Esclerosis Faciales

Bogotá. Un recuento del cuadro clínico y la etiopatogenia de la atrofia hemifacial progresiva (Síndrome de Romberg) fue publicado por el cirujano plástico y académico Ricardo Salazar López, en el que analiza las posibles causas de su presentación y las diferentes alteraciones anatomopatológicas de la misma. Al mencionar los diferentes tratamientos efectuados a lo largo de la historia sin tener un resultado satisfactorio, llega a la conclusión de que el único tratamiento efectivo es el quirúrgico, y dentro de este como opción de primera instancia la utilización de los colgajos musculares. La corrección de deformidades faciales atróficas, principalmente las causadas por la enfermedad de Romberg, siempre ha representado un desafío para la cirugía, ya que los tratamientos propuestos no siempre ofrecen los resultados adecuados y muchas de las terapias médicas utilizadas han sido infructuosas en el logro de los mismos; los procedimientos quirúrgicos utilizados son largos, dispendiosos y generalmente no llenan las expectativas tanto de pacientes como por parte de los cirujanos, quienes en la gran mayoría de los casos optan por proponer al paciente observación y resignación, situación esta que debe motivar a las nuevas generaciones a estudiar y ofrecer algún tipo de solución a dichos pacientes, algunos de los cuales se han presentado en el artículo en la forma de casos clínicos.

Esta enfermedad de aparición espontánea y sin antecedentes, usualmente produce una atrofia lenta y progresiva de la piel, los tejidos blandos, músculos y excepcionalmente los huesos, siempre de un lado de la cara, y en algunos casos se extiende al cuello y a la mitad correspondiente del tórax. Si no hay alteraciones óseas que requieran cirugía y recuperación funcional, el tratamiento debe ser dirigido a la recuperación de la simetría de los tejidos blandos desde un punto de vista esencialmente cosmético, lo cual mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes. Esta entidad es conocida mundialmente como hemiatrofia facial progresiva. Este término es inadecuadamente utilizado de de el punto de vista etimológico, ya que difícilmente se puede describir una “hemiatrofia” que consistiría en la mitad de un proceso degenerativo, el cual fisiológicamente no existe, ya que los tejidos son eutróficos o atróficos en los relacionado con este proceso; por lo anterior lo indicado es emplear el término Atrofia Hemifacial Progresiva.

Salazar López R. Tratamiento quirúrgico de las esclerosis faciales. Medicina (Ac.Col) 2006; 2006: 28 (2).

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