Lupus en Latinoamérica, Ecuador

La primera descripción del Lupus Eritematoso Sistémico la realizaron G.A. Fassio y Juan Tanca-Marengo167 al describir en la Gaceta Médica de Guayaquil un caso fatal de lupus en el año de 1950. Nueve años después Juan Tanca-Marengo168 en la misma revista publica la primera casuística ecuatoriana sobre lupus de acuerdo a los criterios de la época sobre 22 pacientes y demostró la presencia de la célula LE y 19 casos altamente sospechosos, en donde no identifica las células LE. Espinoza y col169 en 1982, Proaño e Iturralde170 en 1988 y Luna Yepes y Muriel171 describen casos aislados de lupus con algunas características clínicas específicas. Mario Moreno, Cansing y Luis Zurita172 en 1988 publican la prevalencia de anticuerpos antinucleares en la población normal y en aquellos pacientes con tuberculosis que reciben tratamiento con isoniazida; en éste se utilizó como sustrato hígado de rata y de acuerdo a los autores se encontró una alta prevalencia. Un año después Moreno y Zurita173, en otra publicación, demuestran la variación en la prevalencia del lupus en relación a la época del año; observaron que en su casuística, existía una mayor activación en los primeros y últimos meses del año. Luna – Yepes y Muriel171 describen 20 pacientes atendidos en el hospital Andrade Marín en Quito.

Sólo hasta 1992 un grupo de reumatólogos de Guayaquil organizan a nivel privado el Instituto Reumatológico y así implementan las técnicas de inmunofluorescencia utilizando como sustrato células Hep 2, Chritidia Lucilae, las técnicas de anticardiolipinas para el estudio del Lupus y el síndrome antifosfolipídico primario y secundario; este desarrollo lo realiza el grupo de Luis Zurita.

En el primer congreso ACCA (Asociación Centroamericano Caribe y Andino de Reumatología) realizado en Guayaquil la doctora Patricia Merlo174 informa sobre 112 pacientes registrados en siete hospitales de Quito, entre enero de 1984 y diciembre de 1993. Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron artritis, artralgias, fiebre y manifestaciones cutáneas. En el mismo Congreso, Luis Zurita, Carlos Ríos Acosta, Mario Moreno Álvarez175 del Instituto Reumatológico e Inmunológico (INREUMI) describen las características clínicas e inmunológicas de 107 pacientes con lupus en la ciudad de Guayaquil. No encuentran ninguna diferencia clínica y serológica diferente a las series ya publicadas.
Sergio Guevara, Fernando Ventimilla, Claudio Galarza y otro grupo de reumatólogos e inmunólogos de la ciudad de Cuenca, estandarizaron las diferentes técnicas inmunológicas, para brindar una atención adecuada a los pacientes con lupus.

Estos datos sobre Ecuador fueron proporcionados por el Dr. Luis Zurita de Guayaquil y a través del artículo de la Dra. Patricia Merlo174 que se publicaron en la revista, Reumatología al Día, vol. 2 de agosto de 1995.

México

Así como Argentina, Chile, Brasil y Uruguay lideraron el conocimiento de las enfermedades reumáticas y del lupus en la década de 1940 y 1950 en Latinoamérica, México, a partir de la década de 1960, ha sido el país líder de Latinoamérica en el desarrollo y conocimiento de las enfermedades reumáticas y por ende del lupus; por la llegada de un grupo de investigadores de la talla de Donato Alarcón Segovia y Ramírez Peredo de la Clínica Mayo, Efraín Díaz-Joaunen de Alburquerque, Graciel Ibáñez de Boston, Jorge Alcocer Varela de Londres, Julio Granados de Boston, Antonio Cabrales, Mario Cardiel, Jorge Sánchez, Alberto Palacios, Luis Llorente y muchos otros colaboradores quienes se instalaron inicialmente en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán; (figura 4) Gregorio Mintz y Antonio Fraga en el centro médico Nacional y Hospital La Raza de los INSS de México, Pedro Reyes y Manuel Martínez Lavin en el Instituto Nacional de Cardiología. Además en la década de 1960 se establecieron otros grupos de reumatólogos en México y en otros estados mexicanos. Estos grupos organizaron sus centros respectivos y establecieron los programas de Residencia de Reumatología para México y para los países de hispanoamérica.

