Diagnóstico o Tratamiento de las Complicaciones Mecánicas
¿Hay recomendaciones basadas en la mejor información disponible (evidence) sobre prevención, diagnóstico o tratamiento de las complicaciones mecánicas?
La obstrucción del lumen de los accesos venosos centrales puede prevenirse mediante protocolos de adecuados de cuidado y mantenimiento del sistema. Incluyendo el uso de bombas de infusión para nutrición (Grado C).
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La obstrucción de un catéter venoso central se debe con más frecuencia a la precipitación intraluminal de agregados de lípidos, medicamentos, coágulos o medio de contraste. Puede prevenirse eficazmente con las medidas apropiadas de cuidado (por ejemplo, infusión continua de la NP mediante bomba. Protocolo apropiado de irrigación mientras el catéter no está en uso y después de usarlo para tomar muestras de sangre. No utilización rutinaria del catéter para infusión de productos sanguíneos. Toma de muestras de sangre o infusión de medios de contraste para exámenes radiológicos. Evitar el contacto directo entre la NP con lípidos y las soluciones de heparina).
Cuando se obstruye el lumen del catéter, lo más adecuado suele ser cambiarlo con ayuda de una guía metálica o retirarlo (si es un catéter no tunelizado de corto término). Ointentar remover la obstrucción con una sustancia adecuada (si se trata de PICC o de sistema de acceso venoso de largo término).
Para la desobstrucción debe usarse siempre una jeringa de 10 ml o más, de tal modo que se evite aplicar presión tan alta que dañe el catéter. Debe usarse la solución más adecuada para el tipo de obstrucción que se suponga (etanol para agregados de lípidos, uroquinasa o activador recombinante del plasminógeno tisular, para coágulos, NaOH o ácido clorhídrico para medicamentos, NaHCO3 para medios de contraste) (Grado C).
El daño a la parte externa del catéter puede prevenirse de modo efectivo:
mediante los adecuados protocolos de cuidado de enfermería (Grado C). Los catéteres centrales utilizados para NP no deben usarse para infusión de medios de contraste radiológicos durante escanografía o resonancia magnética.
Se puede causar daño a la parte externa del catéter cuando se trata de modo inapropiado el sitio de inserción (por ejemplo. Al usar tijeras durante el cambio de vendaje. Por daño químico a la silicona al usar de modo inapropiado solventes orgánicos. Por daño químico con etanol a catéteres de PUR).
Hay equipos de reparación que generalmente permiten arreglar los daños a PICC y catéteres tunelizados. Para CVC no tunelizados de corto término. Suele ser más costo-efectivo el cambio con ayuda de guía metálica.
Una nueva complicación mecánica específica:
Cuya incidencia aumenta rápidamente, es la ruptura de la porción externa del catéter (más frecuente en los catéteres de silicona) por el uso inapropiado del sistema para infusión de medio de contraste a muy alta presión, con “inyectores de poder” durante resonancia magnética o escanografía computarizada.
Una advertencia específica de la FDA norteamericana recomienda usar esos inyectores únicamente con cánulas periféricas cortas o con catéteres de acceso venoso específicos. Que han sido certificados para resistir tales presiones altas (los llamados catéteres de inyección a presión).
Para los sistemas totalmente implantables, la elección del tamaño de puerto y su colocación adecuada son asuntos de importancia enorme para la prevención de complicaciones futuras.
Las indispensables agujas sin mandril (agujas de Huber) no deben dejarse colocadas por más de una semana (Grado C).
Con frecuencia ocurre erosión o daño de la piel directamente encima del puerto implantado y usualmente se debe a (a) error durante la implantación (puerto demasiado grande o implantado en una zona del cuerpo donde no hay suficiente tejido subcutáneo) o (b) cuidado inadecuado de enfermería (por ejemplo, aguja de Huber dejada en el sitio por más de una semana).
(Lea También: Prevención, Diagnóstico o Tratamiento de las Complicaciones Trombóticas)
La fijación apropiada del catéter tiene papel principal en la reducción de la incidencia de complicaciones locales en el sitio de implantación y en el riesgo de desplazamientos.
No deben usarse de rutina los puntos de sutura, cuando sea posible, el catéter debe fijarse mediante un sistema específicamente elaborado para ello (Grado C). El desplazamiento de catéteres no tunelizados (centrales y PICC) usualmente se debe a fijación inadecuada del catéter en el momento de la inserción o también a deficiente cuidado del sitio de inserción.
Los productos para fijar el catéter incluyen cintas adhesivas estériles y cintas adhesivas quirúrgicas. Pero siempre que sea posible debe preferirse un sistema de fijación específicamente elaborado (Statlock, por ejemplo) (Grado C).
Los puntos de sutura no deben usarse de rutina (BCSH 2006) porque aumentan el riesgo de trombosis o flebitis local (en los PICC), así como el riesgo de infección sanguínea relacionada con el catéter (en CVC) y los riesgos de desplazamiento y de infección local del sitio de inserción (en todos los catéteres) (Grado C).
El desplazamiento de los catéteres tunelizados puede evitarse colocando el manguito por lo menos 2.5 cm dentro del túnel (o más, según instrucciones del fabricante) y fijando el catéter mediante un sistema manufacturado para ese efecto, durante 3 a 4 semanas por lo menos.
El llamado “síndrome de pinzamiento” es la compresión de un catéter de silicona de diámetro grande –tunelizado o conectado a un puerto implantable– entre la clavícula y la primera costilla:
lo cual ocurre casi siempre por la inserción percutánea “ciega” en la vena subclavia por vía infraclavicular.
La compresión puede llevar a mal funcionamiento, obstrucción, daño del catéter y aun ruptura del mismo. Una parte del cual puede ser llevado a manera de émbolo dentro del lecho vascular pulmonar.
Ésta es una complicación posiblemente muy grave, pero puede prevenirse simplemente con evitar la colocación de catéteres de silicona por punción infraclavicular “ciega” de la vena subclavia (Grado C).
La punta de un catéter venoso central debe colocarse en el tercio inferior de la vena cava superior. En la unión aurículo-cava o en la parte superior de la aurícula derecha (Grado A).
La migración de la punta es una complicación de los catéteres de silicona de largo término. se llama también malposición secundaria y usualmente ocurre cuando un catéter demasiado corto (con su punta en el tercio superior de la vena cava superior) se desplaza por aumento en la presión torácica o por actividad física vigorosa que saca la punta de la vena cava y le permite deslizarse a una posición inconveniente. En la vena innominada del lado opuesto o doblada hacia atrás en una de las venas yugulares. Esto se puede evitar con la colocación correcta de la punta del catéter desde el momento de la inserción.
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