Humanismo, Conocimiento, Saber y Estudios Generales o Educación Liberal

El conocimiento, el saber, como un fin en sí mismo y no simplemente un medio, es la propuesta funda­mental del cardenal John Henry Newman (18011890) de la Universidad de Oxford.

En su reconocida obra, La Idea de una Universidad (The Idea of a University, 1851) (7) plantea: “Como su mismo nombre indica, una universidad [Del lat. universîtas,  ãtis, universa­lidad, totalidad] es un lugar donde se imparte conoci­miento universal.”

Newman, además, define la Educa­ción Liberal así: “…la búsqueda de bienes liberales son un ejercicio de la mente, de la razón, de la reflexión; es un conocimiento libre, no necesita de otros obje­tos, sino que se basta así mismo… El conocimiento es, entonces, en esencia liberal cuando se encuentra desligado de cualquier objeto externo, cuando es sim­plemente filosófico.”

También expresa que hay “dos tipos de educación: una filosófica y una profesional… en la medida que el conocimiento se vuelve más y más aplicado, deja de ser conocimiento.”

Según Newman la misión de la universidad consiste en la formación del intelecto. No necesita dar más a sus estudiantes, puesto que la Universidad ideal es una comunidad de pensadores en busca de la excelencia intelectual sin ningún otro propósito, sino como un fin en sí mismo.

A esto Newman llama Educación Libe­ral, que es la que “enseña al estudiante a pensar y razo­nar, a comparar, discriminar, razonar y analizar.”

The Idea of a University es la recolección de sus conferen­cias cuando en 1854 Newman fue nombrado rector de la nueva Universidad Católica de Irlanda en Dublin, luego denominada Royal University of Ireland y, ac­tualmente, University College Dublin.

Estudios generales en las universi­dades

La ausencia de los estudios generales en las universi­dades latinoamericanas las ha llevado a una caracteri­zación profesionalizante, cuya misión quedó reducida a cumplir un currículo rígido o poco flexible que condu­ce al estudiante a la obtención de un grado, a lograr un diploma profesional como su producto.

Ello convierte al estudiante en un tecnócrata y no en un verdadero profesional humanista y humanitario, estas últimas in­dispensables en el ejercicio de la Medicina.

En el contexto colombiano, solo la Universidad de los Andes en Bogotá mantiene, aunque considera­blemente disminuidos, los Estudios Generales, que fueron la razón de su fundación por el matemático, físico y humanista colombiano Mario Laserna Pin­zón (19232013).

Laserna ocupó la rectoría de la Universidad Nacional en el período 195860, y trató de establecer los Estudios Generales, pero esto solo se logró en la rectoría de J.F. Patiño Restrepo con la Reforma 19641966, cuyo pilar fundamental fue la integración de las tres grandes facultades donde se imparte el conocimiento universal: Ciencias, Artes y Ciencias Humanas (8).

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Es así como el fundamento de la reforma académi­ca cumplida en la Universidad Nacional de Colom­bia en el periodo 19641966 fue la introducción de los Estudios Generales, para lo cual se propuso y se cumplió la integración de las tres grandes facultades.

Los Estudios Generales fueron implementados como fundamento de todas las carreras profesionales, reor­ganizando los currículos a fin de no alargarlas. Es­cribe Hésper Eduardo Pérez, quien vivió la Reforma 19641966:

“En el nuevo modelo organizativo tres grandes facultades básicas, Ciencias, Artes y Ciencias Humanas, se encargarán de proporcionar una formación integral a los futuros profesionales por medio de los Estudios Generales y los Es­tudios Básicos.

Formación integral de los estudiantes

Se apunta con esa formación integral a hacer de los estudiantes «hombres y ciudadanos», con una base cultural y humanis­ta y actualizados en relación con los problemas sociales de su país.

A la estructura institucio­nal existente se le critica que por el unilateral «adiestramiento profesional» que le es propio no correlaciona la cultura y la profesión, for­mando así profesionales incultos y ajenos a las necesidades del desarrollo nacional. Los Estu­dios Generales constituyen la pieza maestra de la nueva orientación.