Figura 4. Instituto Nacional de la Nutrición
Salvador Zubirán (México).Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán (México).

Con respecto al lupus, se mencionan los trabajos de Robles Gil176-177 y de Badui y col178, como una de las primeras publicaciones mexicanas sobre lupus.

Una de las personalidades que más ha estudiado el lupus es el profesor Donato Alarcón – Segovia (figura 5) quien durante su servicio social en el Instituto de la Nutrición realizó uno de los primeros trabajos sobre lupus y fue su tesis que él denominó Manifestaciones Viscerales del Lupus Eritematoso Generalizado (utilizaba la palabra generalizado y no sistémico como el grupo de Armas – Cruz en Chile)179. Incluyó pacientes de Nutrición, del Instituto Nacional de Cardiología y unos pocos del Hospital Infantil. Considero que es uno de los primeros trabajos multicéntricos realizados sobre lupus en Latinoamérica y el segundo después del de Armas Cruz y col57, con esas características. A raíz de este trabajo, el profesor Alarcón-Segovia se dedicó al estudio del lupus. Después de regresar a México procedente de la Clínica Mayo, donde volvió a realizar Medicina Interna, Inmunología y Reumatología fue nombrado por el maestro Zubirán con esta frase: “Doctor Alarcón: queremos que Ud. se encargue de crear un laboratorio de inmunología para el cual no tenemos ni espacio ni dinero”179. 36 años después este laboratorio que visionaron Zubirán y Alarcón-Segovia ha sido gestor de innumerables publicaciones sobre lupus para México, Latinoamérica y el mundo. Queremos resaltar los trabajos más trascendentales al respecto.

Figura 5. De izquierda a derecha Jhon Londoño, Antonio
Iglesias, Donato Alarcón Segovia, Yesid Muñoz.De izquierda a derecha Jhon Londoño, Antonio Iglesias, Donato Alarcón Segovia, Yesid Muñoz.

Inicialmente Alarcón-Segovia trabajó con Eugenia Fishbein quien trabajaba en el Laboratorio de Microbiología y Parasitología y que resultó excelente colaboradora y desarrolló un gran número de técnicas inmunológicas179.

Lo primero que realizó este laboratorio fue una técnica desarrollada por Carlos Biro para conservar por un mes los eritrocitos de carnero sensibilizados y lograron desarrollar una técnica de fijación de complemento. Este método le llamó la atención a la doctora Deborah Doniah y salió publicado en un manual de técnicas de laboratorio de la Organización Mundial de la Salud179. Posteriormente se realizó un trabajo de investigación sobre anticuerpos a nucleoproteinas en pacientes tuberculosos tratados con isoniazida y se publicó en la revista Clinical and Experimental Immunology180.

En 1970, en un estudio sobre prevalencia de anticuerpos contra nueve antígenos nucleares de timo de ternera en sujetos normales se sugiere por primera vez en el mundo que los anticuerpos antinucleares podrían ser autoanticuerpos antinucleares naturales, concepto aceptado hoy; pero el mérito internacional lo tiene Stratis Avrameas, otra enseñanza de la historia para América Latina179,181. Con la doctora Hilda Alcalá publicaron en el New England Journal of Medicine los primeros casos de perforación de septum nasal en Lupus179.
Efraín Díaz Jouanen de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque, quien fue el primer egresado del grupo de Alarcón, entrenado en reumatología y formado en Inmunología celular con Ralph Williams Jr, fue uno de los primeros médicos formados en inmunología celular, y con Luis Llorente organizaron el primer laboratorio de Inmunología Celular que estudió las enfermedades reumáticas en Latinoamérica. Posteriormente se formaron en este laboratorio Alejandro Ruiz Argüelles de México, Santiago J. Rivero de Chile, Ronald Palacios de Bolivia, Mauricio Frajman de Costa Rica, Armando Laffon de España, Roberto González Amaro y Erasmo Martínez Cordero de México, quienes a finales de la década de 1970 y comienzos de 1980 publicaron una serie de trabajos extraordinarios sobre inmunología del lupus y de las enfermedades reumáticas, y algunos otros artículos sobre lupus inducido por medicamentos179,182-183.

