Cáncer de Tiroides

Un estudio retrospectivo realizado por Andrés Chala en el Hospital Universitario de Caldas en los pacientes con cáncer tiroideo invasivo a laringotráquea y grandes vasos en un periodo de seis años, analizó sintomatología previa asociada, el abordaje diagnóstico, el esquema terapéutico aplicado según el grado de invasión, la recidiva local regional y a distancia, la morbilidad y la mortalidad.

El cáncer tiroideo invasivo a traqueolaringe y grandes vasos requiere un abordaje diagnóstico y terapéutico especial. La incidencia es del 0,5 al 21%. Debido a que este tumor usualmente se presenta sin síntomas preoperatorios que sugieran el grado de su extensión, se requiere una alta sospecha clínica para establecer el diagnóstico preoperatorio, así como el conocimiento de las modalidades terapéuticas ante su hallazgo intra-operatorio, con el ánimo de realizar el esquema terapéutico óptimo para cada circunstancia, con bajas tazas de morbilidad, mortalidad y recurrencia.

Existe controversia en cuanto al manejo del cáncer tiroideo invasivo, desde el conservador con procedimientos de limpieza y terapia adyuvante con I-131 y/o radioterapia, hasta la resección quirúrgica con técnicas de reconstrucción.

El tipo de procedimiento que se realiza usualmente depende del grado de compromiso y extensión en profundidad, de la invasión vascular o laringo-traqueal; se emplean procedimientos de limpieza en los casos de invasión superficial y resección en los casos de invasión profunda, generalmente asociados con alguna técnica de reconstrucción.

En estos últimos casos, con las técnicas de resección y reconstrucción actual parece haber una opción terapéutica segura que mejora la sobrevida y la calidad de vida.(Revista Colombiana de Cirugía, 2002.17, número 1).

Se encontraron 384 pacientes intervenidos por patología tiroidea, 181 por patología benigna (bocio, adenomas, tiroiditis) y 203 por patología maligna. Del total de 203 pacientes intervenidos por cáncer, 8 presentaron compromiso del componente laringo-traqueal y 10 compromiso vascular.

Se definió compromiso laringotraqueal el compromiso de la laringe, o la traquea y el compromiso vascular la invasión a la vena yugular interna, vena subclavia, tronco innominado, arteria carótida primitiva o a la arteria subclavia).

Además, se realizó el análisis por sexo, edad, antecedentes quirúrgicos previos, tipo de cirugía realizada sobre el tiroides, tipo de procedimiento realizado sobre la extensión extra-tiroidea, el tipo histológico, y su tratamiento complementario con I-131 o radioterapia.

Valorando el compromiso laringotraqueal o vascular se encontrò un total de 18 pacientes 14 de sexo femenino y 4 de sexo masculino, con rango de edad que oscilò principalmente entre los 41 y 60 años.

La distribución de acuerdo al tipo histopatológico fue de Carcinoma papilar (13 pacientes), Carcinoma folicular puro (2 pacientes), Carcinoma folicular de células Hürthle (1 caso), Carcinoma Anaplásico (2 pacientes).

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Figura. Hospital en París

En un estudio realizado por Mesa, Cortázar y colaboradores (Medicina 2003, numero 2) sobre la patología endocrina vista durante cuarenta años en el Instituto Nacional de Cancerología, la más frecuente fue el cáncer de tiroides, pues se vieron 1302 casos (39.4%). Prevaleció en general el tipo papilar con sus diferentes variedades, de las cuáles la variedad folicular fue menos vista.

La incidencia de los carcinomas anaplàsico y folicular ha disminuido con el tiempo, mientras que es posible que se descubran más casos de carcinoma medular. No se pudieron detectar zonas endémicas para el cáncer de tiroides Llamó la atención que cuatro casos de carcinoma de tiroides estuvieron asociados a hipertiroidismo.

En un breve análisis de pacientes tiroidectomizados (total o subtotal), de unos 1000 casos intervenidos quirúrgicamente, 44 presentaron hipoparatiroidismo post-operatorio, la mayoría sometida a tiroidectomía total. La morbilidad de la misma fue cercana al 4%.

También trataron ellos cincuenta y un casos de hipertiroidismo (45 por bocio nodular, 6 por Enfermedad de Graves), todos asociados a algún cáncer-particularmente de cuello uterino y de mama- dato similar al que ocurrió con la asociación a bocios o a diabetes. Estos datos difieren de lo que sería una consulta de endocrinología en un hospital general, donde probablemente se verían muchísimos casos de Enfermedad de Graves.

405 casos de bocios nodulares (casi siempre eutiroideos), cursaron con diferentes neoplasias. 20% de estos casos eran diabéticos; en realidad se trataba de diabéticos referidos para tratamiento, a quienes se les encontraba bocios nodulares de varios años de evolución. No se pudieron identificar regiones especiales de donde provinieran los bocios y que sugirieran endemicidad en dicha región.

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