Es por medio de la enseñanza en los primeros semestres de las ciencias (los Estudios Básicos), y de la economía, la sociología, la antropología, el arte, etc. (los Es­tudios Generales), que adquirirá el estudiante, esa visión integral que le permitirá poner sus destrezas especializadas al servicio del desa­rrollo colombiano.

Se advierte que esos Estu­dios Generales no son un preuniversitario sino parte integrante de las carreras. Se establece así una diferencia importante con el modelo nor­teamericano del cual provienen” (9).

Los Estudios Generales están orientados a la forma­ción integral del estudiante mediante el cultivo de las humanidades, las artes, las ciencias sociales y las ciencias “duras”.

Allí cabe la investigación social y hu­manística, como proceso: a la Universidad no se va a cumplir un currículo como un derrotero para la ob­tención de un diploma que permita ejercer un oficio para ganarse la vida; la Universidad es una vivencia en un ambiente de cultura y de inquietud intelectual, de creación de conocimiento, reflexión y discusión.

En la Reforma de 19641966 se planteó que la formación del universitario debe ser primero como persona culta (en el sentido de cultura general) e intelectualmente ma­dura mediante los Estudios Generales, es decir, iniciar con el conocimiento universal, para luego proporcio­narle las competencias intelectuales y las habilidades propias de cada profesión.

For­mación integral

Esto quiere decir que la for­mación integral tiene una base cultural y humanística que le proporciona al estudiante un fundamento sólido para, ahora sí, emprender los estudios propios de la profesión que haya escogido.

También a lo largo de la carrera profesional se conti­núa la formación cultural y humanística. Con esta perspectiva se pretendió formar ciudadanos activos y cultos, que luego fueran excelentes profesionales.

Para ello fue necesario diferenciar la formación básica de la profesional y, por lo tanto, se introdujeron los Estudios Generales denominados por el cardenal Newman de Oxford como “Educación Liberal”, para lo cual en la universidad Nacional, como ya se dijo, se integraron las tres grandes facultades poseedoras del conocimiento universal: Ciencias, Artes y Arquitectura, y la de Cien­cias Humanas (10).

Por esa época de mitad de los años 60, en Colombia estaba en auge la creación de las facultades de salud que reunían Medicina, Odontología, Enfermería y de­más carreras de la salud.

Pero se trataba no de una in­tegración, sino de una agrupación fundamentalmente de carácter administrativo, y es claro que hay una dife­rencia entre una integración académica y una agrupa­ción administrativa.

También se hizo la propuesta de crear la Facultad de Salud en la Universidad Nacional liderada por algunos profesores de medicina, pero esta no tuvo el respaldo de la rectoría y tal agrupación ad­ministrativa nunca se llevó a cabo, como tampoco la de ciencias agropecuarias.

Interés por los Estudios Generales

Por los años 1960 estaba en ebullición el interés por los Estudios Generales en todas las universidades de Co­lombia y de América Latina y el 6 de marzo de 1966, Ascofame (Asociación Colombiana de Facultades de Medicina) realizó su V Asamblea General en la ciu­dad de Buga sobre los Estudios Básicos Generales en Educación Médica. Allí se advirtió que “Lo cierto es que nuestras universidades se agotan por completo en la tarea de la instrucción profesional.

Hay, entonces, un vacío en la formación humana del individuo, una laguna que necesita ser llenada, y que da a muchas de nuestras ´casas de estudio´ un aire de edificios incom­pletos, desequilibrados, carentes de estructura y base de sustentación” y estas fueron sus conclusiones:

“Los campos del conocimiento indispensables en el mundo actual para que cualquier profesional, y espe­cialmente el médico, adquiera la formación necesaria que le permita desarrollar adecuadamente sus activi­dades, tanto las específicas de su profesión como las complementarias de su personalidad humana, com­prenden: las humanidades, las matemáticas, las cien­cias naturales o experimentales y las ciencias sociales.

Son ellas verdaderos cimientos de la cultura y ningu­na persona educada, mucho menos el médico, puede prescindir de ninguna de ellas” (11).


1 Miembro Honorario de la Academia Nacional de Medicina. Miembro del Consejo Superior de la Universidad Nacional. Profesor Honorario Universidad Nacional, Universidad de los Andes. Bogotá, Colombia.

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