Tabla 1. Lupus eritematoso generalizado. Causas de muerte.

INCMN S2 1960-94 CMRIMSS 1996-97
Sepsis
Hemorragia pulmonar o S.N.C.
Actividad lúpica
Tromboembolia pulmonar
Insuficiencia renal
42.12%
37%
8.8%
6.6%
5.2%
Sepsis
Hemorragia pulmonar
Anemia hemolítica
Neumonitis
ACV cerebral hemorrágico
Choque cardiogénico
Infarto miocardio agudo
Edema agudo de pulmón
Pancreatitis
33%
26%
13%
6.6%
6.6%
3.3%
3.3%
3.3%
3.3%

Tomado de: Bori Segura G. Principales Enfermedades Reumáticas en México.

Aspectos epidemiológicos e impacto socioeconómico. Revista Mexicana de Reumatología 2000; 15: 183-20.En 1977 al estudiar una paciente con enfermedad mixta del tejido conjuntivo, se encontró que esta paciente tenía títulos altos del anticuerpo antiribonucleoproteina, y al Dr. Alarcón-Segovia se le ocurrió una pregunta de investigación, ¿cómo era posible que tanto en Lupus Eritematoso como en esa enfermedad aparecieran tantos anticuerpos contra sustancias intracelulares si en ese momento el dogma decía que los anticuerpos no pueden entrar a las células vivas a reaccionar con sus antígenos179. Con Alejandro Ruiz-Argüelles y Eugenia Fishbein publican un artículo sobre la penetración del anticuerpo a las células vivas, en la revista Nature en 1978184. También demostraron penetración del anticuerpo con los antiDNA185-186. Este trabajo se pudo replicar por investigadores franceses y estadounidenses. En nuestro criterio, la penetración de los anticuerpos a las células vivas, es uno de los aportes extraordinarios a la inmunología y corrobora la teoría de Alarcón-Segovia sobre el papel de los anticuerpos naturales, como un regulador fisiológico que además puede tener un efecto patológico en los trastornos de la regulación inmunitaria como ocurre en el Lupus, la enfermedad mixta, en el Lupus neonatal, etc. Esta teoría que no fue entendida en su momento, en este milenio va a revolucionar la inmunología celular, molecular y humoral184-186.

A partir de 1980, llega el boliviano Ronald Palacios al grupo de Alarcón-Segovia; junto con Alejandro Ruiz-Argüelles, Efraín Díaz-Jouanen, Luis Llorente y Eugenia Fishbein describen una serie de trabajos sobre células Tar, precursores post-tímicos en salud y en enfermedad, circuitos inmuno-rregulatorios en las enfermedades reumáticas187-190.

