Esquizofrenia

Tratamiento trastorno del sueño

¿Qué es la esquizofrenia?

Trastorno Mental

Esquizofrenia es un trastorno mental del grupo de los trastornos psicóticos, que cursa con alteraciones en el pensamiento, percepción, afecto y comportamiento. Su frecuencia en la población es del 1%, esto quiere decir que, de cada 100 personas, 1 tendrá esquizofrenia. Se presenta igual en hombres y mujeres, no tiene ninguna relación con clases sociales y su inicio generalmente es en adultos jóvenes, aunque puede diagnosticarse a cualquier edad.

Es una condición de salud crónica (para toda la vida), generalmente se manifiesta por periodos que alternan crisis o exacerbaciones de los síntomas, seguidos de un periodo asintomático o de remisión.

No se conoce la causa específica, pero los estudios practicados hasta el momento concluyen que es el resultado de la acción de múltiples facto­res. Entre ellos: genéticos, biológicos (alteraciones en la actividad de sus­tancias llamadas neurotransmisores que están involucradas en funciones cerebrales) y ambientales.

Es una enfermedad que no tiene cura definitiva, pero el tratamiento que se describirá más adelante puede ayudar a la recuperación, mantenerse libre de síntomas, mayor inclusión en la sociedad y mejor calidad de vida.

(Lea También: Tratamiento de la Esquizofrenia)

¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?

La esquizofrenia pertenece al grupo de trastornos psicóticos. Este término comprende un grupo de síntomas positivos (más productivos, como las alucinaciones y los delirios) y otros negativos (como el apagamiento y el afecto aplanado) que se describirán a continuación:

  • Alucinaciones: alteraciones en la percepción, en las cuales se oyen voces o se ven o sienten cosas que no existen y que los demás no pueden percibir.
  • Ideas delirantes: creencias que no están acordes con la realidad, que son falsas, pero se creen como verdaderas y reales, a pesar de que no son compartidas con nadie más.
  • Lenguaje disgregado o incoherente: en ocasiones, se comunica de forma desorganizada o incomprensible para otros.
  • Cambios en el comportamiento: los síntomas mencionados previamente pueden generar incomodidad al sentirse rodeado de muchas personas. Lo que puede llevar al aislamiento. También puede generar conductas agresivas o desorganizadas.
  • Síntomas negativos: puede haber dificultades para expresar su afec­to, por lo que se evidenciará un afecto aplanado, o puede presentar­se falta de motivación o energía para practicar actividades, conti­nuar con hábitos como cuidar de sí mismo o intereses que existían previamente.
  • Cambios en las emociones: se pueden presentar sensaciones de mie­do, irritabilidad, ansiedad o tristeza, relacionados generalmente con la presencia de los otros síntomas ya mencionados.

¿Cuáles son los signos de alarma para consultar?

La existencia de alguno de los síntomas descritos en la pregunta anterior debe alarmar a los familiares o a la persona que los experimenta, porque son anteriores a una posible crisis. Estos síntomas se pueden acompañar de otros aspectos que se mencionarán a continuación:

  • Cambios en las actividades diarias normales, en el trabajo, estudio, familia, etc., que persisten por unos días. Ejemplo: pierden el gusto por ir al trabajo o desinterés repentino.
  • Abandono o exceso en hábitos usuales, como el aseo y el cuidado personal.
  • Cambios persistentes en los patrones de alimentación (comer en exceso, desinterés por la comida, ansiedad).
  • Cambios en los hábitos de sueño-insomnio.
  • Soliloquios (hablar solo).
  • Escribir en exceso y en desorden.

Nota: Si usted como familiar observa alguno de estos síntomas, tranquilice al paciente y solicite una cita de control. Es importante decirle al paciente que aun cuando él experimenta dichos síntomas como reales, estos hacen parte de su dificultad o enfermedad y que se van a tratar para que él se sienta mejor.

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