La Calidad de la educación médica en la actualidad

Existe en la actualidad preocupación ante los resultados obtenidos en el análisis de la calidad de la educación médica en Latinoamérica como lo ma­nifiesta la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las publicaciones de la Confederación Médica, incluyendo a nuestro país (2011-03). El contenido de la enseñanza médica comprende desde el inicio de la formación universitaria, la posuniversitaria y el desarrollo profesional continuo. El Estado, a través de los Ministerios de Salud y de Educación, las Facultades de Medicina y demás Instituciones académicas, comparte la responsabilidad de garan­tizar el nivel y la calidad de la enseñanza médica a lo largo de este proceso, lo cual en la actualidad se realiza en forma parcial. El objetivo de la educación médica es formar médicos competentes y con ética que garanticen a los pacientes una atención de la más alta calidad (1); en éste sentido recae de igual manera enorme responsabilidad a las EPS y demás Entidades prestadoras de Salud. En análisis recientes se ha encontrado una notoria despropor­ción entre el número de residentes y estudiantes en algunos hospitales universitarios, lo que representa una marcada dificultad en el acceso a las prácticas formativas. La organización social moderna y las nuevas modalidades de prestación de servicios de salud, introducen cambios profundos en el ejercicio de la medicina. Existe una ruptura en la relación médico-paciente, haciendo que este último apa­rezca como consumidor o producto y ocasionando un deterioro notorio de imagen del médico. De la medicina Hipocrática se ha pasado a la medicina gerencial o planificada, en la cual la práctica médica es de tipo corporativo y el imperativo Hipocrático se reemplaza por mandato burocrático. (9)

Por razones de tipo docente, asistencial y otras varias, el médico no examina a su pacien­te, olvidándose del análisis semiológico de los síntomas y los hallazgos clínicos que le permitan realizar un acertado diagnóstico; tampoco realiza una historia clínica completa y simplemente se limita a solicitar exámenes paraclínicos y al final remitir al especialista; esto sucede con frecuencia cuando el profesional se encuentra en la consulta externa de las EPS: de esta manera el médico se convierte en un remitente de pacientes, lo que no es solución alguna a los problemas de salud más frecuentes en nuestra población, obligando al paciente a acudir a los servicios de emergencias, lo que ocasiona a su vez congestión y aumento de la demanda en estos servicios.

En contra de la opinión general, en nuestro concepto el país requiere de excelentes médicos generales capaces de diagnosticar y tratar acer­tada y oportunamente los problemas frecuentes de salud en nuestro medio, antes que especia­listas, quienes en numerosas ocasiones reciben patologías diversas que bien pudieran resolver los médicos generales. Los especialistas son los responsables de resolver, exclusivamente, los problemas médicos de alta complejidad. (6) Esta es la razón por la cual se agrava la atención de la salud, se demora el inicio de los tratamientos, se congestionan los consultorios de los especialistas, aumentan los costos y se empobrece la imagen del médico sobre la atención a los pacientes.

El egresado de la Facultad de Medicina, según el Instituto Internacional para la Educación Médica,  debe poseer las competencias y dominios que se refieren a:

• Valores profesionales,
• aptitudes y actitudes
• comportamiento y ética,
• fundamentos científicos de la medicina,
• habilidades en comunicación social,
• habilidades clínicas,
• salud de la población,
• sistemas de salud,
• manejo de la información,
• pensamiento lógico,
• investigación y tecnología. (10)

El profesor José Félix Patiño, destacado miem­bro de la Academia Nacional de Medicina, comenta acerca de la calidad de la educación médica: “No es asunto de poca monta que la educación de pregrado y la educación continua de los médicos, de otros profesionales de la salud y de tecnólogos del sector, sea inadecuada, tema que debe generar profunda preocupación y que obliga a tomar medidas con ca­rácter de urgencia. Pensando de manera positiva, lo que se impone es establecer controles que mejoren la calidad de la educación de los actuales y futuros estudiantes de pregrado en las facultades existentes y en las que vendrán, inclusive las creadas por los que critican la proliferación de las universidades y el negocio de la educación”. (11)

