Tema Libre: Inmunología del Trasplante de Órganos, Ciclosporina A
Organ transplant immunology: Cyclosporine A
Raquel Alba Martín* Daniel Brell Martín**, Elena Barroso Estévez***
Unidad de Salud Mental, Hospital Reina Sofía, Córdoba, España.
Resumen
Objetivo:
Investigar los efectos-acciones de la Ciclosporina A como principal medicamento inmunosupresor en pacientes sometidos a un trasplante de órganos, así como evaluar su toxicidad y efectos adversos.
Metodología:
Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica de la literatura existente mediante el acceso a diversas bases de datos con la finalidad de agrupar los conocimientos más relevantes en torno a la inmunosupresión de pacientes trasplantados.
Resultados:
Mediante la combinación de la Ciclosporina A y otros inmunosupresores con diferentes mecanismos de acción, disminuye la tasa de rechazo agudo en trasplantes y se consigue mejorar la supervivencia tanto del paciente trasplantado como del injerto a largo plazo.
Conclusión:
En la actualidad, la Ciclosporina A ha revolucionado el área de la medicina regenerativa posibilitando una considerable reducción en las tasas de rechazo en el trasplante de tejidos y órganos. Junto a su acción inmunosupresora, presenta varios efectos tóxicos para el organismo de los cuales los más notables son la nefrotoxicidad aguda y crónica. Por ello, se siguen investigando nuevas drogas para que en un futuro se pueda incrementar su eficacia y seguridad, reduciendo los efectos nocivos.
Palabras clave:
Ciclosporina A, inmunosupresión, trasplante, Enfermería, beneficios.
Abstract
Objective:
Investigating the cause and effect of the Cyclosporine A as the main drug in patients undergoing organ transplantation as well as to assess their toxicity and adverse effects.
Methodology:
It has carried out a selective search of the existing literature using several databases in an attempt to group the most relevant knowledge into the immunosuppression of transplant patients.
Results:
Through the combination of Cyclosporine A and other immunosuppressants with different mechanisms of action, the acute rejection rates in transplantation is decreased, improving the survival of both transplant patients and long-term engraftment.
Conclusions:
Nowadays Cyclosporine A has revolutionized the field of regenerative medicine, enabling a significant reduction of rejection rates in transplantation of tissues and organs. Alongside its immunosuppressive action, it has several toxic effects in the body of which the most notable is the acute and chronic nephrotoxicity. Therefore, experts continue researching new drugs in order to increase its efficacy and safety in the future, reducing their harmful effects.
Keywords:
Cyclosporine A; Immunosuppression; transplant; nursing; benefits.
Introducción
El sistema inmune se compone de una compleja red celular que desencadena numerosas respuestas frente a estímulos concretos procedentes del medio.
En general, las células que forman este entramado reconocen y reaccionan contra las moléculas ajenas a su organismo, aunque en ocasiones también pueden reaccionar contra los elementos propios. Esto representa un desafío cuando se pretende llevar a cabo un trasplante de órganos con expectativa de éxito.
Pese a que la gran mayoría de las proteínas sintetizadas en la especie humana suelen ser homólogas, existen proteínas concretas denominadas polimórficas, las cuales presentan ciertas diferencias que desencadenan una respuesta hostil por parte del sistema inmunitario provocando el rechazo del injerto procedente de otra persona(1).
El sistema de histocompatibilidad humano (Human Leukocyte Antigen, HLA) es el principal complejo que media en el rechazo de los órganos trasplantados. Se encuentra constituido por seis locus determinados de manera genética cuyas recombinaciones durante el desarrollo embrionario del individuo producen un conjunto de moléculas de reconocimiento prácticamente único que permite discriminar entre lo propio y lo ajeno.
En combinación con el sistema HLA se encuentran otros antígenos estructurales, como el sistema de compatibilidad sanguínea ABO entre otros. Los cuales inducen la activación del sistema inmune provocando una respuesta de rechazo del órgano trasplantado.
Además, El tratamiento con inmunosupresores, en especial desde el descubrimiento de la Ciclosporina A, ha posibilitado la disminución de la respuesta inmunológica frente al nuevo injerto.
También, Los inmunosupresores se definen como aquellos fármacos cuyo mecanismo de acción consiste en disminuir de forma selectiva la respuesta inmune. Se utilizan en la práctica clínica para prevenir el rechazo del paciente al órgano o injerto trasplantado, así como en determinadas enfermedades autoinmunes. En general, se pueden clasificar segun la figura 1.
Figura 1. Clasificación de Fármacos Inmunosupresores. Modificado de Andreu Periz L, Force Sanmartín E. La Enfermería y el Trasplante de Órganos. Ed. Panamericana. 2004
Más información de Inmunología del Trasplante de Órganos:
- Inmunología del Trasplante de Órganos, Mecanismo de Acción
- Inmunología del Trasplante de Órganos, Recomendaciones al Paciente
Dentro de este conjunto, los fármacos más utilizados son:
a. Glucocorticoides:
Presentan una eficacia demostrada en trasplantes tanto en la prevención del rechazo combinado con otras drogas, como en su tratamiento. Los empleados con mayor frecuencia son la prednisona oral o prednisolona y la metilprednisolona intravenosa, este último en especial para el rechazo agudo.
En cuanto a su mecanismo de acción, estudios actuales corroboran que inhiben la reproducción de células T y la inmunidad de dichas células. En general, se considera óptima la disminución gradual en la administración de estos cuando los pacientes se encuentran estabilizados, llegando incluso a suspenderse totalmente en determinadas condiciones. Los efectos secundarios más importantes que pueden acontecer tras su uso son: atrofia muscular, osteoporosis, hipertensión arterial, obesidad e hiperglucemia.
b. Antimetabolitos:
Dentro de este grupo cabe destacar la azatioprina como inhibidor de la síntesis de purinas utilizado en la actualidad solo en pacientes que llevan mucho tiempo trasplantados. También destaca el micofenolato mofetilo, otro fármaco que bloquea la producción de nuevas purinas, empleado como agente inmunosupresor muy eficaz en el trasplante, junto a corticoides, ciclosporina y tacrolimus.
Uno de los posibles efectos nocivos más señalados del uso de azatioprina es la mielotoxicidad, en especial cuando se combina con alopurinol en aquellos pacientes que presenten enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad de Crohn(2). La administración de micofenolato mofetilo, sin embargo, puede inducir leucopenia, náuseas, vómito, dolor abdominal y diarrea(2).
c. Inhibidores de la Calcineurina:
En este apartado podemos encontrar el tacrolimo (conocido anteriormente como FK506) y la ciclosporina A(3). El mecanismo de acción del tacrolimo consiste en anular la activación de los linfocitos T al inhibir la calcineurina. Está indicado para impedir el rechazo de un órgano sólido, siendo un tratamiento de último recurso debido a los efectos nefrotóxicos inducidos en el organismo(4).
Este artículo se centrará en la revisión de la Ciclosporina A debido a su relevancia como agente inmunosupresor:
La Ciclosporina A (CsA) es un compuesto de naturaleza peptídica y estructura cíclica utilizada en la disminución del rechazo en el trasplante de tejidos y órganos, siendo también usada como fármaco inmunosupresor en el tratamiento de determinadas enfermedades autoinmunes.
Aislado por primera vez del hongo Tolypocladeium inflatium gams en 1970 en un laboratorio de Sandoz en Basilea, Suiza, fue ensayado inicialmente como antibiótico antifúngico, careciendo, a priori, de utilidad clínica dado su estrecho espectro de actividad. En ese mismo año, el jefe del Departamento de Farmacología de Sandoz, K. Saameli, desarrolló un programa que abarcaba unos 50 ensayos farmacológicos realizados por diferentes grupos, denominado Programa de Cribado General.
El cual permitió esclarecer las tres propiedades principales de la Ciclosporina A que promocionarían y limitarían al mismo tiempo su uso en un futuro:
- Actividad inmunosupresora.
- Carencia de acción citostática no específica.
- Nefrotoxicidad.
En 1983 la Agencia de Alimentos y Drogas Estadounidense aprobó el uso de CsA para prevenir el rechazo de trasplantes.
En la actualidad, los laboratorios Novartis Pharma la distribuyen bajo el nombre Sandimmune®, aunque otros laboratorios también la comercializan. Tales como los Laboratorios Abbott (Gengraf®), Dexcel Pharma (Deximune®) o NeuroVives que recientemente ha distribuido una ciclosporina formulada a base de una emulsión lipídica especialmente indicada para pacientes con daños cerebrales bajo el nombre comercial de NeuroSTAT®.
Autores:
*Primero, Raquel Alba Martín. Diplomada Universitaria en Enfermería por la Universidad de Córdoba, Especialista en Salud Mental- España.
**Segundo, Daniel Brell Martín. Licenciado Biología Córdoba
***Tercero, Elena Barroso Estévez. Unidad de Salud Mental, Hospital Reina Sofí. Diplomada Enfermería, Castilla la Mancha
Correspondencia: raquelalbamartin@satse.es
Recibido: diciembre de 2013
Aceptado para publicación: diciembre de 2013
Actual. Enferm. 2014;17(1):22-27
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