Remedios caseros para quitar la gastritis

La gastritis provoca síntomas como dolor de estómago, ardor, indigestión, entre otros, que se pueden tratar o curar con remedios caseros para la gastritis como infusiones con jengibre, batidos de perejil o té de regaliz.

Antibióticos naturales para la inflamación de la mucosa gástrica

Ahora vamos a hablarte de una enfermedad del estómago muy común en la población mundial, como es la gastritis. Qué es, síntomas, tipos, causas, consecuencias, los principales remedios caseros para la Gastritis o inflamación de la mucosa gástrica y sus tratamientos.

¿Qué es la gastritis?

La gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago. Puede ser aguda, lo que significa que se desarrolla repentinamente y es de corta duración, o crónica, lo que implica una inflamación prolongada que puede durar meses o incluso años.

La gastritis puede ser causada por varias razones, como infecciones bacterianas, el uso prolongado de ciertos medicamentos, el consumo excesivo de alcohol, el estrés crónico, el tabaquismo y otros factores. Es importante buscar atención médica si experimentas síntomas persistentes de gastritis para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento apropiado. (Lee también: Remedios Caseros para la Diarrea)

Síntomas de la gastritis

La gastritis puede manifestarse con una variedad de síntomas, que pueden variar en intensidad y duración dependiendo de la causa subyacente y del tipo de gastritis que se esté experimentando.

Dolor abdominal: el dolor abdominal es uno de los síntomas más frecuentes de la gastritis. Este dolor puede ser descrito como una sensación de ardor o punzada en la parte superior del abdomen, justo debajo del esternón. El dolor puede empeorar después de comer o durante la noche.

Indigestión: también conocida como dispepsia, la indigestión se caracteriza por una sensación de malestar o plenitud en la parte superior del abdomen. Puede ir acompañada de hinchazón, eructos frecuentes y sensación de saciedad temprana al comer.

Acidez estomacal: la acidez estomacal, o pirosis, es una sensación de ardor que se experimenta en la parte superior del abdomen o en el pecho, detrás del esternón. Este síntoma es más común después de comer o al acostarse.

Náuseas y vómitos: la gastritis puede provocar sensación de náuseas, que a veces puede llevar al vómito. Estos síntomas pueden ser intermitentes o persistentes y pueden empeorar después de consumir alimentos irritantes o grasos.

Pérdida de apetito: algunas personas con gastritis pueden experimentar una disminución del apetito, lo que puede provocar pérdida de peso no deseada.

Sensación de ardor o dolor en la garganta: el reflujo ácido asociado con la gastritis puede causar irritación en la garganta, lo que resulta en una sensación de ardor o dolor al tragar.

Heces oscuras o con sangre: en casos graves de gastritis, especialmente aquellos causados por úlceras o hemorragias, las heces pueden volverse oscuras y alquitranadas debido a la presencia de sangre digerida.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas con gastritis experimentarán todos estos síntomas, y la gravedad puede variar ampliamente de una persona a otra.

Tipos de gastritis

La gastritis es una afección que afecta al revestimiento del estómago y puede presentarse en diferentes formas, lo que lleva a la clasificación de distintos tipos de gastritis. Estos tipos pueden variar en términos de causa, duración, gravedad y patología subyacente:

Gastritis aguda

Este tipo de gastritis se desarrolla repentinamente y puede ser causado por irritantes como el consumo excesivo de alcohol, el uso prolongado de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), infecciones bacterianas (como Helicobacter pylori) o enfermedades autoinmunes.

Los síntomas suelen ser intensos y pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos, sensación de plenitud, indigestión y pérdida del apetito. La gastritis aguda puede mejorar rápidamente con el tratamiento adecuado y la eliminación del factor desencadenante.

Gastritis crónica

La gastritis crónica implica una inflamación prolongada del revestimiento del estómago, que puede persistir durante meses o incluso años.

Las causas comunes incluyen infección por Helicobacter pylori, consumo excesivo de alcohol, consumo prolongado de ciertos medicamentos, trastornos autoinmunes y enfermedades crónicas como la enfermedad de Crohn.

Los síntomas pueden ser menos evidentes que en la gastritis aguda y pueden incluir dolor abdominal intermitente, indigestión, acidez estomacal y sensación de plenitud después de comer. La gastritis crónica puede aumentar el riesgo de úlceras estomacales y cáncer gástrico si no se trata adecuadamente.

Gastritis erosiva

Este tipo de gastritis implica la erosión del revestimiento del estómago debido a factores como el uso prolongado de AINE, consumo excesivo de alcohol, estrés extremo o infecciones graves.

Los síntomas pueden incluir dolor abdominal intenso, sangrado gastrointestinal, vómitos con sangre o material similar al café molido y heces oscuras y alquitranadas. La gastritis erosiva puede ser una emergencia médica y requerir atención inmediata para prevenir complicaciones graves como hemorragias internas.

Gastritis autoinmune

En este tipo de gastritis, el sistema inmunológico ataca por error las células del revestimiento del estómago, lo que lleva a una inflamación crónica.

La gastritis autoinmune a menudo se asocia con otras enfermedades autoinmunes como la enfermedad celíaca, la tiroiditis autoinmune y la diabetes tipo 1. Los síntomas pueden variar, pero pueden incluir fatiga, anemia por deficiencia de hierro, pérdida de peso inexplicable y dolor abdominal intermitente.

Estos son solo algunos de los tipos más comunes de gastritis, pero existen otras formas menos frecuentes que también pueden ser causadas por factores como infecciones virales, infecciones parasitarias o reacciones alérgicas a ciertos alimentos.

Causas de la gastritis

La gastritis es una afección común que puede ser causada por una variedad de factores, que van desde el estilo de vida y la dieta hasta infecciones bacterianas y enfermedades autoinmunes.

Infección por Helicobacter pylori

Helicobacter pylori es una bacteria que puede infectar el revestimiento del estómago y causar inflamación, lo que lleva a la gastritis.

Esta bacteria es una de las principales causas de gastritis crónica y úlceras pépticas. Se estima que aproximadamente la mitad de la población mundial está infectada con H. pylori, aunque no todas las personas desarrollarán síntomas de gastritis.

Uso de Medicamentos Antiinflamatorios no Esteroides (AINE)

Los AINE, como el ibuprofeno, el naproxeno y la aspirina, son conocidos por irritar el revestimiento del estómago y aumentar el riesgo de desarrollar gastritis y úlceras gástricas. El uso prolongado o en dosis altas de estos medicamentos puede dañar la mucosa gástrica y provocar inflamación.

Consumo excesivo de alcohol

El consumo excesivo y crónico de alcohol puede irritar el revestimiento del estómago y provocar inflamación, lo que contribuye al desarrollo de la gastritis. El alcohol puede aumentar la producción de ácido estomacal y dañar la mucosa gástrica, lo que hace que sea más susceptible a la inflamación y la irritación.

Estrés crónico

Si bien el estrés en sí mismo no causa directamente gastritis, puede desencadenar o empeorar los síntomas en personas que ya tienen la afección. El estrés crónico puede aumentar la producción de ácido estomacal y afectar la función del sistema inmunológico, lo que puede predisponer a la inflamación del revestimiento gástrico.

Reflujo biliar

El reflujo biliar ocurre cuando los fluidos digestivos, incluidos los ácidos biliares, retroceden desde el intestino hacia el estómago. La exposición repetida a los ácidos biliares puede dañar el revestimiento del estómago y contribuir al desarrollo de la gastritis.

Trastornos autoinmunes

Algunas enfermedades autoinmunes, como la enfermedad de Crohn y la tiroiditis autoinmune, pueden causar gastritis autoinmune. En la gastritis autoinmune, el sistema inmunológico ataca por error las células del revestimiento del estómago, lo que lleva a la inflamación crónica.

Factores dietéticos

El consumo excesivo de alimentos picantes, ácidos o grasos, así como el consumo de alimentos contaminados, también pueden contribuir al desarrollo de la gastritis en algunas personas. Una dieta poco saludable y desequilibrada puede aumentar la susceptibilidad a la inflamación y el daño del revestimiento gástrico.

Es importante tener en cuenta que estas causas pueden interactuar entre sí y que la gastritis a menudo es el resultado de una combinación de factores. Identificar y tratar la causa subyacente es fundamental para el manejo efectivo de la gastritis y la prevención de complicaciones a largo plazo.

Consecuencias de la gastritis

La gastritis es una afección que puede tener varias consecuencias si no se trata adecuadamente o si se deja sin control durante un período prolongado. Estas consecuencias pueden variar desde molestias leves hasta complicaciones graves. Por ejemplo:

Úlceras gástricas

La inflamación crónica del revestimiento del estómago puede aumentar el riesgo de desarrollar úlceras gástricas.

Las úlceras son áreas de erosión en el revestimiento del estómago que pueden causar dolor abdominal, sangrado gastrointestinal y otros síntomas molestos. Si no se tratan, las úlceras gástricas pueden aumentar el riesgo de complicaciones graves, como hemorragias internas o perforaciones del estómago.

Anemia por deficiencia de hierro

La gastritis crónica puede interferir con la absorción de hierro en el intestino delgado, lo que puede llevar a la anemia por deficiencia de hierro. La anemia por deficiencia de hierro puede causar síntomas como fatiga, debilidad, palidez, falta de aliento y mareos.

Hemorragia gastrointestinal

En casos graves de gastritis, especialmente en la gastritis erosiva, puede ocurrir sangrado en el revestimiento del estómago.

La hemorragia gastrointestinal puede manifestarse como vómitos con sangre, heces oscuras y alquitranadas, o como sangre roja brillante en las deposiciones. Asimismo, la hemorragia gastrointestinal es una complicación grave que requiere atención médica inmediata.

Cáncer gástrico

Aunque es menos común, la gastritis crónica puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar cáncer gástrico a largo plazo, especialmente en casos de gastritis atrófica (donde hay una pérdida de células del revestimiento del estómago).

La inflamación crónica puede dañar el ADN de las células gástricas y aumentar el riesgo de mutaciones que pueden llevar al desarrollo de cáncer.

Malestar digestivo crónico

La gastritis crónica puede causar malestar digestivo persistente, como dolor abdominal, indigestión, acidez estomacal, sensación de plenitud después de comer, náuseas y vómitos.

Este malestar puede afectar significativamente la calidad de vida y la capacidad para realizar actividades diarias.

Complicaciones nutricionales

La gastritis crónica puede interferir con la absorción de nutrientes importantes, como las vitaminas B12 y C, el hierro y los ácidos grasos.

La deficiencia de nutrientes puede provocar una variedad de problemas de salud, incluida la fatiga, la debilidad muscular, los problemas de la piel y el cabello, y el deterioro del sistema inmunológico. (Te puede interesar también: Remedios Caseros para el Dolor de Estómago)

Remedios caseros naturales para la gastritis

Las principales plantas medicinales para la Inflamación de la Mucosa Gástrica son:

Regaliz; preparar un té con la raíz seca que te ayuda a combatir la bacteria H. Pylori.

Jengibre; preparar tes o jugos. Mesclar con un trocito de raíz de jengibre con 2 zanahorias, 4 de apio y media manzana.

Agua con limón; se deja de producir los jugos gástricos por la acidez y sanar las ulceras.

Cebada y lino; en un vaso de agua vierte 1 cucharada de linaza o con el agua de cebada, deja reposar por 12 horas y tomar.

Papa cruda; pelar una, se muele, mezclar en un vaso de agua, pasar toda la noche, al otro día colar y tomar para obtener gran alivio.

Jugos y batidos de frutas; puedes licuar papaya con una taza de leche, y un banano, también puedes mezclar 4 hojas de chaya, ½ cebolla, ½ de jugo de naranja, 1 penca de sábila y tomar 2 veces por semana. Asimismo, agua de coco en todo el día.

Gelatina sin sabor; tomar una taza del mismo con agua en ayuda, al medio día o al dormir, ayuda a combatir la acidez.

Perejil; preparar un batido con un manojo del mismo, licuar y tomar 3 veces al día.

Zumo de col o repollo; licuar con poca agua el repolla, colar y tomar 2 tazas diarias. También, consumir repollo rallado en las ensaladas.

Alimentos recomendados; pasta, arroz, pan blanco, verduras cocidas, pescados, bebidas sin cafeína, lactaos desnatado, cernes magros y otros.

Definitivamente, las principales medidas y tratamientos para la Gastritis son: (educación, estilo de vida saludable, no a la ingesta de alcohol, no al cigarrillo, probióticos, vitaminas B12, antibióticos, suspender medicamentos que causan gastritis, higiene personal y ambiental, fitoterapia y acudir al médico especialista).

¿Qué puedo tomar para la gastritis en la noche?

Si experimentas síntomas de gastritis por la noche, es importante tomar medidas para aliviar el malestar y promover la curación del revestimiento del estómago. Pueden ser:

Antiácidos

Los antiácidos de venta libre, como el hidróxido de aluminio, el hidróxido de magnesio o el carbonato de calcio, pueden ayudar a neutralizar el exceso de ácido estomacal y aliviar la acidez y la sensación de ardor.

Toma el antiácido según las instrucciones del envase, preferiblemente 1 a 2 horas después de comer o antes de acostarte para evitar el reflujo ácido durante la noche.

Protectores del estómago

Los medicamentos recetados o de venta libre que ayudan a proteger el revestimiento del estómago, como los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, esomeprazol, pantoprazol) o los antagonistas H2 (ranitidina, famotidina), pueden reducir la producción de ácido estomacal y promover la curación de la mucosa gástrica.

Toma estos medicamentos según las indicaciones de tu médico, generalmente antes de acostarte o por la mañana antes del desayuno.

Antiácidos Líquidos o Suspensiones

Algunos antiácidos vienen en forma líquida o en suspensión, lo que puede ser útil si tienes dificultades para tragar tabletas o cápsulas. Sigue las instrucciones de dosificación proporcionadas en el envase o según lo recomendado por tu médico.

Agua o leche

Beber un vaso de agua o leche puede ayudar a diluir y neutralizar el ácido estomacal, lo que puede proporcionar alivio temporal. Sin embargo, evita la leche si tienes intolerancia a la lactosa o si notas que empeora tus síntomas de gastritis.

Hierbas y tisanas

Algunas hierbas como la manzanilla, la menta y la raíz de regaliz pueden tener propiedades calmantes para el estómago y ayudar a reducir la inflamación. Prepara una infusión o té de hierbas suave y sin cafeína para beber antes de acostarte.

Evita alimentos picantes, ácidos y grasos antes de dormir

Evita comer alimentos picantes, ácidos, grasos, fritos o irritantes varias horas antes de acostarte, ya que pueden empeorar los síntomas de la gastritis y provocar reflujo ácido durante la noche.

¿Qué fruta es buena para combatir la gastritis?

Para combatir la gastritis, es importante elegir frutas que sean suaves para el estómago y que no aumenten la acidez estomacal ni irriten el revestimiento gástrico. Por ejemplo, las manzanas son una excelente opción para la gastritis debido a su contenido de pectina, una fibra soluble que puede ayudar a absorber el exceso de ácido estomacal y proteger el revestimiento del estómago. Opta mejor por las manzanas cocidas o al horno en lugar de crudas, ya que estas últimas pueden ser más difíciles de digerir.

Otra opción son los plátanos son suaves para el estómago y pueden ayudar a recubrir y proteger la mucosa gástrica debido a su contenido de pectina y mucílago. Además, los plátanos contienen potasio, que puede ayudar a equilibrar los niveles de electrolitos en el cuerpo.

Las peras son frutas suaves y suaves para el estómago que pueden proporcionar alivio a las personas con gastritis. Prefiere las peras maduras y peladas para facilitar la digestión.

La papaya contiene enzimas digestivas naturales, como la papaína, que pueden ayudar a descomponer los alimentos y facilitar la digestión. Además, la papaya es rica en fibra y vitamina C, lo que puede ayudar a promover la salud del sistema digestivo.

También puedes optar por la sandía. Tiene un alto contenido de agua, lo que puede ayudar a hidratar el cuerpo y aliviar la irritación del revestimiento gástrico. Evita consumir sandía en exceso, ya que su contenido de azúcar puede ser alto y puede causar molestias en algunas personas con gastritis.

Los melocotones y albaricoques maduros y suaves pueden ser bien tolerados por algunas personas con gastritis. Estas frutas son ricas en fibra, antioxidantes y vitaminas, lo que puede beneficiar la salud digestiva en general.