Homeostasis del Nitrógeno

Homeostasis del Nitrógeno

La homeostasis en el metabolismo del nitrógeno no es posible sin ingestión de nitrógeno. Sin embargo, el metabolismo del nitrógeno depende tanto de las calorías como de las proteínas.

En situaciones en las que la ingestión de proteínas puede estar restringida, el incremento en las calorías mejora a menudo el balance de nitrógeno.

Durante la repleción nutricional generalmente es necesario obtener una determinación del balance de nitrógeno con el fin de valorar lo adecuado de la ingestión de proteínas y de la homeostasis del nitrógeno.

Por lo general, se considera que un balance positivo de nitrógeno de 4 a 6 g refleja una distribución apropiada de las proteínas almacenadas.

Al calcular el balance de nitrógeno es importante convertir de manera adecuada los gramos de proteína ingerida en gramos de nitrógeno ingerido.

Las fórmulas parenterales y enterales que contienen aminoácidos modificados (por ejemplo, enriquecidas con aminoácidos de cadena ramificada o con restricción de aminoácidos aromáticos) tienen un coeficiente de conversión diferente del coeficiente estándar de 6,25 g de proteína por cada gramo de nitrógeno.

El factor exacto de conversión debe ser determinado de acuerdo con la información del producto con el fin de incrementar la exactitud de los cálculos.

Con propósitos clínicos habituales los cálculos del balance de nitrógeno pueden hacerse utilizando la excreción del nitrógeno ureico urinario.(2-8)

Un estudio del balance de nitrógeno preciso depende de una función y un gasto urinario normales y de una recolección de orina de 24 horas completa y de una ingestión proteica exactas.(4)

Inmunocompetencia

En los últimos diez años la literatura médica ha demostrado que los bajos niveles de proteína visceral se asocian con inmunodeficiencia, la cual con frecuencia, es reversible mediante repleción.

Las pruebas de inmunocompetencia son únicas en cuanto que permiten medir el efecto de la desnutrición y no solamente su presencia.

Son muchas las pruebas de función inmunológica que se ven afectadas por la desnutrición; sin embargo, en situaciones clínicas la reactividad de la hipersensibilidad retardada y el recuento total de linfocitos son los más económicos y simples.(4)

Reacción de hipersensibilidad retardada

La reacción de hipersensibilidad retardada o la aplicación cutánea de pruebas es difícil de justificar en las situaciones clínicas habituales.

Muchos factores, que incluyen disfunción hepática, desequilibrio electrolítico, infecciones, insuficiencia renal y empleo de medicamentos inmunosupresores afectan la validez de este índice.(2-8)

Recuento total de linfocitos

Al igual que la reacción de hipersensibilidad retardada el recuento total de linfocitos se ve afectado por diversos factores nutricionales lo mismo que por factores no nutricionales.

Los niveles bajos de albúmina sérica, los medicamentos inmunosupresores y el estrés metabólico disminuyen el recuento total de linfocitos.

La mayoría de los pacientes hospitalizados pueden considerarse inmunosuprimidos y por lo tanto debe evitarse en estos casos el empleo de la reacción de hipersensibilidad retardada y el recuento total de linfocitos como parte de la valoración nutricional.(2-9)

Marcadores metabólicos

Aminoácidos plasmáticos

El perfil de aminoácidos del plasma o aminograma es una herramienta muy útil para medir la presencia de alteraciones en los aminoácidos del plasma especialmente en los pacientes con disfunción hepática y estrés hipermetabólico.

La presencia de desequilibrio en los aminoácidos determinará la necesidad de aportar regímenes especiales de apoyo nutricional que reemplacen aquellos aminoácidos depletados y que excluyan aquellos que se encuentran en exceso (tabla 6).(2,4,7)

Tabla 6. Marcadores bioquímicos del metabolismo de sustratos.
Metabolismo de sustratos

(Lea También: Requerimientos energéticoss)

Calorimetría indirecta

La utilización de sustratos y las necesidades Metabólicas pueden ser determinadas mediante calorimetría indirecta. Existen tablas metabólicas para determinar clínicamente la calorimetría indirecta que se basan en la medición del contenido de O2 y de CO2 en el aire  aspirado.

En el procedimiento no invasivo, se determinan tanto el consumo de oxígeno (VO2, mL/min) como la producción de bióxido de carbono (VCO2, mL/min.).

Utilizando la ecuación abreviada de Weir puede calcularse el gasto energético en reposo (REE, kcal/d). El REE representa el gasto energético actual en el momento de la medición. Como tal no requiere corrección para el grado de estrés metabólico.

El cociente respiratorio (RQ), que refleja la oxidación de sustratos, también puede ser determinado:

           VCO2
RQ = ———-
           VO2

Cada tipo de sustrato produce un diferente valor RQ. Los siguientes valores del RQ reflejan la oxidación neta del sustrato: Grasas 0,7, carbohidratos 1,0, sustratos mixtos (grasa, carbohidratos, proteínas) 0,85 y proteínas 0,8.

Un valor del RQ mayor de 1,0 representa o bien lipogénesis o bien hiperventilación del paciente; un valor del RQ inferior a 0,7 puede indicar una dieta cetogénica, gluconeogénesis a partir de grasa u oxidación de etanol.

Los valores que caen por fuera del rango de 0,65 a 1,3 pueden hacer pensar en la inexactitud de la medición.(1,6)

Otros parámetros

Se pueden utilizar otros parámetros para valorar El estado metabólico del paciente. Muchos de ellos son utilizados para investigación con el fin de describir el estado metabólico de una población en estudio (tabla 6).

Vitaminas y minerales

La valoración clínica aporta una base esencial Para evaluar al paciente con respecto a déficit potencial de vitaminas y minerales.

La valoración por el laboratorio es útil para confirmar la sospecha clínica. En general es muy raro ver deficiencias de un único nutriente.

Con mayor frecuencia, los pacientes con malnutrición presentan signos y síntomas de múltiples deficiencias de micronutrientes (tablas 7 y 8).(6)

Tabla 7. Valoración del estado de las vitaminas.
Metabolismo de sustratosTomado de Teasley-Strausburg KM, Anderson JD. Assessment Prevalence and Clinical Significance of Malnutrition. In: Dipiro JT, Talbert RL, et
al (Eds.). Pharmacotherapy: A Pathophysiologic Approach, 2nd ed., Appleton & Lange, Norwaik, CN 1993, p. 2120.
Tabla 8. Valoración del estado de los minerales traza.
Estado de los mineralesTomado de Teasley Strausburg KM, Anderson JD. Assessment, Prevalence and Clinical Significance of Malnutrition. En: Dipiro JT, Talbert RL, etal (Eds.). Pharmacotherapy: A Pathophysiologic Approach, 2nd ed., Appleton & Lange, Norwaik, CN 1993, p. 2117.

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