Autismo

El autismo abarca un grupo heterogéneo de niños con deficiencias conductuales, en la cognición, en lo social y en la comunicación, que presentan un abanico restringido de intereses y conductas estereotípicas.

Es un trastorno biológico del neurodesarrollo, más común en varones (4:1), que se manifiesta clínicamente antes de los tres años. Su incidencia se estima en 4-5 por 10.000. El 70-75 por ciento tienen un IQ menor de 70 y del 25-35 por ciento sufren convulsiones. El desenlace clínico en el autismo es variable, pero con una tendencia significativa hacia un pronóstico desfavorable.

Aunque hay diversos tipos de anormalidades anatómicas en el sistema nervioso central de estos pacientes, se considera que el defecto subyacente es una anormalidad difusa de la arquitectura dendrítica.

La cognición y el lenguaje tienen la mayor significación pronóstica. La intervención pedagógica en estos niños debe ser temprana, enfocada a desarrollar nuevas habilidades y reducir problemas de comportamiento. Sólo un puñado de programas terapéuticos ha tenido resultados confiables. Tal programa debe ser integral y dirigido a las dificultades con el aprendizaje de habilidades ordinarias, comportamiento social apropiado y comunicación.

Diversos tipos de medicamentos dirigidos a síntomas específicos ayudan en el manejo general. La familia del paciente debe estar bien informada de la naturaleza del trastorno y colaborar estrechamente en su manejo.

• Morales LF. Autismo Acta Neurol Colomb 2006; 22(2) : 85-90
• Otras referencias colombianas sobre autismo, publicadas en la revista IATREIA www.imbiomed.com
• Caycedo LS. Avances en neurobiología del autismo.
• Muñoz JA, Palau M y col.Autismo: identificación e intervención tempranas.
• Sampedro ME. Escalas de evaluación en autismo.
• Muñoz JA, Palau M y col. Autismo y epilepsia.

Clínica, biología y epidemiología del autismo

La comprensión de la clínica, la biología y la epidemiología del autismo y de otros trastornos profundos del desarrollo ha venido avanzando en los últimos años, aunque no se ha podido desarrollar el medicamento ideal para corregir el déficit o curar la enfermedad.

Los individuos con trastorno de la interacción social, del lenguaje-comunicación y que tienen patrones de conducta iterativos tienen, bien trastornos dentro del espectro de autismo o trastornos pervasivos del desarrollo; estos últimos ocurren en uno de cada mil niños.

Aunque no se han encontrado hasta el momento marcadores específicos para el diagnóstico de estas patologías, sin embargo la observación conductual del niño por experimentados profesionales que se orientan con ayudas como el DSM-IV, el CARS y el ABC, entre otros métodos permiten tener una orientación ordenada de padres y de maestros terapeutas con criterios uniformes.

El autismo es un síndrome neuroconductual con base biológica y diversas etiologías, dice la neuropediatra Eugenia Espinosa García en una revisión publicada en la revista Pediatría sobre el abordaje farmacológico del desorden del espectro autista; pero como no se conoce el déficit bioquímico específico causante de la enfermedad, no hay una farmacoterapia curativa sino más bien sintomática, para modificar o controlar las conductas.

Las medicaciones que se formulan están dirigidas a corregir el déficit de atención, las crisis convulsivas, los desórdenes afectivos y las conductas tipo agresivo, ritualístico, alteraciones verbales y trastornos del sueño. La idea es mejorar la relación intra familiar y manejar la terapéutica pedagógica del paciente.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *