La medicina y la nutrición en la Escuela Colombiana de Medicina 

Nutrición en la Escuela Colombiana de Medicina

El programa de Medicina de la Escuela Colombiana de Medicina (ECM) forma un médico general, profesional, ético y humano, con sólidos conocimientos científicos y tecnológicos, de actitud crítica e investigativa, capaz de comprender y resolver los principales problemas de salud y enfermedad de la población colombiana, desde una visión integral de la vida contemplando sus aspectos biológicos, psicológicos, sociales y culturales.

Para el desarrollo de este perfil ocupacional del médico egresado, el estudiante ha desarrollado entre otras, la capacidad de reconocer las múltiples dimensiones de la vida humana para actuar en la promoción de la salud y en la prevención, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad; la competencia clínica para reconocer y atender los problemas de la población colombiana, principalmente los de mayor incidencia y prevalencia.

El perfil del egresado se basa en unas competencias específicas como son conocimiento médico, habilidades clínicas y de comunicación.

Estas competencias son la traducción de unos objetivos de aprendizaje de la Escuela Colombiana de Medicina  (ECM) que se alinean con los objetivos de aprendizaje de la Universidad.

Desde sus inicios, en el año 1977, la ECM ha desarrollado el enfoque biopsicosocial de la salud y la enfermedad, el cual pretende abordar el individuo desde su integralidad biológica, psicológica y social. Por ello la ECM está organizada en tres áreas: 1. Bioclínica, 2. Psicosocial, 3. Comunitaria, en las cuales se reparten las actividades curriculares académicas de la Facultad.

En términos de créditos académicos, durante los 6 años de formación médica, se imparten 291 repartidos de la siguiente manera: 70% en el área de bioclínica, 20% comunitaria y 10% psicosocial (tabla 1).

Tabla 1. Créditos académicos.

Integración de la nutrición

Hasta 2009 la Escuela Colombiana de Medicina (ECM) contaba con un profesor nutricionista dietista que impartía aproximadamente 10 horas de nutrición en el segundo semestre.

En 2011, el grupo docente se amplió a dos nutricionistas, un médico y un médico pediatra especialistas en nutrición los cuales imparten un total de 90 horas de clase presencial de tercero a decimosegundo semestre.

Estas horas fueron integradas a las asignaturas existentes donde los contenidos de nutrición tienen pertinencia: en los semestres preclínicos, de III a VI, se integró en la asignatura Cuidado primario de la salud y en los semestres clínicos VII a XII, al área Bioclínica.

Consideraciones previas a la integración de la nutrición en el currículo

Como ciencia, la nutrición se dedica al estudio de los procesos por los cuales los organismos vivos utilizan los alimentos para mantener la vida, el crecimiento, el funcionamiento normal de los órganos y de los tejidos así como la producción de energía.

Por su parte, según CH Halsted, la nutrición clínica se define como “la aplicación de la nutrición al diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades que afectan la ingestión, la absorción y el metabolismo de los constituyentes de la dieta, y a la promoción de la salud a través de la prevención de las enfermedades relacionadas con la dieta”.(35)

La terapia o soporte nutricional hace parte de la nutrición clínica pues se dedica fundamentalmente al diagnóstico y la prevención de la desnutrición y al uso adecuado de la nutrición artificial hospitalaria.(36) Una definición complementaria de CF Jonkers:(37) “la terapia nutricional es la nutrición para pacientes hospitalizados sufriendo estrés metabólico”.

Según la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo el Soporte Nutricional incluye la fortificación de alimentos, los suplementos alimenticios orales, la nutrición enteral y la nutrición parenteral.(38)

La nutrición se considera una ciencia básica integradora de otras ciencias:

A la cual se le debe dar un abordaje desde la interdisciplinariedad. La nutrición es una disciplina integradora de las ciencias básicas,(39) que se fundamenta en la física, la química, la bioquímica y la biología principalmente.

Con los avances de las últimas décadas en las nuevas tecnologías y los consecuentes progresos en el proyecto genoma, la nutrición se ha convertido en un nicho invaluable en la integración de nuevas ciencias como las “ómicas”: genómica (expresión de los genes), la proteómica (el estudio en los cambios de las proteínas) y la metabolómica (el estudio de moléculas de bajo peso molecular dentro del espectro de las vías bioquímicas metabólicas).

Estas han permitido avances en el entendimiento de las relaciones entre nutrición, metabolismo y salud.

Dentro de este bloque de ciencias nuevas, la genómica nutricional, como es llamado este campo, integra la nutrigenética y la nutrigenómica, y tiene un futuro prometedor en el área de la práctica de la nutrición clínica y de salud pública.(40)

El objetivo de la genómica nutricional es definir cómo los genes interactúan con elementos de la dieta humana modificando el metabolismo celular y generando cambios en los perfiles metabólicos que pueden estar asociados con la susceptibilidad y riesgo de desarrollar enfermedades comunes. Sin embargo, la dificultad en definir y delimitar los conocimientos propios de la nutrición representa uno de los principales obstáculos para el desarrollo y la práctica de esta ciencia.