En 1981 se incorporó Jorge Alcocer-Varela, formado con un gran inmunólogo inglés, Mark Feldmann, quien continuó el trabajo sobre la inmunorregulación en las diversas enfermedades del tejido conjuntivo, pero Alcocer – Varela introdujo los conceptos sobre factores solubles (supresores, colaboradores), y fue el primero en el mundo en demostrar con Alarcón-Segovia una alteración en la producción y respuesta a la Interleukina 2 por las células de pacientes con lupus191-192. Este trabajo demuestra la alteración de una citoquina en una enfermedad humana. Este trabajo se continúa citando 19 años después. En 1981, llegó a México, procedente de Madrid, Armando Laffón, quien con Jorge Alcocer y Alarcón-Segovia realizaron varios trabajos sobre producción y respuesta a IL-1 e IL-2 y sobre cinética en cultivo autólogo de linfocitos en las diversas enfermedades del tejido conjuntivo193. También en ese mismo año llegó de San Luis de Potosí, Roberto González Amaro y Erasmo Martínez Cordero de ciudad de México. González -Amaro trabajó en cocultivos de fibroblasto y células mononucleares en esclerodermia e introdujo la técnica sobre función NK194-197. Antonio Iglesias-Gamarra y Carlos Abud-Mendoza de San Luis Potosí organizan por primera vez un trabajo sistematizado sobre lupus, aprovechando el computador del Instituto Nacional de la Nutrición y las tarjetas de la seroteca que organizó Eugenia Fishbein. Lograron reunir en 1983 a 723 pacientes, en ese momento era la serie más grande del mundo sobre lupus. Abud-Mendoza logró publicar algunos trabajos clínicos sobre esta recopilación como la Artropatía deformante en lupus, cistitis hemorrágica en lupus, e hipertensión pulmonar en lupus197-198.
En 1983 llegan al Instituto, Julio Granados Arriola formado en inmunogenética con Edmond Yunis, Chester Alper y Awdeh quienes habían descrito el locus DR y los complotipos, trabajan en el Dana Farber Cancer Institute y en el Center for Blood Research, e inicia los estudios inmunogenéticos en el lupus y de las enfermedades reumáticas199-200. Ese mismo año ingresa al Instituto, Antonio Cabral Castañeda quien trabajó con William Castor en la Universidad de Michigan en la bioquímica del tejido conjuntivo y posteriormente en la caracterización bioquímica y estructural de los autoanticuerpos. Con Javier Caviedes, Carmen Virginia Oria de Venezuela, Cristina Drenkard Rivera de Argentina, Margarita Delezé de Puebla, Antonio Cabral y el profesor Donato Alarcón-Segovia, a partir de 1986 se dedicaron al estudio de los anticuerpos antifosfolipídicos. Este grupo de México, en unión con el grupo de Graham Hughes, Munther Khamashta, Ronald Ascherson, Gharavi, Nigel Harris y otros en Londres y el grupo de Ricard Cervera, Joseph Font e Ingelmo en Barcelona han propiciado el gran desarrollo del conocimiento sobre los anticuerpos anticardiolipina en lupus, transformando muchos dogmas201-216.

Además de los investigadores mencionados en el estudio del síndrome antifosfolipídico han participado Sánchez Guerrero, Cardiel, Reyes, Cabral, Oria, Ponce de León, Gómez Pacheco, Fernández, Ponce de León, los Ruiz Argüelles de Puebla, Pérez Vásquez y Antonio Villa, en las diferentes publicaciones201-216.

En 1989, Luis Llorente quien estudió con Seligman en la Universidad de Paris Sur y en la Universidad de Alabama en Birmingham llegó a la coordinación del laboratorio de inmunología y Jorge Alcocer Funge como jefe del Departamento de Reumatología e Inmunología. Luis Llorente logra desarrollar el estudio de los linfocitos B y desarrolla una serie de trabajos trascendentales en el lupus, uno de ellos es el papel de la IL-10 en el lupus y su papel en la patogénesis del mismo y recientemente el uso de un antagonista de la IL-10 para aquellos pacientes con lupus refractario217-219.

Marta Alarcón Riquelme, hija del profesor Donato Alarcón-Segovia actualmente se encuentra desarrollando un trabajo multicéntrico sobre la relación cromosómica y genómica del lupus220.

Bernardo Pons-Estel, Donato Alarcón-Segovia, Luis Catoggio, Francisco Caeiro, Mario Cardiel, José Fernando Molina, Ignacio García de la Torre, Loretto Massardo, Isaac Abadi y otro grupo de latinoamericanos lograron organizar un programa en red para el estudio del lupus en Latinoamérica, programa denominado actualmente ARTHROS Y actualmente ha logrado estudiar más de 1200 pacientes, se está escribiendo el artículo para analizar las características clínicas e inmunológicas del lupus en los pacientes latinoamericanos.

