Dieta de Eliminación: En Qué Consiste y Cómo Hacerla

Dieta de Eliminación

La dieta de eliminación es aquella que nos sirve para identificar las intolerancias a alimentos que pudiéramos tener, a través de la prueba y el error. Ten presente que no es una dieta para bajar de peso y que sí y solo sí se debe realizar si se tiene la sospecha que sufres de una intolerancia alimentaria.

Recuerda siempre que se debe realizar bajo una supervisión médica, el nutricionista o profesional de la salud será quien te de las pautas para realizar tu dieta de eliminación. Aquí solo te vamos a explicar cómo funciona.

Intolerancias Alimenticias

Lo primero es saber qué es una intolerancia alimenticia y las consecuencias en nuestro cuerpo, para así poder comprender mejor el objetivo de la dieta de eliminación. La intolerancia alimenticia son unas reacciones negativas que hace nuestro cuerpo ante la presencia de cierto alimento, que a su vez no puede ser metabolizado, digerido o asimilado correctamente.

Es importante aclarar que la intolerancia alimenticia es diferente a una alergia alimenticia, pueden provocar síntomas parecidos, pero son afecciones diferentes. Una alergia por alimentos afecta directamente el sistema inmunológico haciéndolo reaccionar gravemente incluso hasta la muerte.

En cambio, una intolerancia alimenticia hace que la persona se sienta mal provocando síntomas como diarrea, retortijones abdominales, gases, náuseas, dolor de cabeza, irritabilidad o nerviosismo, entre otros. Esto pasa, porque el alimento específico provoca irritación en el sistema digestivo y porque, el cuerpo de la persona afectada no puede digerir correctamente ese o esos alimentos.

Pero, ¿por qué ocurre la intolerancia? Como lo explicamos antes, resulta que el cuerpo de la persona afectada es incapaz de digerir bien el alimento haciendo que éste o partes de sus componentes se acumulen provocando una reacción inflamatoria. (Lee también: Dieta Baja en Carbohidratos)

Una intolerancia alimenticia puede provocar diferentes tipos de reacciones:

1. Gastrointestinales: síndrome del colon irritable, gases, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, distensión abdominal, reflujo o náuseas.
2. Dermatológicos: acné, erupciones cutáneas, picor, urticaria, psoriasis o eczema.
3. Respiratorios: rinitis, sinusitis, asma o dificultad respiratoria.
4. Neurológicos y psicológicos: dolor de cabeza, mareo, vértigo, migraña, hiperactividad, ansiedad, letargo o depresión.
5. Musculares: dolor articular, fatiga, cansancio, fibromialgia, artrosis o artritis.

¿Cómo Hacer la Dieta de Eliminación?

Durante 2 a 3 semanas se deben eliminar por completo de la alimentación alimentos que son sospechosos de provocar la intolerancia, más adelante te decimos cuáles son.

Una vez pasan estas semanas, deberás comenzar a introducir un alimento de cada grupo y esperar hasta máximo 48 horas a ver si hay una reacción adversa en tu cuerpo.

Si pasan las 48 horas y no tienes ninguna reacción, quiere decir que no sufres de intolerancia alimenticia a ese alimento y deberás continuar con la lista. Siempre uno por uno esperando las 48 horas para lograr identificarlo.

Es importante que primero pasen las 3 semanas sin que consumas estos alimentos para que tu cuerpo logre “desintoxicarse” de las posibles causas y así tener resultados más certeros y confiables. Recuerda que la intolerancia se produce porque el organismo no logra digerir el alimento, así que debes darle tiempo de que lo pueda eliminar completamente. (Lee también: Dieta South Beach)

Alimentos Frecuentes que Provocan Intolerancia

1. Pescados y mariscos
2. Carne
3. Huevos
4. Lácteos
5. Frutos secos y semillas
6. Cítricos
7. Gluten y granos que lo contengan como trigo, centeno, espelta, cebada y avena
8. Mayonesa, mantequilla o margarina y en general grasas hidrogenadas
9. Legumbres incluyendo la soya
10. Tomates, berenjenas, papas y pimientos
11. Dulces y azúcar
12. Café, té y cualquier bebida que contenga cafeína
13. Especias

Alimentos Seguros durante la Dieta de Eliminación

1. Verduras menos las que se mencionaron antes
2. Frutas que no sean ácidas o cítricas
3. Leche de arroz o de coco
4. Arroz
5. Aceite de oliva, aceite de coco o aceite de lino
6. Pimienta negra
7. Vinagre
8. Té sin cafeína

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