Agitación y Manejo del Personal Médico para Controlar el Paciente con Esquizofrenia

Destrezas Sociales - Esquizofrenia

¿Qué es la agitación y cuál es el mejor manejo que puede aplicar el personal médico para controlar el paciente?

la agitación psicomotora es un estado en el cual hay aumento de la actividad física y el paciente con esquizofrenia puede observarse irritable y tornarse agresivo; así, se vuelve un riesgo no solo para sí mismo, sino para quienes lo rodean. Estos periodos, conocidos como crisis, hacen parte natural de la esquizofrenia.

Por esta razón, es necesario que el personal médico controle dicha situa­ción y para esto dispone de varias herramientas.

En primer lugar, debe intentar tranquilizar verbalmente al paciente; sin embargo, existen cir­cunstancias en las cuales esta intervención no funciona y es necesario in­yectar un medicamento (intramuscular o intravenoso).

Existen diferentes alternativas, entre las cuales escogeráel médico, según sea el estado de salud del paciente y su estado clínico al momento de la aplicación.

Cuando estos periodos de crisis ocurran en casa o en espacios diferentes al hospital, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • No enfrentar al paciente ni hacer movimientos fuertes con las manos.
  • No subir la voz.
  • Manténgase al mismo nivel.
  • Solicite el servicio de ambulancia con personal especializado

¿Existe una alternativa para el tratamiento a largo plazo (una vez el paciente se encuentra estable y fuera de la crisis) diferente al medicamento oral?

Una vez el paciente se encuentra recuperado de una crisis y ha recibido medicamento por vía oral, es necesario continuar el tratamiento a largo plazo.

Para esto, el médico psiquiatra puede plantear como alternativa, particularmente para quien no toma los medicamentos juiciosamente, los llamados antipsicóticos de depósito.

Estos medicamentos se utilizan inyectados (generalmente en el glúteo) y tienen la particularidad de no ser necesaria su aplicación diaria, dado que se liberan de manera sosteni­da en el cuerpo (la frecuencia, dosis y medicamento serán escogidos de acuerdo con la recomendación médica y las características particulares de cada caso).

En algunos casos podrían considerarse si el paciente los prefiere. Es importante resaltar que este tipo de tratamiento no debe utilizarse en los momentos de crisis.

(Lea También: Enfoque Tratamiento de Pacientes con Esquizofrenia)

¿Existen métodos complementarios al tratamiento farmacológico que puedan ayudar a afianzarlo?

El tratamiento de los pacientes con esquizofrenia debe incluir estrategias no farmacológicas, tanto en fase aguda como de mantenimiento, que serán sugeridas luego de una evaluación individual por médicos tratan­tes.

Dentro de las opciones de psicoterapia recomendadas están: psico­educación, terapia comportamental, entrenamiento en destrezas sociales e intervenciones familiares.

Adicionalmente, la terapia ocupacional es recomendada de manera hospitalaria y ambulatoria en el marco de una modalidad de atención.

La psicoeducación permite informar sobre puntos clave de la enferme­dad, como el diagnóstico, tratamiento, pronóstico, mecanismos de afron­tamiento y derechos, para permitirle de esta manera apropiarse de su enfermedad y hacerlo partícipe del proceso, de forma que logre no solo comprender, sino manejar sus síntomas.

Adicionalmente, la psicoeduca­ción puede reforzar aspectos que aporten al proceso integral de recupe­ración, como la necesidad de seguir las indicaciones médicas y la toma juiciosa (tal y como fue formulada) de los medicamentos. Esta estrategia puede ser dirigida no solo a los pacientes, sino a sus familias, quienes pue­den facilitar su recuperación.

La terapia cognitivo-comportamental consiste en múltiples técnicas y estrategias para el análisis y el trabajo sobre los sentimientos, pensamientos y conductas del paciente (es necesaria su participación activa).

Su objetivo es comprender algunos síntomas, identificar aquellas creencias y comportamientos erróneos para corregirlos, cambiar los patrones habituales de pensar y desarrollar esquemas alternativos.

El entrenamiento en destrezas y habilidades sociales tiene como objetivo:

Mejorar algunos aspectos que les permitan a los pacientes relacionarse con otros. Dentro de los elementos por trabajar pueden encontrarse el con­tacto visual, el lenguaje corporal, el discurso y el autocuidado.

Otras áreas que este enfoque permite trabajar son el manejo de medicamentos, la recreación y la posibilidad de pensar en un futuro laboral. El entrenamiento en destrezas sociales es una de las técnicas de la terapia cognitivo-comportamental.

Las intervenciones familiares, tanto en lo ambulatorio como en lo hospitalario, permiten involucrarlos en el proceso; así, se mantendrán informados y podrán participar en la recuperación. Principalmente, se aplica por medio de la psicoeducación.

Adicionalmente, se utilizan para disminuir el estrés relacionado con la enfermedad mental, disminuir las expresiones de rabia y culpa por parte de los familiares, manejar las expectativas fren­te al tratamiento y pronóstico. Se ha demostrado que incluir a la familia en estos procesos logra modificar algunas características de la enferme­dad y el futuro del paciente.

Por otro lado, la terapia ocupacional intenta permitir al paciente relacionarse y comunicarse mejor con otros en el ámbito social, de manera que logre participar en actividades y en el logro de diferentes metas.

Estas actividades contribuyen a mejorar el funcionamiento social del pacien­te, a optimizar sus habilidades para reintegrarse nuevamente a una vida productiva.

La frecuencia con la cual se practique cada una de estas intervenciones depende de la evaluación y evolución clínica de cada paciente.

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