Prebase o Primer: Todo lo Que Debes Saber
La prebase o primer, es un producto muy de moda, que nos ayuda a tener un mejor acabado en nuestra piel, preparándonos para el maquillaje.
No te confundas porque el nombre sea diferente, en realidad es el mismo producto, la prebase es el nombre en español y primer el nombre en inglés, pero sus funcionalidades y beneficios son los mismos.
Usarla es muy fácil, solo debes aplicar un push pequeño sobre la yema de tus dedos y luego lo extiendes por todo el rostro, incluye los párpados y si quieres los labios para que el labial también fije mejor. Si necesitas poner más prebase hazlo sin temor, puedes aplicar incluso varias capas para tener un efecto más natural.
Es importante escoger una prebase de acuerdo a tu tipo de piel, para las pieles grasas se recomiendan primers que sean libres de aceite y tengan acabado mate que ayude a controlar el brillo. Las pieles secas uno que tenga también efecto hidratante y en general para cualquier tipo de piel, que tengan protección solar.
¿Por qué incluir la prebase o primer en tu maquillaje?
Te vamos a contar las mejores razones para hacerlo, después de que las conozcas, saldrás a comprar uno de inmediato:
1. Su aplicación mejora el aspecto en general de nuestra piel, incluso después de usarla, no es necesario que uses base o polvos. La prebase ayuda a suavizar líneas de expresión y los poros, mientras que disimula los enrojecimientos.
2. Deja un acabado mate en nuestra piel, así que es un excelente aliado para las pieles grasas y mixtas; además, es un producto sin aceite.
3. Trabajan con micro-correctores o partículas reflectantes que le aportan luz a las zonas más oscuras del rostro.
4. Existe un primer especial para las ojos, pues ayuda a fijar mejor el maquillaje, algunos son a prueba de agua y en general, ayudan a que la sombra de ojos se fije por más tiempo.
¿En qué momento se debe usar?
Es el 5to paso de tu rutina de cuidado facial y maquillaje, te vamos a contar todos los pasos para cuidar tu piel y prepararla para el maquillaje:
1. Limpieza: es vital para mantener la piel saludable. Debes limpiar tu rostro de acuerdo a tu tipo de piel, para las pieles mixtas a grasas, se aconsejan texturas suaves como aguas, geles, espumas o sueros. Para las pieles secas o sensibles es mejor usar cremas o agua de rosas.
2. Tónico: ayuda a equilibrar la piel, reestableciendo el ph después de la limpieza, también ayuda a cerrar los poros, hidrata y refresca el cutis.
3. Hidratante: la piel ya está lista para recibir los nutrientes de una buena crema hidratante. Busca la textura adecuada según tu tipo de piel, las pieles secas o sensibles pueden usar cualquier tipo de textura, entre más cremosa mejor. Para las pieles grasas, busca texturas ligeras, que no vayan a dejar pesada la piel, ni con oleosidad ni brillo.
4. Bloqueador Solar: cuida tu piel del sol, pues no hacer, favorece la aparición de manchas, la deshidratación y el envejecimiento prematuro. Lo ideal es tener un bloqueador solar con un factor de protección mayor a 50.
5. Prebase: como ya te contamos, es el que preparara a la piel para recibir el maquillaje, su toque mate y suavizador de la piel es un “must have” en tu tocador.
6. Base: y finalmente para terminar con la rutina de cuidado y maquillaje de la piel, la base o polvos, según tu gusto es el toque final, ayuda a disimular imperfecciones y a emparejar el tono.
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