Juan Manuel Figueroa y la Pediatría Colombiana

Médico Pediatra

Dr. Alfonso Vargas Rubiano

Expresidente de la Sociedad Colombiana de Pedíatria

A comienzos de 1943, -cuando comenzaba mi especialización pediátrica en el Hospital de la Misericordia – conocí al Jefe de Información Médica de la Compañía de Alimentos Lácteos, Cicolac, (hoy Nestlé de Colombia), Don Juan Manuel Figueroa Ponce de León, quien en ejercicio de su cargo presentaba a los pediatras los productos dietéticos y dietoterápicos elaborados en Europa y los Estados Unidos por la compañía suiza Nestlé. Igual que a cuantos lo conocieron, también recibí inmediatamente la irradiación de su cordial amistad, fino sentido del humor y refinadas maneras de gran señor. Al poco tiempo era sencillamente Juancho Figueroa, cuyas visitas al Hospital y a los consultorios se constituían en grato motivo de conversación y sobre todo de análisis de la situación de la Pediatría colombiana, del estado de la enseñanza universitaria, necesidad de divulgar la Puericultura y, si había tiempo, de oir sus eruditos comentarios acerca de las bellas artes.

En esa época, pasado ya el IV Centenario de nuestra ciudad capital e iniciada la “Revolución Terapéutica” (descubrimiento en 1939 de la sulfanilamida), algunos médicos y químicos – farmacéuticos eran llamados asesores y relacionistas de laboratorios farmacéuticos, Bernardo Cuervo Márquez en la Bayer, Fernando Luque Peña en Lilly Farmacéutica, entre otros y el inolvidable Profesor César Uribe Piedrahita en su laboratorio CUP de la calle 18 con séptima, se complacía en explicar a los estudiantes que lo visitábamos sus estudios sobre nuestras plantas medicinales y las delicadas fases de la elaboración farmacéutica industrial. Mientras tanto, nuestra Alma Mater se estaba rezagando, nuestro profesor de terapéutica se refería a la descubierta y experimentada sulfanilamida como “droga peligrosa” los viejos clínicos se quejaban de que ahora “diagnostica el laboratorio y formula la Bayer” y en nuestro propio Hospital Pediátrico Universitario se consideraba por algunos como un error suministrar a los niños leches pulverizadas y hasta se oían socarronas burlas a los modernos métodos dietéticos que traía de Hamburgo y Boston el profesor Torres Umaña, y peyorativamente hablaban de los “teteros Don Calixto”.

Al Dr. Juan Luis Figueroa Serrano,

Pediatra “por derecho de nacimiento y derecho de conquista”

Ese era el momento histórico cuando Juancho Figueroa – a veces subrepticiamente – llegaba a los servicios hospitalarios y consultorios con información sobre la moderna nutriología pediátrica. En reciente editorial de nuestra revista Pediatría, escribí lo siguiente: “En ese momento, 1943, comenzamos a recibir -por el amable y grato conducto de Juan Figueroa- información y muestras de las leches pulverizadas, enteras y modificadas, cuya preparación llegó a dominar perfectamente la Hermana Luisa, en el servicio de Lactantes de “La Misericordia”, quien también lo enseñaba a las madres de los niños hospitalizados. Ya conociendo la composición porcentual de los productos dietéticos y dietoterápicos era muy sencillo calcular el aporte calórico y valor nutriológico para cada caso y así teníamos la seguridad de calidad y cantidad de los nutrientes y certeza en su pureza bacteriológica”. (Pediatría, Órgano de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Vol. 29 No. 2, 1994).

Visita del Profesor Fanconi

El 17 y 18 de agosto de 1954, la pediatría bogotana tuvo el gran honor de recibir la visita del Presidente de la Unión Internacional de Pediatría, Fundador y Director del Hospital para niños de Zurich, autor del texto de Pediatría más importante en ese momento en Europa. El profesor Fanconi había asistido al Congreso Internacional de Pediatría (Sao Paulo, Brasil) y la Cia. Nestlé de Colombia tuvo el acierto de invitarlo a visitar a Bogotá. Sus conferencias magistrales sobre “Patología de la Pubertad”, “Evolución de los conocimientos en nutrición infantil “, “Nuevos conceptos en enfermedades de la sangre”, “Trastornos Tubulorenales” y “Patología de la Paratiroides” nos mostraron los nuevos derroteros de la pediatría científica de la mitad del siglo.

Como el profesor Fanconi manifestara su deseo de conocer el Salto de Tequendama – quizás para recordar a su aldea natal de Ponchiavo en los Alpes suizos, lo llevamos con Juancho, en una tarde esplendorosa, pero como notáramos que el profesor –gran aficionado a la fotografía- en su entusiasmo por el paisaje se acercaba peligrosamente a la catarata, le dice Figueroa: “Cuidado Profesor, que está a un paso de la inmortalidad”. Ciertamente, lo destacó Hernando Rodríguez Vargas, entre sus grandes cualidades no fue la menor el sentido del humor.

Cursillos de Pediatría para el Médico General

La estrecha cooperación y amistad con las directivas de Nestlé a través de Juan Figueroa me estimularon para presentarles, en nombre de la Sociedad Colombiana de Pediatría –cuya presidencia en ese momento (1954-56) tuve el honor de desempeñar – varias propuestas para la promoción de la cultura pediátrica colombiana con el apoyo de la empresa privada, tal como comenzaban a hacer algunas universidades.