Es así como la Sociedad Americana de las Ciencias de la Nutrición en 2002 definió un núcleo central de conocimientos, con el ánimo de asegurar el futuro de esta ciencia (tabla 2).

Tabla 2. Núcleo central de conocimientos para la disciplina de la nutrición.(41)

Disciplina de la nutrición

Este núcleo le da singularidad académica y homogeniza los conocimientos entre los especialistas en nutrición.(41) El núcleo central de conocimientos interactúa con otras ciencias de interfaz, las cuales representan nuevas fronteras del conocimiento (figura 1).

Curricular en nutriciónFigura 1. El contenido curricular en nutrición se basa en las recomendaciones del Comité de Educación en Nutrición de la Sociedad Americana de Ciencias Nutricionales.

La genómica es en ese sentido una frontera innovadora y prometedora para posicionar la ciencia de la nutrición como ciencia fundamental para entender la vida. Por tanto, las competencias en nutrición serán cada vez más valoradas frente a la necesidad de traducir los eventos moleculares a los clínicos.

Competencias en nutrición

Teniendo en cuenta el perfil deseado del egresado de la ECM, la problemática nacional en nutrición, y el sistema de salud al cual se enfrenta el médico, se han determinado las siguientes competencias específicas (tabla 3).

Tabla 3. Competencias específicas.
Tema de la nutrición

Las competencias en ciencias básicas que competen a la nutrición o que se consideran requisito para abordar el tema de la nutrición, se imparten diseminadas de I a VI semestre en las asignaturas de bioclínica, principalmente en bioquímica y fisiología.

Estas horas, no cuantificadas no se tienen en cuenta en las 90 horas del tema de la nutrición.

Para desarrollar estas competencias se han incluido los siguientes contenidos temáticos (tabla 4).

Tabla 4. Contenidos temáticos en nutrición del currículo de la ECM.
Nutrición del currículo de la ECM

Dificultades y oportunidades de mejora en la integración de la nutrición en el currículo de la Escuela Colombiana de Medicina (ECM)

Se han identificado al menos dos dificultades en la integración del tema de la nutrición en el currículo de medicina de la Escuela Colombiana de Medicina (ECM).

Por un lado, el tema de la nutrición no ha sido implementado como una asignatura independiente, sino que se ha integrado a diversas asignaturas ya existentes, aunque todas obligatorias.

Esto se debe a la dificultad de realizar modificaciones a un currículo sobrecargado y con la necesidad de implementar otros temas nuevos también considerados de primordial importancia para los médicos.

Por otro lado, la dificultad en integrar teoría y práctica. Los semestres preclínicos donde la práctica se realiza en atención primaria, poco se aplican los temas tratados en la asignatura.

En los semestres clínicos, las horas teóricas son escasas y la correlación que se pueda realizar en la práctica depende del hospital de rotación.

En su mayoría, los docentes en estos hospitales no abordan la nutrición, por falta de conocimiento, por tanto, los estudiantes no son formados en el tema. Esta falta de correlación teórico-práctica se considera una gran limitación para lograr las competencias de habilidades clínicas.

Las 90 horas de nutrición que han sido integradas a la enseñanza de los médicos de la Escuela Colombiana de Medicina (ECM):

pueden ser consideradas un avance importante en el tema, sin embargo, se plantean diversas oportunidades de mejora.

En los semestres preclínicos, el tema de la consejería en nutrición podría desarrollarse de manera simultánea al tema de consejería en estilos de vida saludables.(42) J. Duperly y colaboradores han venido realizando diversos estudios en 24 facultades de medicina del país, los cuales pretenden identificar las estrategias óptimas para mejorar la educación en estilos de vida saludables y actitudes hacia la consejería preventiva además de fomentar estrategias para mejorar los estilos de vida saludables de los mismos estudiantes para lograr coherencia entre sus hábitos y la consejería que darán a sus pacientes.

Otra oportunidad de mejora se ha identificado en los contenidos temáticos en los semestres clínicos. Temas nucleares por especialidad deben ser claramente definidos, impartidos e integrados a la práctica clínica.

Recomendaciones

El reconocimiento de la relevancia del tema de la nutrición en la enseñanza de la medicina es de fundamental importancia para su desarrollo dentro de las facultades.

Dado este primer paso, se deben identificar oportunidades para la implementación de unos mínimos contenidos curriculares fundamentales.

La creación de una asignatura independiente y obligatoria, se considera la mejor estrategia. Los contenidos mínimos que deben ser integrados deberían ser objeto de un consenso nacional de expertos.

Por último, la incorporación de mínimo un médico experto o especialista en nutrición en las facultades de medicina es un aspecto clave tanto para su desarrollo como para asegurar la permanencia del tema de la educación en nutrición.(43)

Conflicto de intereses

Las autoras declaran ausencia de conflicto de intereses en la elaboración y publicación del artículo.

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