Numerosos factores influyen en la calidad de la educación médica referidos por la OMS en sus publicaciones de la Confederación Médica (2011,03) en las cuales destaca:

a. Proliferación exagerada de Facultades de Medicina.
b. Las fallas en los procesos de Acreditación y Certificación.
c. La falta de revisión cuidadosa de los programas académicos mediante los Registros calificados.
d. La cuidadosa selección y capacitación de los Pares Académicos.
e. La urgente revisión de los convenios Docencia -Servicio y el control de las áreas de práctica.
f. La capacitación permanente de los docentes.

a. La proliferación de las facultades de me­dicina. Constituye un problema de enorme gravedad. En nuestro país se cuentan hoy 57 escuelas de medicina y cada año se gradúan 3.500 estudiantes. Teniendo en cuenta la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, el número recomendado de médicos es de 25 por 10.000 habitantes, las estadísticas correspondientes al año 2011 muestran que actualmente se tiene una cifra de 77.500 médicos, es decir de 26 por 10.000, lo cual hace pensar que la disponibi­lidad de servicio en la salud es excelente; no obstante y desafortunadamente, la relación entre el número de médicos disponibles en la atención médica no está a la altura con la calidad científica. (2)

Las facultades de medicina requieren de control continuo por parte del Estado a través de los Ministerios de Educación y de Salud; no es conveniente el crear Instituciones de educación superior con ánimo de lucro; existe una notoria desproporción entre las instituciones privadas dedicadas a la enseñanza de la medicina, las cuales muestran notorios avances en el aspecto económico, lo que las convierte en un excelente negocio. Otros factores influyen en la calidad de la educación como son la falta de un control permanente de los programas y la disparidad en sus contenidos, la capacitación de los docentes y su educación continua, la mala calidad y localización de las áreas de práctica y su dotación, la poca eficiencia de los Pares Académicos, entre otras.

b. Procesos de Acreditación y Certificación. El decreto 903 del año 2014 tiene como fin modernizar y actualizar uno de los componen­tes del Sistema obligatorio de Garantía de la calidad de la Salud mediante el Sistema Único de Acreditación (SUA), el cual fue reglamentado en el año 2002 mediante las resoluciones 1445 de 2006 y 123 de 2012, incrementa el fortaleci­miento de los estándares superiores de calidad en la atención de la salud. El SUA comprende el conjunto de procesos, procedimientos y herramientas de implementación voluntaria y periódica por parte de las Instituciones Pres­tadoras de Servicios de salud,(IPS), Entidades Promotoras de Salud (EPS), Entidades admi­nistradoras de Riesgos Laborales (ARLS) y aquellas Instituciones que presten servicios de salud ocupacional, las cuales están destinadas a comprobar el cumplimiento gradual de niveles de calidad superiores a los requisitos mínimos obligatorios, para la atención en salud, bajo la dirección del Estado y la inspección, vigilancia y control de la Superintendencia Nacional de Salud. (12)

La Certificación de Sistemas de Gestión de calidad al igual que la Acreditación, corres­ponde con un proceso voluntario el cual se puede aplicar en cualquier tipo de organización, independientemente de cual sea su actividad. Para que las Entidades estén dotadas de la Certificación es necesario que se sometan a una auditoría externa para todos los procesos que estén instaurados en la organización, a fin de comprobar que se desarrollan de acuerdo con lo establecido en los requisitos de la norma ISO.ICONTEC. (13)

Desafortunadamente estas normas estableci­das por la Ley no se cumplen, aunque fueron establecidas para beneficio de los usuarios así como para sus familias y para las Instituciones Prestadoras de Servicos de Salud en general, quienes encontrarían en los estándares de acreditación y certificación un reto para mejorar en forma continua la calidad en la prestación de los servicios de salud.

