lula quiere que esos porcentajes sigan creciendo. “Nuestra agricultura está entre las más competitivas y eficientes del planeta”, dice el ministro de Agricultura Roberto Rodrigues, “y seremos los mayores productores mundiales en doce años”.
Esa pretensión ha hecho que Estados Unidos, la mayor potencia agrícola del mundo, siga de cerca al agro de Brasil. En 1980, Estados Unidos tenía 50% del comercio mundial de soya, el commodity de mayor crecimiento en los últimos veinte años, pero para el 2000 esa participación había caído a 30%, en parte por el crecimiento brasilero. “Es evidente que nunca seremos los reyes mundiales de la soya”, dice Chris Bolling, economista del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda, por sus siglas en inglés).
Con casi 25 millones de toneladas anuales de producción soyera y una superficie de 1.231.549 kilómetros cuadrados -casi el doble del corn belt, el cinturón maicero-soyero de Estados Unidos-, el Mato Grosso es la tentación hecha tierra. En sentido amplio, integra una región de once estados, conocida como el “cerrado”, con 90 millones de hectáreas cultivables, el triple del área agrícola de Argentina, tercer productor mundial de granos. Su productividad promedio de 3 toneladas por hectárea es récord en el mundo, según la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria, Embrapa, y ha hecho que el precio de los campos se triplique en los últimos cinco años hasta US$1.700 por hectárea. “El mundo ha cometido error de subestimar el potencial de esa región”, dice Randy Schenpef, economista de Usda.
Pero no todos han errado la visión. La multinacional brasilero-argentina Bunge instaló allí una filial donde procesa 10 mil toneladas de soya por día, mientras que la productora de pollos y cerdos Willmington Bulk LLC, de Carolina del Sur, compró este año en Brasil 70 mil toneladas de harina de soya. Le resultaba más barato importarlas de Mato Grosso que transportarlas desde el Medio Oeste.
Pero el Mato Grosso no tiene ganado el cielo. Según Eduardo Silberfaden, gerente comercial en la región del gigante de las semillas, Monsanto, Brasil debe destinar mayores recursos a obras de infraestructura, como caminos y represas, pues los problemas logísticos de Mato Grosso han hecho que sus costos operativos sean superiores a los de Argentina, por ejemplo. Los hermanos Andre y Blairo Maggi, considerados los mayores productores de soya del mundo, los conocen de cerca. “Nuestra soya se transporta en camiones hasta Porto Velho, cerca de la frontera con Bolivia”, dicen. “Después navega por barcazas 400 kilómetros hasta la costa norte y desde allí se exporta a Europa y Asia”.
El gobierno brasilero ha visto eso y está empezando a brindar ayuda. Actualmente, invierte US$850 millones en la construcción de la autopista BR 163 para unir la zona con los puertos del Estado de Sao Paulo. Con mejor logística los costos bajarán, pero aún quedará un par de inconvenientes adicionales, que también son críticos. Uno, es el atraso en la renovación de la mecanización agrícola brasilera. Según Normelio Ravanello, direcor de la fabricante de maquinaria agrícola estadounidense Agco Sudamerica, en Porto Alegre, la antigüedad promedio del parque de maquinaria es de doce años. El otro gran conflicto es la erosión, que ya afecta a 100 millones de hectáreas. Según el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, 90% de los suelos que componen en “cerrado” tiene muy baja fertilidad y gran susceptibilidad a la erosión. Se ha comprobado que hay pérdida en la capa arable de 2 a 20 toneladas por hectárea y por año y que las prácticas conservacionistas son incipientes, lejos de las estadounidenses y argentinas.
Paren de parar
Los demás inconvenientes para la potencialidad agrícola brasilera están fuera del país. Son conocidos: restricciones sanitarias, barreras arancelarias y subsidios de los países desarrollados a la producción primaria. Eso ha afectado también el negocio de carnes de Brasil, que aun así este año se podría convertir en el primer exportador mundial de carne bovina, superando a Australia y Estados Unidos, de acuerdo con la Confederación de la Agricultura Pecuaria del país.
Tras el fracaso de las negociaciones en Cancún para eliminar los subsidios y ayudas a la agricultura en las economías desarrolladas, Brasil tendrá restricciones para incrementar sus exportaciones en lo inmediato a las economías centrales. Y también a China, un mercado que lo atrae en buen grado. A pesar de que China comparte sus reclamos agrícolas, impone restricciones al ingreso de aceites vegetales y soya transgénica. Posiblemente, China acceda a levantar en noviembre sus barreras a la soya, pero eso podría beneficiar más a fuertes productores de organismos genéticamente modificados (OGM), como Argentina y Estados Unidos que a Brasil.
Sucede que Brasil dio una autorización limitada para la siembra de transgénicos. Hasta ahora el debate alrededor de sus implicaciones sanitarias ha desplazado al de los beneficios comerciales de los OGM. Eso aun cuando la justicia habilitó la realización de eventos biotecnológicos y, de hecho, las autoridades no pueden controlar el ingreso ilegal de semillas desde Argentina, que ya serían usadas en 60% de los sembradíos al sur de Brasil. La indecisión tiene en vilo a Monsanto, la mayor productora mundial de OGM, Embrapa, la Fundación MT y la Cooperativa Coodetec, que poseen cuarenta y cinco variedades de soya transgénica listas para entrar al mercado.
No es una cuestión menor. Dada la enorme productividad del los OGM, el Mato Grosso podría pasar de granero a supermercado global. Con eso, Brasil tendría otro carnaval que festejar.
Razones de las buenas cosechas
¿A qué se debieron los muy buenos resultados de la última cosecha brasilera de soya y maíz? Según Carlos Eduardo Tavares, economista de la Compañía Nacional de Abastecimiento, Conab, en respuesta a Avicultores, en el caso de la oleaginosa, a un incremento de la demanda internacional, principalmente por parte de China, y al revés de la producción de Estados Unidos, con resultados del intenso verano, todo lo cual mejoró los precios en el mercado externo e incentivó la producción. Con relación al maíz -agregó-, el año pasado el verano seco perjudicó los cultivos, gracias a lo cual los precios internos aumentaron y hubo un mayor interés por las siembras. Para este año, el clima fue favorable, lo que se tradujo en un buen desempeño de la cosecha y en un incremento de la demanda interna, causado por el aumento de las exportaciones de pollo. Los agricultores brasileros en estos dos últimos años tienen una elevada capitalización e inversión en tecnología para la mejora de la productividad.
BRASIL: COMPARATIVO, AREA, RENDIMIENTO, PRODUCCIÓN
Area (miles ha) | Rend. (k x ha) | Produc. (miles ton) | |||||||
Cose. 01/02 |
Cose. 02/03 |
Var. % |
Cose. 01/02 |
Cose. O2/03 |
Var. % |
Cose. 01/02 |
Cose. 02/03 |
Var. % |
|
Soya | 16.329.0 | 18.475.6 | 13.1 | 2.567 | 2.818 | 9.8 | 41.916.9 | 52.066.6 | 24.2 |
Maíz | 12.318.8 | 13.234.2 | 7.4 | 2.864 | 3.580 | 25.0 | 35.280.7 | 47.384.0 | 34.3 |
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO