La Anemia Tropical en Colombia un Recuento Histórico

Novedad Bibliográfica

La Anemia Tropical en ColombiaAutor: Hernando Sarasti Obregón1
Impresión: MN Taller gráfico
Año: 2019
Páginas: 101
Editorial: Tecnoquímicas S.A.

¿Por qué apareció la “anemia tropical” en nuestro país? ¿Por qué se propagó tan rápidamente por los climas medios? ¿Por qué escogió como víctima a los cultivadores de café? ¿Por qué comprometió la salud de tantos de estos compatriotas y que muchas veces les costó la vida?

Examinemos nuestra geografía en busca de una respuesta a estas preguntas. Nuestro país, situado en la zona ecuatorial y atravesado de sur a norte por masivas cadenas de montañas, presenta una gran variedad de microclimas en función de la altura de cada uno de ellos sobre el nivel del mar.

El café, originario de un entorno similar en Etiopía, encontró en las laderas de nuestras cordilleras, condiciones ideales para su cultivo; y no era la primera vez que una planta en nuestra compleja geografía se con vertía en una fuente de divisas para nuestro país.

En 1793, don José Celestino Mutis comenzó a publicar El arcano de la quina llamando la atención sobre la excelente calidad de las quinas granadinas y su potencial como producto de exportación.

Entre 1854 y 1880 se presentó el auge de las exportaciones de tabaco con destino a Europa, y en 1860 hubo un importante incremento transitorio de las exportaciones de añil.

Sin embargo, la quina, el tabaco, el añil no lograron generar un flujo de divisas suficientemente robusto para asegurar un crecimiento sostenido de la economía del país.

El deprimente resultado fue que hacia 1910, después de un siglo de vida independiente, el valor de nuestras exportaciones, calculado por habitante, era prácticamente idéntico al del período colonial.

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Exportaciones de Café

Solamente con el vigoroso crecimiento de las exportaciones de café hacia Europa y Estados Unidos durante el siglo XX, Colombia logró salir de su aislamiento secular y sentar las bases de su desarrollo. ­

Vemos entonces cómo esa extraordinaria diversidad de nuestra geografía nos ha permitido, a lo largo de los años, ser productores importantes de especies ve­getales con contenidos comercialmente explotables de alcaloides como quinina, nicotina, indoxilo y cafeína, y también, para nuestra desventura, de canabinoides, opioides y cocaína.

¿Pero qué tuvo que ver todo esto con la “anemia tro­pical”? Por una de esas coincidencias de la biología, el ambiente ideal para el crecimiento y desarrollo de la coffea arábica, es exactamente el mismo que favorece la propagación del ancylostoma duodenale y el neca­tor americanum.

¿Y cuáles fueron las consecuencias para nuestro país por esta fatídica coincidencia? Por una parte, las ex­portaciones de café sentaron las bases de nuestro de­sarrollo e hicieron que entráramos a formar parte de la economía mundial.

Pero, por otra, tuvieron un al­tísimo costo en términos humanos, ya que centenares de miles de trabajadores agrícolas de nuestros climas medios, a lo largo de muchas décadas, pagaron con su salud y muchas veces con sus vidas el auge de las exportaciones cafeteras.

Tuvieron que trascurrir prácticamente dos siglos para que, al mejorar el nivel de vida de las regiones cafete­ras, viniera como efecto colateral la desaparición de la “anemia tropical”.

Endemia

Este recuento histórico busca rendir un homenaje de admiración y reconocimiento a los médicos colom­bianos que como el doctor Andrés Posada Arango, Roberto Franco Franco y Jorge Martínez Santamaría, iniciaron el estudio de esta endemia, a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y crearon conciencia sobre su importancia.

Y busca también que no olvi­demos el muy alto precio que los cultivadores de café pagaron por nuestro ingreso al mundo moderno.

El término “anemia tropical” ha caído en desuso y la anemia ferropénica, causada por los anquilostomas, ha desaparecido prácticamente de nuestro territorio.

Sin embargo, el recuerdo de este flagelo de nuestros climas medios no se borrará nunca de nuestra memo­ria histórica ni desaparecerá de los anales de nuestra medicina.

Recibido: 1 de febrero de 2019
Aceptado: 8 de febrero de 2019
Correspondencia:
Hernando Sarasti Obregón hsarasti@yahoo.com


1 MD. FACP. Especialista en Medicina Interna y en Hematología. Dr. En Medicina. Miembro de la Asociación Colombiana y de la Sociedad internacional de Medicina Interna. Miembro de la Sociedad internacional de Hematología y de la American Society of hematology. Miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Hematología. Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Bogotá, Colombia.

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