Mario Cardiel ingresó como miembro del Departamento en 1988; había estado en la Universidad de MacMaster en Canadá con Guzmán, Arce Salinas y col221 y se entrenó en epidemiología; ha desarrollado la prueba del Mex-Sledai para analizar la actividad del lupus y ha participado en varias publicaciones sobre lupus. Jorge Sánchez-Guerrero también se especializó en epidemiología al lado de Mathew Liang del Brigham and Women Hospital y de la Universidad de Harvard, y se encuentra trabajando en el papel de las hormonas y especialmente los estrógenos y los anticonceptivos orales y la actividad del lupus222-223.

Actualmente el Departamento de Reumatología e Inmunología del Instituto de Nutrición ha desarrollado varias líneas de investigación como la inmunogenética de las enfermedades reumáticas, la inmunorregulación de las enfermedades reumáticas, de los anticuerpos antifosfolipídicos, penetración de anticuerpos a células vivas, hormonas y lupus y epidemiología de las enfermedades reumáticas. Este grupo ha hecho más de 400 publicaciones, y varios capítulos de libros.

Gregorio Mintz y Antonio Fraga, Carlos Lavalle, otros de los ISS mexicanos y otros grupos han aportado al conocimiento del lupus. Uno de los primeros trabajos sobre lupus desarrollado por Fraga y Mintz224 fue sobre hemorragias en astilla en lupus; posiblemente esta complicación esté relacionada con el síndrome antifosfolipídico y es uno de los trabajos que se deben mencionar en la historiografía de los aCL. Otro trabajo histórico de este grupo desarrollado por Fraga, Mintz y los Orozco, fue el relacionado con la fertilidad, esterilidad, los abortos y la mortalidad materna en pacientes lúpicas en 1974225. Este trabajo se continuó desarrollando en el Centro Médico Nacional y originó el concepto sobre el uso profiláctico de glucocorticoides en pacientes embarazadas, artículo que originó muchas polémicas. Javier Orozco colaboró con la organización de la reumatología en Guadalajara.

Nueve años después en un artículo excelente, Mauricio Frajman de Costa Rica en el laboratorio de Alarcón-Segovia demostraron un defecto de la función supresora en el tercer trimestre y en el postparto inmediato en las pacientes lúpicas226.

El trabajo sobre lupus y embarazo que se originó en el ISS de México y en Latinoamérica, también sirvió para que Carlos Lavalle empezara a trabajar sobre prolactina y lupus227.

Los otros trabajos relacionados con Lupus y embarazo fueron: Contracepción con Progesteronas en Lupus en 1984228, aproximación multidisciplinaria en lupus en 1985229 desarrollados por Gregorio Mintz, con la colaboración de Gutiérrez, Delezé y Rodríguez.

Mintz y Fraga230 describieron en 1965 la arteritis en lupus, y en 1978 Mintz y un grupo de reumatólogos mexicanos publican uno de los primeros artículos sobre hemorragia pulmonar en lupus231.

Carlos Lavalle, Loyo, Paniagua, Bermúdez, Herrera, Graef, Navarrete, Gonzales-Bárcenas y Antonio Fraga publicaron por primera vez en el Abstract No. 538 en el suplemento de abril de 1985 de la revista Arthritis and Rheumatism227, la correlación entre prolactina y andrógenos en pacientes hombres con lupus y desarrollaron por primera vez en el mundo una línea nueva de investigación sobre lupus y prolactina. El mismo Lavalle232 estudió los defectos de la función endocítica de los polimorfonucleares y la mielopatía transversa en Lupus. Posteriormente Luis Jara, de origen peruano pero que se formó en el ISS de México estudió los aspectos clínicos e inmunológicos de la prolactina y lupus, inicialmente en México y posteriormente con Luis Espinoza (peruano) quienes realizaron varias publicaciones sobre este tópico83-86,233. Históricamente, McMurray y col234-236, 10 años después de la publicación de Lavalle describen tres artículos sobre el efecto inmunomodulador de la prolactina en un modelo animal de Lupus, determinaron la influencia de la hiperprolactinemia en la enfermedad autoinmune espontánea en ratones, el efecto sobre los ratones machos y la modulación de algunas citoquinas (IL-2, IL-4) en ratones hembras. Es importante la revisión realizada por Luis Jara y col83 en el Seminars Arthritis and Rheumatism sobre prolactina inmunorregulación y enfermedades autoinmunes. Este trabajo se basa en los artículos publicados por Lavalle227,237 en 1985 y en 1987 donde se demuestra la asociación entre hiperprolactinemia y lupus en 8 pacientes del sexo masculino; encontraron además una correlación inversa entre prolactina y los niveles de testosterona, hallazgos que fueron confirmados por otros investigadores. Jara y col describen niveles altos de prolactina en el LCR de enfermos con neurolupus y observaron una correlación entre prolactina e IL-6 en el LCR. Por sus contribuciones Luis Jara y Sara Walker fueron editores invitados por la revista Lupus en el vol. 7 Nº 6 de 1998238.

Otros trabajos desarrollados en el grupo de Espinoza, por Gutiérrez (de origen chileno) y col78 fueron el papel que tiene la prolactina para inducir la activación y diferenciación de los linfocitos B y la generación de anticuerpos y en otro trabajo demuestran la capacidad que tienen las células mononucleares de sangre periférica de pacientes con lupus de liberar dos formas moleculares de prolactina, al estimular estas células con fitohemaglutinina87. Uno de los mejores artículos donde se evalúa el dolor abdominal agudo por Lupus fue el realizado por Francisco Medina, Alonso Ayala, Luis Jara, Magdalena Becerra, Juan Miranda y Antonio Fraga del Hospital de Especialidades La Raza, de los INSS de México239. Los autores estudiaron 51 pacientes con Lupus que dividieron en dos grupos, 36 pacientes con Lupus activo con un Sledai de 18.3, conforman el grupo I comparado con el grupo II conformado por 15 pacientes con lupus inactivo con un Sledai de 1.7. Los autores concluyen que la laparotomía temprana influencia positivamente el pronóstico de los pacientes con abdomen agudo por lupus.

Otro grupo de investigadores mexicanos como Pedro Reyes del Instituto de Cardiología, Ignacio García de la Torre, Miguel Cruz López del centro médico Nacional siglo XXI, José Moreno del mismo centro, Rafael Herrera Esparza, Rosa Mª Herrera y Esperanza Avalos Díaz de la Universidad de Zacatecas, han desarrollado las diferentes técnicas sobre los diferentes anticuerpos en sus centros de trabajo que está resumido en un libro editado por Rafael Herrera, Esperanza Avalos y José Moreno con el nombre de Biología de los anticuerpos antinucleares240.

En la Revista Mexicana de Reumatología en el número 6, de noviembre – diciembre de 2000 Gerardo Bori Segura241, reumatólogo del Hospital General de Zona Villa (IMSS) en el Distrito Federal realiza una revisión completa de los aspectos epidemiológicos y el impacto socieconómico de las enfermedades reumáticas. Entre las revisiones de la literatura mexicana se destaca la del Instituto Nacional de Cardiología que estudió los protocolos de autopsia de todos los enfermos con diagnóstico de lupus, en el período comprendido entre 1944 a 1988 (44 años) identificó una modificación iatrogénica de la historia natural del padecimiento: la muerte ocurrió por factores no dependientes del lupus, como infecciones, complicaciones pulmonares intra-abdominales y cardiovasculares, como se describe actualmente como causa de mortalidad por lupus242. Sauza citado por Bori Segura241 encontró una prevalencia similar a la literatura norteamericana (1 caso por cada 1969 habitantes), con incidencia de 7.6 casos por 100.000 habitantes. Se describen varias series de mortalidad por Lupus y a continuación tomo la siguiente tabla como la más representativa de los dos estudios del artículo de Bori Segura241.