c. Registros Calificados. El registro calificado (RC) administrado por el Ministerio de Educa­ción Nacional, es el mecanismo para verificar y asegurar las condiciones de calidad en los programas académicos de educación superior, según lo establecen la Ley 1188 de Abril 25 de 2008 y el Decreto 1295 del 20 de Abril de 2010. Según estas normas, se establecen criterios y niveles específicos de calidad con los que se hace referencia a las características académicas, los recursos físicos y humanos disponibles y la correspondiente pertinencia social y profesional del programa que se ofrece. (14). El RC tiene una vigencia de siete años y el Ministerio está en capacidad de revisarlo cuando así lo considere. Desafortunadamente esta norma no se cumple con frecuencia. De acuerdo con su reglamentación, todo programa académico de educación superior en Colombia debe tener un registro calificado para poder funcionar. Constituye este requisito el pilar sobre el cual pesa la calidad de los programas que las IES ofrecen.

d. Pares Académicos. Los Pares Académicos son el soporte fundamental e importante para el proceso de acreditación. El Par está encargado de emitir un juicio sobre la calidad, debe ser reconocido por la comunidad que lo identifica profesionalmente como la persona que posee la autoridad que le permite emitir un juicio. (15). El Par debe poseer las condiciones académicas y los conocimientos suficientes que le permitan emitir un juicio justo, imparcial y verdadero, para lo cual requiere de un perfil especial,que incluya:

• Voluntad y Capacidad; debe demostrar una actitud de servicio en particular a la calidad de la educación superior.
• Conocimiento suficiente sobre el área que se le asigna valorar, en el contexto de un Proyecto Institucional que comprende y respeta, sin que ello signifique que renuncia a las exigencias de alta calidad que la ley impone para la Acreditación.
• El Par debe comprender la tarea y la misión social del programa y valorarla con responsabilidad.
• En su informe debe poner en evidencia las fortalezas y debilidades del programa académico para aportar en forma eficaz al mejoramiento de su calidad.
• Debe ser veraz, sincero y respetuoso, teniendo en cuenta la autonomía de la Institución.
• El Par debe apartarse de cualquier interés personal en su propio beneficio.
• Debe reconocer las normas propias de la tarea que realiza y obrar con prudencia, honestidad y responsabilidad.
• El Par no representa a ninguna Institución, no realiza su labor comparando con las actividades de la Institución en donde trabaja, trabajó, o donde se ha formado, sino atendiendo criterios académicos.
• Guardar estricta reserva sobre la información del programa o de la Institución contenida en la documentación entregada.
• El Par debe abstenerse de divulgar por cualquier medio, información relacionada con la Institución o programa evaluado (15), (16)

El Consejo Nacional de Acreditación espera que los Pares Académicos, en cumplimiento de su función evaluadora y en sus relaciones con las Instituciones y las comunidades académicas, promuevan el respeto por los valores y refe­rentes universales que configuran su estatus académico. (16).

e. Áreas de práctica. La experiencia adquirida demuestra que las facultades de medicina no guardan homogeneidad en los programas académicos, debido a la falta de coordinación entre las Instituciones (IES) y las áreas de práctica; esto hace que el estudiante o el resi­dente no tenga un criterio definido y único para resolver los problemas de la práctica diaria. Se deben revisar los convenios para establecer el cumplimiento de sus compromisos dentro de la mayor equidad entre las partes; es ne­cesario establecer una mayor participación de las facultades en los programas en las áreas de práctica, mediante la constante auditoría por parte de ellas para que permita asegurar el cumplimiento de los objetivos; en muchas áreas de práctica no existe la capacidad física, ni de dotación de elementos para el desarrollo de sus actividades académicas (bibliotecas, informática, auditorios, zonas de descanso, comedores, etc.); no existe vigilancia sobre la relación entre el número de docentes y de estudiantes, así como del número de camas; las áreas físicas en los servicios de Urgencias y Consulta externa son en numerosas oca­siones, insuficientes; existen dudas sobre la capacitación de los docentes y programas de autoevaluación; se requieren oficinas de esta­dística y archivo para facilitar la investigación retrospectiva que permita cuantificar el estado actual de la salud de la población, así como la frecuencia de patologías, con el fin de conocer el estado de salud y la sintomatología de las enfermedades frecuentes en la comunidad. Esta consideración conlleva la necesidad de establecer o intensificar programas de Atención Primaria y Medicina Familiar. Algunas áreas de práctica se encuentran ubicadas en zonas de muy difícil acceso. Los estudiantes compensan estas carencias con actividades de tipo teórico las cuales influyen en su formación profesional, convirtiéndose la teoría en detrimento de la práctica. En las visitas de los Pares, en muy pocas ocasiones se refieren al estado de las áreas de práctica.

