Editorial, Desnutrición hospitalaria y obesidad

Dos problemas de salud que enfrenta la sociedad

Hospital malnutrition and obesity: two health problems facing society

Claudia L. Angarita G, ND. 1
Centro Colombiano de Nutrición Integral

En el mundo actual, la mayoría de los países afronta una carga importante de morbilidad debido a la desnutrición y a la obesidad.

Esta carga impone enormes exigencias tanto a los gobiernos, a causa del precio elevado del tratamiento, como a los individuos y las familias al generar mayores costos para la sociedad por días de discapacidad y pérdida de la calidad de vida.(1)

Las dos condiciones comparten estadísticas alarmantes. La desnutrición (DNT) hospitalaria afecta a 30 millones de personas en Europa y genera un costo de 170.000 millones de euros al año.

La revisión de varias publicaciones en los últimos años muestra que la incidencia y prevalencia de la DNT siguen siendo muy altas: 21% y 37% respectivamente. Este valor puede elevarse hasta en 70% de los pacientes cuando reciben el alta hospitalaria.(2)

En un artículo publicado en la revista Nutrition in Clinical Practice en 2010, se describe que la prevalencia de la DNT hospitalaria puede variar de acuerdo con la condición clínica.

Este artículo indica que en pacientes con cáncer de páncreas la prevalencia de malnutrición es de 85%, cáncer de pulmón de 13% a 50%, cáncer de cabeza y cuello de 24% a 88%, cáncer gastrointestinal 55%-80%, accidente cerebrovascular de 16%-49% y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) 25%.(3)

El IBRANUTRI

El IBRANUTRI, un estudio epidemiológico, multicéntrico, que incluyó 4.000 pacientes hospitalizados en Brasil, puso en evidencia que la desnutrición estaba presente en 48,1% de los pacientes, 12,5% de los cuales tenían desnutrición severa.

El estudio latinoamericano de nutrición (ELAN), con 9.360 pacientes, realizado en 13 países, evidenció una prevalencia de desnutrición de 50,1%.(4)

En Colombia, los resultados del estudio transversal multicéntrico denominado el Día de la Nutrición, llamado en Europa Nutrition Day, realizado en Bogotá por la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica (ACNC) en 2010 demostró que 50% de los pacientes hospitalizados evaluados habían perdido peso en los últimos tres meses y que solo 30% tenía una intervención nutricional especializada.

En contraste, la prevalencia de la obesidad ha aumentado al menos tres veces desde los años ochenta en muchos países de Europa y en Estados Unidos, especialmente en niños y jóvenes.

Sin embargo, solo desde los últimos 15 años se ha empezado a tratar el sobrepeso y la obesidad como “problemas de salud”. Si bien en los países desarrollados el problema está generando fuertes dolores de cabeza, su rápido incremento en los países en vías de desarrollo lo hace aún más preocupante.

En Colombia, el sobrepeso y la obesidad están incrementándose.

La encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN), realizado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Ministerio de la Protección Social en 2010, demuestra que la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en los niños y adolescentes entre 5 y 17 años se ha incrementado en 25,9% en el último quinquenio.

En la población adulta (18 a 64 años) el panorama no es más alentador: 50% de la población tiene problemas de exceso de peso, siendo mayor en las mujeres que en los hombres. Este indicador es superior en estratos socioeconómicos altos (4 ó más).

La obesidad abdominal se presenta en mayor proporción en las mujeres, en su mayoría en el grupo de 50 a 64 años.(5)

La DNT hospitalaria contribuye a aumentar la morbilidad y mortalidad de los pacientes incrementando los costos de la atención en salud debido a un retraso en la recuperación, una prolongación de la estancia hospitalaria, un aumento de la tasa de readmisión y, la susceptibilidad a infecciones.

Por otro lado, la obesidad es la responsable de algunas enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) que hoy en día ocupan los primeros lugares en las estadísticas de morbilidad y mortalidad en Colombia según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas).

Además, la desnutrición y la obesidad son responsables del detrimento de la economía del individuo, ya que hace que sea menos productivo.

Con ello contribuyen al detrimento paulatino de la economía familiar, el ausentismo laboral y el aumento en el gasto familiar derivado de su tratamiento. Y no se puede desconocer el impacto en la economía del sistema de salud.

¿Y qué se está haciendo para prevenir y manejar estos dos problemas opuestos y tan complejos?

