Cuidados de Enfermería en la Administración de Insulina

Almacenamiento y Administración de la Insulina en Enfermería

1. Las insulinas de acción rápida son transparentes y las únicas que se pueden administrar por vía endovenosa

2. Las insulinas de acción intermedia y prolongada son de aspecto lechoso y deben ser agitadas suavemente antes de extraerlas, a excepción de la insulina Glargina, la cual es una solución transparente que no necesita ser agitada

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3. Con las nuevas insulinas humanas ya no es imprescindible mantener el vial en el refrigerador que se está utilizando, a menos que el calor sea excesivo.(10,14) Pueden almacenarse a temperatura ambiente hasta por un mes

4. Los viales que no están en uso se deben mantener a una temperatura entre 4 y 8ºC, evitando siempre la congelación(14,18)

5. Anote la fecha de apertura del frasco sobre la etiqueta

6. Deseche el frasco si ha sido congelado o expuesto a altas temperaturas, si ha cambiado de color, si observa grumos o precipitados.

Lea También:

  1. Temas Libres: Administración de Insulina
  2. Medicamentos para la Diabetes Tipo 2, Insulinas Tradicionales
  3. La Insulina y El Enorme reto de La Diabetes

Preparación de la Insulina en Enfermería

1. Verifique la orden médica de la administración de insulina para seleccionar la insulina correcta y la dosis.

2. Conozca los diferentes tipos de insulina, conocer su inicio, concentración máxima y duración.

3. La insulina no debe mezclarse con otros fármacos.

4. Debe disponerse de insulina a temperatura ambiente, ya que la inyección de insulina fría puede aveces resultar dolorosa.

5. Verifique la fecha de expiración del vial.

6. Utilice siempre jeringas de insulina.

7. La insulina de una marca no deberá mezclarse con la de otra.

8. Si se necesita administrar mezcla de insulinas, generalmente de una insulina rápida y otra de acción intermedia, se mezclan estas dos insulinas en la misma jeringa, cargando primero la de acción rápida. Una vez hecha la mezcla, inyéctela inmediatamente, pues de lo contrario la insulina pierde esta característica.(10,14,18)

Administración de Insulina en Enfermería

1. Como se debe hacer con todo medicamento, revisar los cinco correctos: medicamento correcto, paciente correcto, dosis correcta, vía correcta y hora correcta.

2. La insulina suele administrarse antes de las comidas: 30 minutos antes si se trata de una insulina regular, 10 a 15 minutos si se trata de insulina Lispro y 45 a 60 minutos antes si se trata de las de acción intermedia y prolongada.(10,14) . En la práctica hospitalaria se debe colocar inmediatamente antes de las comidas principales, al comprobar que la dieta le ha llegado al paciente y de esta manera evitar accidentes hipoglucémicos. No administrarla si el paciente por alguna indicación no puede comer. Le puede interesar: Beneficios para profesionales de la salud en la compra de su carro.

3. La absorción de la insulina inyectada vía SC está determinada por factores tales como el sitio de inyección, ejercicio del área o miembro, flujo sanguíneo subcutáneo, profundidad de la inyección, temperatura ambiente, anticuerpos circulantes contra la insulina, volumen y tipo de insulina.(15,16)

4. Seleccione el sitio de inyección adecuado, sabiendo que la absorción es más rápida en el abdomen, seguido por los brazos, los glúteos y el muslo. (10,15)

5. Rote los sitios de inyección para prevenir el engrosamiento y hundimiento de la piel. Conviene alternar entre diversos puntos de una misma área por espacio de varios días y después pasar a otro sitio, en vez de alternar diariamente entre diferentes regiones anatómicas. Cada inyección debe estar separada de la que le antecede en unos 2,5 cms y se debe dejar descansar un área de 4 a 6 semanas antes de inyectar de nuevo en ese lugar.(10,15,19)

6. Eduque al paciente acerca del procedimiento de administración de insulina, informándolo del tipo de preparado que recibe, su acción, horario y factores que afectan su absorción. Actualizar las aptitudes de autocuidado con relación a zonas y técnica de inyección, autocontrol de glucemia, comida y ejercicio físico e identificación de síntomas de hipo o hiperglucemia.

7. Evite las inyecciones en áreas que van a tener más actividad muscular durante el día, ya que el ejercicio acelera la absorción de la insulina.