Mari Carmen Amigo con Pedro Reyes y col del Instituto Nacional de Cardiología escribieron las características de la nefropatía por el síndrome antifosfolipídico en el Journal Rheumatology en 1992243. En mayo de 2000 con Munther Khamashta describen las características del síndrome antifosfolipídico en el Lupus en la revista Rheumatic Disease Clinic of North America244 y colabora en el capítulo VII con García Torres245 sobre enfermedad renal del síndrome antifosfolipídico. Su artículo en el J. Rheumatology243 sobre nefropatía en el síndrome antifosfolípidico es uno de los más citados en los últimos años. En 1994 Miranda y cols246 del ISS de México estudiaron 108 pacientes con lupus y analizaron los aspectos de la trombosis glomerular en las biopsias renales.

El profesor Donato Alarcón Segovia lidera actualmente un trabajo multicéntrico con el DNA Toleragen o el LJ P394 entre el Instituto Nacional de la Nutrición (Alarcón Segovia, Mario Cardiel) y otros grupos de investigadores de la Unión Americana especialmente de San Diego, como Tumlin, Furie, McKay, Linnik y Hepburn247. Esta molécula se manufacturó a través de la ingeniería genética y está conformada por una plataforma de cuatro 20 mer de oligonucleótidos como la deoxicitidina y la deoxiadenosina que se unen en forma covalente. Su mecanismo de acción es inducir una anergia a nivel de los linfocitos B y una disminución de los niveles de anti-DNA, al administrarse por vía intravenosa a una dosis inicial de 100 mg y posteriormente 50 mg. Los primeros estudios los realizaron Plunkett y col248 en 1995 y Weisman y col249 en 1997. Actualmente el grupo que dirige el profesor Alarcón ha presentado los resultados preliminares en Filadelfia (año 2000) y Barcelona (2001). Los investigadores han estudiado 230 pacientes, y han encontrado un beneficio importante en el 89% de los pacientes que tienen anticuerpos de alta afinidad al epítope del dsDNA; el medicamento es bien tolerado comparado con el grupo control, y el grupo que recibe el LJP394 utiliza menos esteroides y ciclofosfamida.

Muchos de los artículos del profesor Alarcón Segovia, como la penetración del anticuerpo, el síndrome antifosfolipídico primario, la serie de 500 pacientes con lupus atendidos en forma consecutiva, el artículo de Jorge Alcocer Varela relacionado con la producción de la IL 2 y el de Luis Llorente sobre IL-10 y lupus son bastante citados en la literatura universal, de acuerdo al Index Citation.

Alfredo Leaños Miranda, Karina Chávez Rueda y Francisco Blanco Favela250 del Hospital de Pediatría, del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social en la revista Arthritis and Rheumatism de abril/2001 en un artículo magistral explican porqué algunos pacientes con lupus en embarazo, lupus activo, lupus en hombres, tienen hiperprolactinemia. Inicialmente este grupo en la revista Lupus252 demostró la presencia de anticuerpos contra la prolactina y sugieren que la presencia de estos anticuerpos pudiese ser la causa de la hiperprolactinemia. Este grupo demuestra a nivel experimental en ratones y en humanos que el complejo Prolactina IgG, es difícil de depurar, tiene un control regulatorio a nivel hipotalámico negativo y por ello se explican los niveles altos de prolactina en esos subgrupos de pacientes con lupus y otras enfermedades autoinmunes. Explica además porqué los pacientes con lupus y otras enfermedades autoinmunes, a pesar de tener hiperprolactinemia, no tienen síntomas relacionados con esto; no tienen alteraciones y galactorrea250-251. En el 65th Congreso de Reumatología celebrado en San Francisco (CA), el día 13 de noviembre, el Dr Jorge Sánchez Guerrero gano uno de los premios mas apetecidos por los investigadores, el “Edmund Dubois Award”, por el trabajo sobre terapia de reemplazo hormonal en pacientes lúpicas postmenopáusicas (106 pacientes que recibieron 0,625 mgs de estrógeno y 5 mgs de acetato de medroxiprogesterona por 10 días) durante dos años de seguimiento. La conclusión del estudio, fue que la terapia de reemplazo hormonal no exacerbó la actividad del lupus y se toleró bien, pero si se observó un incremento del número de eventos trombóticos.251A

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