En 2009, se logró firmar la declaración de Praga donde participaron representantes del Ministerio de Sanidad de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), bajo la presidencia checa de la UE, médicos expertos, grupos de seguros sanitarios, ESPEN (European Society for Clinical Nutrition and Metabolism) y ENHA (Alianza de Salud Nutricional Europea) y llegaron a la conclusión que la desnutrición relacionada con la enfermedad es un problema de salud pública y dicha declaración hace énfasis en la importancia de realizar acciones tendientes a prevenir la desnutrición, favorecer el progreso del sistema de salud de Europa para que sea más eficaz, y mantener un compromiso continuo para mejorar la calidad de vida de los individuos.(2,6)

Esta declaración propone siete puntos de acción: sensibilización y educación, desarrollo de guías de manejo que deben ser implementadas, evaluación nutricional obligatoria en todos los puntos de atención, realizar investigación sobre desnutrición, capacitación a los profesionales de la salud en nutrición, planes nacionales de alimentación y nutrición, continuidad en todos los programas presidenciales.(6)

En Latinoamérica en 2008, también se desarrolló la Declaración Internacional sobre el Derecho a la Nutrición en los Hospitales liderado por la FELANPE (Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo), la Asociación Mexicana de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional A.C. (AMAEE), entre otras.

Este documento define seis líneas de acción:

Evaluación y tratamiento nutricional en los hospitales, proveedores de los cuidados nutricionales, prácticas de los servicios hospitalarios de alimentos, nutrición pediátrica, economía de la salud e investigación.(7)

Con relación a la obesidad, se construyó el “Plan de acción de la Estrategia Mundial para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles 2008- 2013” en donde se enfatiza en la necesidad apremiante de invertir en la prevención de estas enfermedades como parte integral del desarrollo socioeconómico sostenible de los países y resalta cómo las enfermedades crónicas se pueden prevenir a través de la eliminación de los factores de riesgo.

Para el cumplimiento de dicho plan, la OMS hizo un llamado a toda la comunidad mundial para que se le suministre el apoyo a la implementación y propone establecer programas de promoción de la salud en todos los ciclos vitales que incidan en la reducción de la carga de mortalidad prematura y la discapacidad, unidos al desarrollo de programas de autocuidado y el análisis costo-efectivo de los mismos.(8)

Los estados miembros de la Organización Mundial de la Salud pidieron que se elaborara y promoviera la “Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud”.

Esta estrategia se desarrolló con un amplio proceso de consulta que incluyó organizaciones científicas a nivel mundial y representantes de la sociedad civil y del sector privado.

La estrategia aborda dos de los principales factores de riesgo de las ECNT:

El régimen alimentario y la actividad física y, frente a esta situación, se generaron lineamientos que orientan la creación de entornos favorables para la adopción de medidas sostenibles a nivel individual, comunitario, nacional y mundial que den lugar a una reducción de la morbilidad y la mortalidad asociadas a una inadecuada alimentación y a la falta de actividad física.

Las acciones descritas en la estrategia contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y al cumplimiento de las metas de los países en materia de salud pública. (9)

En Colombia se han llevado a cabo varias estrategias para combatir estos dos problemas.

La ACNC partiendo de los resultados del “Día de la Nutrición” realizado en 2010:

Enunció unas recomendaciones para prevenir y tratar la desnutrición hospitalaria para que las instituciones que participaron las implementen y se ha invitado a instituciones colombianas a seguirlas y participar en la investigación que se realizará en 2011:

  1. Realizar a todos los pacientes que ingresen a todo centro de salud el tamizaje nutricional para identificar el riesgo. Este tamizaje se debe hacer en las primeras 48 horas de ingreso en caso de hospitalización.
  2. Formular diariamente el manejo médico nutricional del paciente y trabajar en conjunto con el nutricionista clínico y de alimentación para determinar los ajustes según su patología, los gustos y cultura del paciente, para así lograr una ingesta adecuada de calorías y nutrientes.
  3. Evaluar la posibilidad de iniciar suplementación oral a los pacientes con riesgo nutricional.
  4. Hacer seguimiento diario a los pacientes que se les realiza intervención nutricional. Los pacientes que no tienen riesgo nutricional deben ser valorados cada semana para evitar modificaciones en el estado nutricional.
  5. La intervención nutricional debe estar a cargo del grupo de nutricionistas y/o del equipo interdisciplinario de terapia nutricional y metabólica.
  6. Debe hacer educación nutricional a los pacientes en el ámbito de atención primaria en hospitalización y hacerla extensiva a los familiares.
  7. Se debe hacer educación nutricional a los profesionales de la salud.
  8. Se debe hacer seguimiento nutricional posterior a la salida del paciente del hospital, crear y mejorar la atención domiciliaria nutricional si fuese necesario y mejorar la oportunidad de la consulta especializada en nutrición.
En el tema de la obesidad se ha trabajado en diferentes áreas.

Se han desarrollado leyes que regulan la actividad física y el deporte en Colombia, estrategias que promueven una alimentación balanceada y saludable y decretos que regulan la publicidad y mercadeo de alimentos y bebidas en medios de comunicación y la resolución por la cual se establece el reglamento técnico sobre los requisitos de rotulado o etiquetado nutricional que deben cumplir los alimentos envasados para consumo humano.

La prevención de la desnutrición hospitalaria y la obesidad debe darse en distintos niveles: desde el individual hasta el legislativo.