Así fue como en amena reunión con Roberto Dupuis, Gerente, Santodomingo Guzmán, Profesor de Pediatría, como representante de la Universidad Nacional, nuestro “Jefe de Relaciones Públicas”, Juan Figueroa y yo, como Presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría, diseñamos un programa de conferencias de Pediatría y Puericultura para el Médico General, que llamamos cursillos de Pediatría para el Médico General. Cada uno debía tener 3 días de duración. Así, del 11 al 14 de marzo de 1957, en la Biblioteca Nacional de Bogotá, se llevó a cabo el primero, con asistencia de 74 médicos. Posteriormente se verificaron en las capitales de los 17 departamentos de entonces y ciudades como Girardot, Buga, Duitama, Ocaña, Barrancabermeja, habiendo cada año entre 2 y 4 cursillos, hasta el año de 1969.

Este programa, que no se hubiera realizado sin el dinamismo, fervoroso entusiasmo y patriotismo de Juan Figueroa, fue aclamado como paradigma de Educación Continuada para el médico en el Congreso Panamericano, reunido en la Ciudad de México en 1966. al ser presentado brillantemente por los expresidentes de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Profesores Ernesto Plata Rueda y Liborio Sánchez.

Terapéuta Infantil para Graduados

De acuerdo con la recomendación del histórico Primer Seminario de Educación Médica en Cali, Colombia, del 7 al 15 de diciembre de 1955, la Universidad Nacional expidió el acuerdo 25 (Mayo 9, 1956), por medio del cual se crearon los 4 Departamentos Clínicos de la Facultad: Medicina, Cirugía, Ginecoobstetricia y Pediatría. Como primer Director de Pediatría, inicié labores en septiembre de 1956 y uno de mis primeros proyectos fue el organizar la enseñanza de postgrado y educación continuada. Para esto, en el Hospital de la Misericordia, organicé 19 conferencias (Julio 17 a Diciembre 4) en las mañanas sabatinas, dictadas por docentes de la Nacional y otras universidades. Recopiladas, era necesario hacerlas llegar a los pediatras del país y a las 7 Facultades de Medicina de entonces. La colaboración de Juan Figueroa fue decisiva para lograr la publicación “TERAPÉUTICA INFANTIL PARA GRADUADOS”, 1958. También fue muy importante su colaboración en la que llamamos desde 1957 SEMANAS PEDIÁTRICAS, para que cada servicio hospitalario pediátrico de la ciudad, presentara un programa científico y los profesores invitados dictaran sus conferencias. Así, tuvimos en 1958 la visita de Waldo E. Nelson, autor del famoso “Textbook of Pediatrics”, de José Obes Polleri, Ramón Guerra y la Dra. María Luisa Saldum, del Uruguay, Federico Gómez y colaboradores del Hospital Infantil de México.(Foto No. 1)

Comida ofrecida al profesor uruguayo

Foto No. 1 Comida ofrecida al profesor uruguayo Alfredo U/Ramón Guerra, conferencista de la III semana pediátrica de Bogotá (Grand Vatel, Marzo 3/1959) De pié: Dres. Liborio Sánchez Avella, Carlos Albornoz Medina, Nehemias García, Ernesto Sabogal, Alfonso Gutiérrez Reyes, Jorge De la cruz Paris, Sergio Alvaro Castro, Gabriel Lamus Guerrero y Dairo Melo Melo.Sentados: Alfonso Vargas Rubiano, Alfredo Ramón Guerra, Calixto Torres Umaña, Ernesto Plata Rueda, Guillermo Correal Sanin, Juan Manuel Figueroa y Luis Francisco Cobos.

Estas y muchas otras actividades de cultura médica, desarrolladas en la década de los 50, tuvierion siempre en Juan Figueroa un eficaz y desinteresado colaborador, razón por la cual, cuando por segunda vez fui honrado con la presidencia de nuestra Asociación pediátrica, propuse la distinción como Socio Honorario, la cual fue unánimemente acogida. Este reconocimiento se llevó a cabo durante el Primer Congreso Colombiano de Pediatría (1965), cuya presidencia del comité de relaciones públicas y propaganda desempeñó tan eficazmente.

Temas de Pediatría # 99 (Diciembre de 1991)

Al cierre de mi actividad privada en Pediatría (1990) con el ánimo de preparar algunas publicaciones, tuve la muy grata sorpresa de recibir el Textbook of Pediatric Nutrition (2° Ed, 1992), cuyo capítulo XIII “Endocrine changes in malnutrition” fue elaborado por los profesores de la universidad de Louisiana Alfred Tenore y Alfonso Vargas del Valle. Mi orgullo paternal me hizo posponer la redacción de mi libro “De Andalucía a Boyacá” y preparación de “Universidad Nacional y Pediatría Colombiana” para dedicarme a la traducción de “Cambios endocrinos en desnutrición”.

Una vez lograda esta, creí importante su divulgación entre nosotros, por lo cual – como tantas otras veces – busqué el apoyo de Juancho en Nestlé de Colombia, con la nostálgica sorpresa de que en la semana anterior había entrado en buen retiro. Germán Quiñónez, su sucesor y antiguo colaborador, formado con el mismo espíritu de colaboración con la pediatría colombiana, dispuso que se publicara íntegramente en el No 99 de la Revista “Temas de Pediatría” de gran circulación en el país. (Dic. 1992) .

Universidad Nacional y Pediatría Colombiana

Después de su retiro mis visitas fueron a su apartamento, lamentablemente su visión iba disminuyendo y su salud general deteriorándose, pero al hablarle de la pediatría colombiana, recobraba vitalidad y optimismo y así me estimuló para concluir mi libro “Universidad Nacional y Pediatría Colombiana”. Este, editado por Nestlé de Colombia, fue presentado en el Gun Club el 23 de Noviembre de 1994 y no olvidaré su emoción al ver que, además de mi Alma Mater y Sociedad de Pediatría el libro era dedicado también a Juan Manuel Figueroa Ponce de León. Pediatra Honorario.

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