Epilepsia Primaria: Epilepsia y Problemas de Aprendizaje

Es conocido que los trastornos de aprendizaje y de conducta son más comunes en los pacientescon epilepsia, en comparación con la población general. Cerca del 50% de los niños con epilepsia tienen dificultades relacionadas con el colegio, pero es pequeño el porcentaje de niños que asisten a educación especial. Dentro de las dificultades escolares se encuentra la inasistencia por frecuencia de crisis, estigmatización y problemas de aprendizaje.

Existe la posibilidad que muchos pacientes estén siendo subdiagnosticados, lo que hace que se presenten dificultades académicas que crean malestar y ansiedad tanto en los pacientes como en los familiares. Estos niños se ven sometidos a exigencias mayores a sus capacidades, presentando con mayor frecuencia comorbilidad psiquiátrica como depresión y ansiedad, lo que interfiere en la calidad de vida [2; 4; 5].

Un estudio demostró que solo el 33% de los niños con epilepsia de 12-18 años de edad asisten a educación secundaria, comparados con el 68% de los controles. Lo anterior demuestra una alta tasa de inasistencia, secundaria a múltiples factores [5].

Oostrom y colaboradores, encontraron que pacientes con diagnóstico de epilepsia idiopática requerían mayor soporte por parte de educación especial comparado con un grupo control con inteligencia y nivel educativo similar (51% vs 27%).Encontrando menores puntajes en pruebas de cognición y mayores quejas en escalas de síntomas conductuales realizadas por padres y profesores. A pesar de tener una inteligencia normal el 24% habían perdido un año escolar, encontrando diferencias significativas con el grupo control. Estos hallazgos fueron encontrados desde el momento del diagnóstico y persistiendo en la evaluación que se les realizó al año de haber iniciado el tratamiento [10].

Existen diferentes tipos de variables que se han querido asociar con mal rendimiento académico, entre estas algunas están relacionadas con las crisis y otras que son de tipo psicosocial. En el trabajo realizado por Fastenau y colaboradores, después de aplicar una batería neuropsicológica a 173 niños que tenían en su mayoría un solo fármaco antiepiléptico y un solo tipo de crisis, aunque tenían diagnóstico de varios tipos de epilepsia, se encontró que un entorno familiar que brinde apoyo y con una estructura organizada, puede moderar el impacto de las alteraciones neuropsicológicas sobre el rendimiento académico de estos niños [11].

Diferentes estudios han mostrado que los cambios neuropsicológicos vistos en los niños con epilepsia se asocian con cambios en los logros académicos, influenciado por diferentes factores, como la edad de inicio, ansiedad paterna, excesiva preocupación del cuidador por el proceso de aprendizaje de los niños y la etiología, siendo más frecuentes todas estas dificultades en los niños con epilepsias sintomáticas o probablemente sintomáticas [12].

No hay suficiente información sobre la frecuencia de problemas de aprendizaje en pacientes con epilepsia. En un estudio poblacional se encontró que el 23% de los pacientes con epilepsia presentaban algún problema específico del aprendizaje, con trastorno de lectura en 18,6%, escritura 17.6% y de matemáticas en 14,7% [2; 4; 5].

Se ha encontrado que hasta el 20% de las personas con problemas de aprendizaje tienen epilepsia y si las dificultades del aprendizaje son graves, este número puede aumentar hasta un 50% [13].

La frecuencia de epilepsia es mayor en la población con trastorno cognitivo comparando con la población general y mucho mayor en los casos severos. Se ha documentado en estudios poblacionales de personas con déficit cognitivo, mayor prevalencia de epilepsia, hasta en 1/5 de las personas estudiadas (Con tasa de prevalencia que va desde 14 a 44%, estos estudios tienen una gran variedad de definiciones y métodos epidemiológicos que no los hace equiparables, por lo que es tan amplio este rango de prevalencia), ocurren en una frecuencia y con un impacto tan importante que debería ser priorizado en los servicios de salud, además corrobora que los problemas cognitivos son más frecuentes en los casos de epilepsia sintomática [14].

Ha sido posible relacionar problemas cognitivos específicos en las epilepsias focales sintomáticas [15], Por el contrario, las epilepsias primarias generalizadas típicamente han mostrado un pronóstico bueno, aunque en los últimos años se ha hecho evidente la presencia de alteraciones neuropsicológicas en estos pacientes que podrían ser sutiles e interferir con sus habilidades académicas.

En el caso de las epilepsias focales idiopáticas se han informado alteraciones en lectura, ortografía, en aprendizaje verbal y auditivo, en niños con inteligencia promedio, existen reportes de la presencia de dislexia en niños con epilepsia rolándica hasta en 13 de 20 pacientes (65%) [16]. Aunque este no ha sido un hallazgo constante [17].

Otra investigación en la que se valoró la presencia de trastornos del aprendizaje a 16 niños con epilepsia idiopática, 8 de los cuales tenían epilepsia de ausencias infantiles y 8 epilepsia rolándica, se observó que 14 de los 16 (87.5%) tenían TEA, el estudio confirma una alta incidencia de estas dificultades en los pacientes con epilepsias idiopáticas ya sean focales o generalizadas. [18]

En el trabajo realizado por Henkin y col [2], se evaluó el perfil cognitivo de 24 pacientes con epilepsia idiopática generalizada tratados con ácido valproico, que tuvieran adecuado control de crisis, con edades entre los 11 y los 16 años y quienes pertenecieran a un estado socioeconómico medio. Se realizó coeficiente intelectual,Edinburgh Inventor/ for Handedness (prueba para dominancia manual), test para atención no verbal y verbal (supresión de dígitos y subtest de códigos), Hebrew versión of the California Verbal Learning Test (para memoria y aprendizaje verbal), test de fluencia de palabras de spreen y evaluación de los reportes académicos. En dicho estudio se encontró, un rendimiento cognitivo promedio, pero al ser comparado con el grupo control estos pacientes presentan disminución de fluidez verbal, respuestas secuenciales motoras finas disminuidas, dificultades en atención y memoria verbal. No se encontró diferencia entre el tipo de crisis y la presencia de problemas de atención. En el 50% de los pacientes se encontraron descargas interictales, aunque no se encontró diferencia significativa en el resultado de las pruebas comparado con los pacientes sin descargas. Los autores sugieren un riesgo a largo plazo de alteraciones en el aprendizaje de los niños con epilepsia primaria generalizada, a pesar de tener una inteligencia normal y tener buen control de crisis [2].

Otro grupo de investigadores evaluaron 37 niños (18 hombres y 19 mujeres) entre los 6 y 10 años de edad tratados con ácido valproico en monoterapia, con crisis tanto generalizadas como ausencias, con control de crisis. Se les evaluó memoria (auditiva y visual), vocabulario, gramática, habilidades metalingüísticas y coordinación visomotora, todos los niños tuvieron resultados significativamente bajos en todas los subtest, no encontraron diferencias entre los pacientes que presentaban los dos tipos de crisis, no encontraron diferencias significativas entre la duración de la epilepsia,la frecuencia de crisis y el EEG en el momento de la evaluación. Los autores concluyen que a pesar de que los niños con epilepsia primaria generalizada tienen un buen control de crisis y se encuentran en monoterapia, pueden tener dificultades que lleven a un mal funcionamiento académico [19].

En el estudio realizado por Piccinelliab y colaboradores, quienes evaluaron el perfil neuropsicológico y conductual de niños con epilepsias idiopáticas al inicio y cuando llevaban un año de tratamiento, se identificaron como factores que se correlacionan con mal rendimiento cognitivo al bajo nivel socioeconómico, alteraciones conductuales y emocionales, la variable que se identificó como afectada fue la atención, hubo una mejoría en memoria y funciones ejecutivas al año de evaluación (53.5% al inicio y 32.6% al año de evaluación). Después del análisis de los datos obtenidos tras la evaluación de 43 niños entre 5-19 años, los autores concluyeron que la epilepsia idiopática puede afectar la atención y que mejora después de inicio de tratamiento [20].

En Colombia existen pocos datos sobre la relación entre los problemas de aprendizaje y la epilepsia, en un estudio realizado en el Medellín,con 15 niños de 7-12 años de edad y diagnóstico de epilepsia, se encontró que un 20% de estos pacientes presentan comorbilidad con TEA; las áreas más afectadas que se encontraron en este trabajo fueron la lectura y la visoperceptiva [21]. En este trabajo, que es el único que se ha reportado en el momento en Colombia, se incluyeron pacientes con diferentes tipos de epilepsia y en el que no se descartó lesión estructural como causa de las dificultades presentadas por los pacientes. No se cuentan con estudios en pacientes con epilepsia primaria generalizada.

Hasta el momento no se ha identificado un patrón neuropsicológico de daño específico, se han documentado alteraciones a nivel cognitivo, de memoria, déficit de atención, alteraciones del lenguaje y en velocidad de procesamiento, que podrían ser los responsables de los problemas en los procesos de lectura, escritura y aritmética [22].

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