El sistema de salud debe jugar un papel crucial en la promoción de la salud y la prevención de dichas enfermedades a través de la orientación al personal y a los usuarios en los distintos temas centrales que la combaten, como la promoción de la lactancia materna, la vigilancia del crecimiento y la promoción de una alimentación correcta; incluso cuando se está enfermo; así como de una vida activa.

También la prevención debe ser una estrategia prioritaria de salud pública:

Debe iniciarse en la infancia, continuarse a lo largo de la vida y hacer mayor énfasis en las personas mayores, y tener la participación activa y comprometida del personal de la salud, junto con los otros sectores de la sociedad.

Vale la pena insistir que cuanto más temprano sea su inicio, los beneficios a corto, mediano y largo plazo serán más importantes, evidentes y eficaces.

En conclusión, la desnutrición hospitalaria y la obesidad, siendo enfermedades totalmente opuestas, están aumentando la morbilidad y mortalidad en el mundo. En Colombia, se han incrementado en los últimos años y están alertando a los entes gubernamentales, regulatorios, educativos, de salud, industria de alimentos y sociedades científicas.

Las estrategias de prevención deben incluir al individuo y a la familia:

Mejorar el ámbito educativo, laboral, social y hospitalario, y deben tener en cuenta métodos de medición de riesgo y diagnóstico nutricional, hábitos saludables de alimentación; incluso en pacientes que estén hospitalizados; actividad física y salud.

Sin embargo, todas estas acciones tendrán éxito siempre y cuando el individuo se concientice de que la salud es un patrimonio por el que debe trabajar. Por tal motivo, se debe mejorar la oportunidad de consulta al especialista y a los Equipos Interdisciplinarios de Terapia Nutricional y Metabólica, desarrollar programas de educación por medio de personal de la salud, que estén conscientes del problema y estén capacitadas en el tema de la prevención de la enfermedad, tanto del individuo como de la familia.

Es importante también unificar los conceptos de dieta equilibrada y terapéutica, mejorar y rediseñar los servicios de alimentación en clínicas y hospitales, hacer énfasis en la promoción de hábitos de alimentación saludable, actividad física y estilos de vida que tengan como fin la salud del individuo y de la población.

Referencias bibliográficas

  • 1. Leal M del C. Bajo peso al nacer: una mirada desde la influencia de factores sociales. Rev Cub Salud Pública. 2008; 34(1).
  • 2. García de Lorenzo L, Álvarez Hernández J, Planas M, Burgos R, Araujo A. The multidisciplinary consensus work-team on the approach to hospital malnutrition in Spain. Multidisciplinary consensus on the approach to hospital malnutrition in Spain. Nutr Hosp. 2011; 26(4): 701-10.
  • 3. The American Society for Parenteral and Enteral Nutrition. Disease-Related Malnutrition and Enteral Nutrition Therapy:A significant problem with a cost-effective solution. National Alliance for Infusion Therapy and the American Society for Parenteral and Enteral Nutrition Public Policy Committee and Board of Directors. Nutr Clin Pract. 2010; 25: 548.
  • 4. Correia MITD, Campos ACL, for the ELAN Cooperative Study. Prevalence of Hospital Malnutrition in Latin America: The Multicenter ELAN Study. Nutrition. 2003; 19: 823-5.
  • 5. Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN). Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Ministerio de la Protección Social. 2010.
  • 6. Declaración de Praga de lucha contra la malnutrición. Ministerio de Sanidad de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), Presidencia Checa de la UE, ESPEN (European Society for Clinical Nutrition and Metabolism) y ENHA (Alianza de Salud Nutricional Europea). 2009. https://www.senpe.com/DOCS/ PRAGA/Declaration_Prague_2009.pdf

Fuentes bibliográficas

  • 7. Declaración Internacional sobre el Derecho a la Nutrición en los Hospitales. FELANPE (Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo), Asociación Mexicana de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional A.C. (AMAEE), Escuela de Medicina. Universidad Anáhuac México, Norte, International Federation of Catholic Universities (IFCU), Pan American Health Organization (PAHO), Academia Mexicana de Cirugía. 2008. https://www.felanpeweb.org/dec_cancun_ 2008.pdf
  • 8. Plan de acción de la Estrategia Mundial para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles 2008-2013.
    Organización Mundial de la Salud, OMS. https://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_ files/A61/A61_8-sp.pdf
  • 9. Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. Organización Mundial de la Salud, OMS. 2004. https://www.who.int/ dietphysicalactivity/strategy/eb11344/ strategy_spanish_web.pdf
Autores

1. Claudia L. Angarita G, ND. Nutricionista – Dietista, Pontificia Universidad Javeriana Especialista en Administración Hospitalaria. Experiencia en nutrición clínica.
Presidente de la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica. Director, Centro Colombiano de Nutrición Integral.
Correspondencia: claudiaangarita@gmail.com
presidencia@nutriclinicacolombia.org
Recibido: Junio de 2011
Aceptado para publicación: Junio de 2011
RMNC 2011; 2(1): 1-4.

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