8. Si hay alguna duda en relación con la administración de la dosis de insulina, debe pedir asesoría al médico tratante.

Después de la administración

1. Valore en el paciente signos de hipoglucemia. Inicialmente se presenta sudor, hambre, parestesias, taquicardia, debilidad, temblor y ansiedad. Luego aparece dificultad para concentrarse, confusión, obnubilación, mareo, visión borrosa, pérdida de la conciencia, convulsiones y coma

2. Observe los sitios de inyección en busca de reacciones alérgicas locales y alteraciones de la piel y grasa.

Administración Subcutánea (11,19,20-22)

1. Realice lavado de manos con agua y jabón

2. Agite el vial, rodándolo entre las manos para suspender todas las partículas

3. Limpie el vial con alcohol antiséptico, deje secar y extraiga la cantidad de unidades de insulina que requiera

4. Limpie la zona seleccionada con alcohol o agua y jabón, realizando un movimiento circular del centro a la periferia. Si utiliza alcohol, asegúrese de que la piel esté seca antes de insertar la aguja para prevenir su irritación

5. Forme un pliegue de tejido subcutáneo pellizcando con los dedos pulgar e índice unos 2,5 cm de la piel seleccionada

6. En un ángulo de 90º (45º en un niño o en adultos muy delgados o muy musculosos), inserte la aguja con un movimiento rápido

7. Libere el pellizco y luego inyecte la insulina lentamente. No aspire, ya que en la técnica subcutánea no es probable atravesar los vasos sanguíneos y es fácil que con la manipulación de la jeringa, provoque un hematoma(10)

8. Extraiga la aguja de la piel con lentitud, a fin de prevenir la tracción dolorosa de la piel durante la extracción y sostenga una torunda con alcohol encima de la zona sin realizar masaje, ya que esto podría provocar una absorción más rápida

9. Deseche la jeringa en el guardián ubicado en cada habitación

10. Registre la insulina en la hoja de medicamentos inmediatamente después de su administración (tipo de insulina, dosis, vía, fecha, hora y firma).

Administración de Insulina Intravenosa en Enfermería

Como se indicó anteriormente, la insulina puede administrarse por vía intravenosa (IV) cuando se requiere su acción en condiciones agudas como por ejemplo la cetoacidosis diabética, caso en que utilizan únicamente insulinas de acción rápida y la dosis depende de las concentraciones de la glucosa en sangre.

Habitualmente se administra una dosis intravenosa de insulina en inyección rápida de 0,1 a 0,5 U/Kg, seguida de una perfusión de 0,1 U/Kg/hora hasta cuando la concentración de glucosa en sangre regrese a los valores normales.(14,23) La infusión es continua por lo que requiere el uso de bomba.

Durante la infusión, es necesario controlar cada hora la concentración de glucosa en sangre, para que ésta no llegue a cifras demasiado bajas.

Las condiciones de reconstitución e infusión de insulina según la guía de administración de medicamentos de la Fundación Santa Fe de Bogota son:(24)

Solvente: SSN, DAD 5%
Dilución: 1 U/ml
Condiciones de dilución:
Insulina 0,5 ml + SSN 49,5 ml = Volumen final 50 ml.

Precauciones

  •  Alteraciones del color o turbidez indican deterioro o contaminación
  •  Purgue el equipo con la mezcla
  •  Prepare mezclas para máximo cuatro horas

Efectos Secundarios de la Administración Insulina en Enfermería

Hipoglucemia:

Es la complicación más frecuente y se define como una concentración de glucosa sérica inferior a 50 mg/dl. Puede presentarse cuando se inyecta una cantidad de insulina superior a la ordenada o cuando se administra la cantidad ordenada, pero se reduce la dieta, se hace más ejercicio o ambas.

Asimismo, como la disminución de la glucemia afecta de manera diferente a cada persona, es más práctico actuar ante los signos y síntomas autonómicos y neuroglucopénicos (consecuencia del déficit de glucosa en el cerebro y el sistema nervioso) que se produce cuando la glucemia llega a los 60 o 70 mg/dl.

En consecuencia, una respuesta leve a la hipoglucemia se asocia con la respuesta del sistema nervioso autónomo, como palidez, taquicardia, temblores, ansiedad, palpitaciones, hambre súbita, sudoración fría y piel húmeda. Una respuesta moderada provoca una clínica autónoma y neuroglucopénica. Incluye cefalea, vértigo, confusión, irritabilidad, conducta extraña, somnolencia, dificultades del habla, fatiga, agitación irracional, visión borrosa, parestesias (en forma de entumecimiento y hormigueos peribucales) y debilidad extrema. Una respuesta grave incluye falta de respuesta, inconciencia y convulsiones.(1,14,15,25)

Así, su tratamiento incluye la administración oral de carbohidratos y en los casos agudos 50 ml de dextrosa al 50% en bolo IV.(8,14,25) Si no se dispone de vía intravenosa, administrar 1 mg de glucagón por vía SC o IM.(19,25) Controlar el estado del paciente; valorar el nivel de conciencia y signos vitales y repetir la determinación de la glucemia en 15 minutos.

Lipodistrofia:

Puede adoptar la forma de lipoatrofia o de lipohipertrofia. La lipoatrofia consiste en una disminución de la grasa en el lugar de la inyección de la insulina, formándose una depresión en la piel. También, la lipohipertrofia consiste en una acumulación local de grasa cuando se inyecta insulina siempre en el mismo sitio.

Resistencia:

Se define como la necesidad de administrar más de 100 U/día de insulina. Muchas veces se debe a la existencia de anticuerpos contra la insulina, lo que era más frecuente con las insulinas de origen animal.(14-16)

Alergias:

Con el uso de insulinas humanas, la incidencia de reacciones alérgicas locales como prurito, eritema y de reacciones sistémicas ha disminuido.(15,16)

Cuidado e intervención de la enfermería en el paciente diabético y la aplicación de la insulina

El cuidado e intervención de enfermería en pacientes diabéticos, especialmente en lo que respecta a la administración de insulina, es fundamental para garantizar un manejo adecuado de la enfermedad y prevenir complicaciones.

Cuidado integral del paciente diabético

El cuidado integral del paciente diabético abarca aspectos clave que van más allá de la administración de insulina y se centra en la educación, la monitorización y la promoción de estilos de vida saludables. La enfermería desempeña un papel crucial en:

Educación del paciente

  • Proporcionar información sobre la importancia de la dieta, el ejercicio y el monitoreo regular de la glucosa.
  • Enseñar técnicas de autocontrol y la interpretación de los resultados de glucosa.

Monitoreo continuo

  • Realizar seguimientos regulares para evaluar el control glucémico.
  • Evaluar y registrar signos vitales, cambios en el peso y síntomas relacionados con la diabetes.

Promoción del autocuidado

  • Facilitar estrategias para el autocuidado, incluyendo el manejo de situaciones de emergencia.
  • Fomentar la adherencia a la medicación y el seguimiento de las recomendaciones médicas.

Administración de insulina

La administración de insulina es una parte esencial del tratamiento para muchos pacientes diabéticos, especialmente aquellos con diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 que no pueden controlarse adecuadamente con medicamentos orales. Las enfermeras desempeñan un papel clave en este proceso:

Evaluación individualizada

  • Evaluar la historia clínica del paciente y determinar el tipo de insulina adecuada.
  • Considerar la variabilidad en las necesidades de insulina según la dieta, el ejercicio y otras variables individuales.

Educación sobre la administración

  • Proporcionar instrucciones claras sobre la administración de insulina, incluyendo la técnica de inyección y el uso adecuado del dispositivo.
  • Enseñar la importancia del cambio regular de sitios de inyección para prevenir complicaciones.

Monitoreo y ajuste

  • Supervisar continuamente los niveles de glucosa y ajustar la dosis de insulina según sea necesario.
  • Colaborar con otros profesionales de la salud para realizar ajustes en el régimen de insulina según los cambios en la condición del paciente.

Cuidados relacionados con la insulina

  1. Almacenamiento adecuado
  • La insulina es una hormona sensible al calor y la luz. Se debe almacenar en el refrigerador según las indicaciones del fabricante.
  • Evitar congelar la insulina y protegerla de la exposición directa al sol.
  1. Rotación de Sitios de Inyección
  • Rotar los sitios de inyección para prevenir la acumulación de lipodistrofia, que puede afectar la absorción de insulina.
  • Cambiar la ubicación de la inyección dentro de una región anatómica para evitar la irritación repetida del mismo lugar.
  1. Técnica de Inyección Adecuada
  • Utilizar agujas y jeringas estériles y desechables para cada inyección.
  • Aplicar la técnica correcta de inyección, incluyendo la inserción subcutánea a la profundidad adecuada.
  1. Monitoreo Continuo
  • Realizar un monitoreo regular de la glucosa para ajustar la dosis de insulina según las necesidades individuales.
  • Supervisar los signos y síntomas de hipoglucemia e hiperglucemia.
  1. Ajuste de Dosis según las Necesidades Individuales
  • Colaborar con el equipo de atención médica para ajustar las dosis de insulina según cambios en el estilo de vida, la dieta y la actividad física.
  • Adaptar las dosis durante situaciones especiales como enfermedades, cirugías o cambios en la medicación concomitante.
  1. Educación al Paciente
  • Proporcionar educación exhaustiva sobre el autocuidado y la administración adecuada de insulina.
  • Asegurar que los pacientes comprendan la importancia de seguir su plan de tratamiento y conozcan los signos de complicaciones.

Referencias Bibliográficas – Administración Insulina en Enfermería

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