Suturas Mecánicas en Cirugía

Palabras claves

Suturas quirúrgicas mecánicas, Grapas metálicas, Grapadoras lineales. Grapadoras circulares, Oclusión de vasos, Línea de sutura seroserosa.

Se hace un recuento histórico del uso de las suturas mecánicas en cirugía cuyo primer informe se remonta a 1816; se analizan las indicaciones y los usos de las grapas metálicas que se usan para la sutura de la piel como para la  oclusión de los vasos; los aparatos de grapadoras lineales que se usan tanto en cirugía toráxica como en cirugía gastrointestinal y que se reconocen con las siglas LS o TA; los de sutura y sección simultánea, también lineales, reconocidos con las siglas GIA o LC. Y por último las grapadoras circulares para anastomosis término-terminal del tubo gastrointestinal, reconocidas con la sigla ILS o EEA.

Se concluye que para un uso juicioso de dichas grapadoras se deben conocer ampliamente las indicaciones, las contraindicaciones y las complicaciones que pueden presentarse con su uso; la aplicación juiciosa de estos instrumentos requiere un previo adiestramiento en el laboratorio de cirugía experimental con la asesoría de un cirujano previamente adiestrado en estas disciplinas.

Con el cumplimiento de estas premisas, las perspectivas del uso de las suturas mecánicas en cirugía, son realmente halagadoras.

Introducción

El uso de suturas mecánicas en cirugía ·ha evolucionado de una manera notable en las últimas décadas, ocupando actualmente un sitial destacado dentro del escenario quirúrgico contemporáneo.

El primer informe del uso de un elemento mecánico para la anastomosis o unión de un tejido orgánico. Se remonta al 14 de febrero de 1816 cuando en la Real Sociedad de Medicina de Marsella, Félix Micholas Denaus, mostró un perro a quien 10 días antes le había practicado una anastomosis término-terminal del intestino delgado con un aparato cilíndrico, hecho que fue publicado por Samuel D. Gross en 1843 en su famoso texto de Técnica Quirúrgica (1).

Instrumentos o vástagos metálicos o de otro material extraño

Múltiples ensayos continuaron con el fm de introducir instrumentos o vástagos metálicos o de otro material extraño, dentro de la luz intestinal que facilitara su unión. Pero buscando una buena aceptación por el órgano intervenido.

Son dignos de recordar los esfuerzos de Senn en 1889 cuando introdujo un lumen de hueso descalcificado para estos fines, instrumento modificado posteriormente por H. Littleword en 1892; o los anillos fabricados con catgut para este mismo fin como el ideado en 1889 por Abbe. Pero definitivamente, el anillo metálico ideado por Murphy presentado ante la Asociación Médica del Valle del Mississippi y publicado en el Medical Record de New York el 10 de diciembre de 1892, fue el de más rápida aceptación y por su fácil aplicación, su uso se extendió ampliamente; básicamente consta de 2 anillos metálicos en forma de hongo, que se introducen el uno dentro del otro en forma “telescopada”, asegurando la unión del intestino por una sutura hermética alrededor de la pared del mismo (Fig. 1).

Anillo de Murphy en el intestino

Al comienzo Murphy empleó su instrumento para derivaciones colecisto-duodenales en casos de carcinoma de la cabeza del páncreas. Ya que la vesícula distendida facilitaba este procedimiento; fue tal el impacto que produjo este instrumento, que sirvió de base para el discurso o mensaje presidencial de W. L. Rodman en 1900 ante la American Surgical Association. Quien disertó sobre sus bondades para las anastomosis gastroentéricas cuando por las condiciones críticas del paciente se requería de una cirugía rápida y segura (1, 2).(Lea También: Grapas Metalicas para Suturas)

Botón de Murphy 

Fueron propuestas múltiples modificaciones al botón de Murphy en el sistema de anastomosis y en la forma de adherirlo al intestino, pero las más aceptadas fueron las de Cotes en Knoxville y la de Robert L. Wern, en New York; en 1910, William S. Halsted (3), presentó ante la American Surgical Association su variante a este anillo para las anastomosis endorrectales, modificaciones que él mismo mejoró progresivamente. Presentó la última de éstas en 1922, meses antes de su muerte, como una más de las múltiples innovaciones que su ingenio legó al escenario quirúrgico; por ello William S. Halsted ha sido titulado con justicia como “Padre de la Cirugía Científica” (4).

En 1985 Hardy y Page informaron su experiencia con un anillo fabricado con ácido poliglicólico con 12% de sulfato de bario. Lo denominaron anillo biofragmentable para suturas del colon (BAR); básicamente es un anillo de composición interdigital, compuesto por 6 grapas que se adhieren una a otra en una forma telescopada. El material mencionado previene la compresión excesiva y preserva el flujo sanguíneo del área anastomosada. Dicho anillo es expulsado entre el 1211 y el 1611 día después de su instalación; cortes biológicos realizados en animales de experimentación a los 21 días, han demostrado magnífica cicatrización.

Viene en varios diámetros según el área del intestino por anastomosar (5) (Fig. 2).

Anillo biofragmentable (BAR)


H. ABAUNZA, MD, FACS, SCC (Bon). Doctor Hernando Abaúnza Orjuela, Docente Adscrito de Cirugía de la U. Nacional, Director Ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Cirugía, Bogotá, Colombia.

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