f. Capacitación del personal docente. En los últimos años las Instituciones Adminis­tradoras de Salud se han preocupado por la capacitación del personal médico a su cargo, tanto docentes como médicos asistenciales. No obstante, existen algunas en donde esta actividad es deficiente. Teniendo en cuenta la relación docente y asistencia, es preciso que la asistencia se realice siempre con la supervisión docente, circunstancia que no se realiza. Debe aceptarse que este medio sirve como el mejor de los métodos para que los médicos en formación adquieran la mayor experiencia. Debe tenerse en cuenta que numerosos programas se desarrollan con la asesoría de residentes en formación; el ejer­cicio de la docencia implica tener las aptitudes y actitudes especiales que permitan transmitir sus conocimientos y experiencias en forma sencilla y de fácil comprensión, para realizar una buena docencia; un buen Residente puede estar muy bien calificado por sus conocimientos, pero no poseer las cualidades para transmitir sus experiencias. Los docentes que realicen actividades académicas y asistenciales deben recibir salario por sus servicios.

La capacitación de los docentes debe hacer­se por programas de recertificación gratuita de parte de las Instituciones responsables como las facultades de medicina, EPS, cajas de compensación, IPS; debe ser periódica y constituir un método evaluativo dentro de sus actividades. Otros métodos de capacitación son las revisiones bibliográficas, clubs de re­vistas, conferencias clínico-patológicas (CPC). La participación de la industria farmacéutica es muy importante, pero se requiere que no comprometa la autonomía del médico; por ejemplo, patrocinarlo en su asistencia a con­gresos dentro y fuera del país, establece un compromiso con el laboratorio que limita la libertad en su formulación.

Referencias

1. Declaración de la 57º Asamblea dela AMM. Pilanesberg. Sudáfrica. World Med J. X-2006.
2. Journal International. EDUCACIÓN MÉDICA, Vol 7 suppl 2 VII-IX 2004.
3. Sánchez Torres F. La Educación Médica Continua. Escritos desde la Academia de Medicina, pág 242.
4. Definiciones y estándares de las actividades educativas del programa de Educación Médica Continua. Dermatología Peruana. Vol 12-I VI, 2002.
5. Asociación Colombiana de Farmacología. Comité de Educación Continuada.
6. Álvarez Peñalosa E. Educación médica Continua. Academia Nacional de Medicina. Comisión de Educación Médica XII, 2013.
7. Álvarez Peñalosa E. Salazar López R. Recertificación. Academia Nacional de Medicina. Comisión de Educación Médica. III, 2013.
8. La Recertificación de especialistas. Corporación Nacional Autónoma de Certificación de especialidades médicas. Chile. 2009.
9. Patiño José F. Un curriculum innovador para las Facultades de medicina de Colombia y de América Latina, una propuesta. VI.2004.
10. Evaluation of global Minimum, Essential Requirements. Method and Measurement Instrument. Institute International Medical Education. IV, 2004.
11. Patiño José F. Un diagnóstico preocupante. El Tiempo I.04.2012.
12. Sistema único de Acreditación en Salud. Ministerio de Salud y protección Social. Decreto No 903 de 2014.
13. ISOTOOLS, COLOMBIA pags 1 a 8. 2014.
14. Registros Calificados Ministerio de Educación. Ley 1188, IV 25. 2008. Decreto 1295. IV 2010.
15. Pares Académicos. Ministerio de Educación Nacional. Concejo Nacional de Acreditación Julio, 2014.
16. Código de ética para Pares Académicos responsables de la evaluación externa para la acreditación de alta calidad.

Recibido: Mayo 15, 2015
Aceptado: Julio 9,2015
Correspondencia: Eduardo Álvarez Peñalosa
edualvarez21@hotmail.com

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *