Medicina Familiar: Fascículo 3, El Niño Bibliografía Comentada

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

Capítulo 11

[1] American Heart Association. Pediatric Advanced Life Support. Circulation 2000;102(suppl 1): 342-391.
Hace una revisión actualizada de las recomendaciones de reanimación; se llama la atención sobre las indicaciones de laringoscopia e intubación del paciente meconiado de acuerdo con su evaluación y las indicaciones de masaje cardiaco.

[2] Thorp JA.  Antepartum and intrapartum fetal assessment. Obstet Gynecol Clin North Am 1999;26(4).
Hace una revisión sobre la pertinencia de realización de gasimetría del cordón, eventos fisiopatológicos, valores de normalidad, técnicas en la toma de muestra y análisis de los mismos.

[3] Low JA. Intrapartum fetal asphixia. Am J Obstet Gynecol 1997;176(5).
Se propone una clasificación de la severidad de asfixia perinatal no solo basada en el grado de acidosis demostrado en la gasimetría de cordón, sino en la presencia de compromiso de órgano blanco.

[4] Parer JT. Fetal heart rate monitoring. Am J Obstet Gynecol 2000;182(4).
Se hace una revisión de los estudios realizados sobre la eficacia y utilidad de la monitorización electrónica continua de la fetocardia durante el trabajo de parto para diagnóstico de asfixia.

[5] Perlman JM. Bilateral Cystic Periventricular Leukomalacia in preterm infants. Pediatrics 1996;97(6).
Se describen los diferentes tipos de lesión y cuáles de ellos se asocian más frecuentemente con la presencia de eventos asfícticos.

[6] Piazza A. Tratamiento postasfixia del recién nacido. Clínicas de Perinatología Vol 3, 1999.
Hace una revisión sobre las recomendaciones actuales de monitorización y manejo del paciente asfixiado.

[7] American Academy of Pediatrics. Use and Abuse of Apgar Score. Pediatrics 1996;98(1).
Hace una revisión de las limitaciones y utilidad del la evaluación de APGAR, recordando una vez más que es una prueba para describir el estado neonatal, sin que sea de utilidad como parámetro aislado para definir asfixia perinatal.

[8] Johnson L. Guía para tratar a neonatos ictéricos a término y cercanos al término. Clínicas de Perinatología Vol. 3, 1998.
Hace una revisión actualizada de los criterios de diagnóstico y manejo de ictericia, incluyendo indicación de fototerapia, exanguinotransfusión y estudios especiales.

[9] Nuntnanrumit P. Medición de presión arterial en el neonato. Clínicas de perinatología Vol 4, 1999.
Este artículo describe las características y dificultades en la definición y monitorización de parámetros de TA normales de acuerdo a la edad gestacional, haciendo énfasis en la utilidad de métodos invasivos y el análisis critico de resultados teniendo en cuenta otros parámetros como perfusión y gasto urinario para instauración de medidas terapéuticas.

[10] Cornblath M. Controversies regarding definition of neonatal hypoglycemia. Pediatrics 2000;105(5).
Se hace una revisión del diagnóstico y manejo actual de la hipoglicemia neonatal dando unos parámetros de manejo de acuerdo con la edad gestacional, la presencia de síntomas y patologías asociadas.

[11] Nelson KB. The Neurologically impaired child and alleged malpractice at birth. Neurol Clin 1999;17(2).
Hace una revisión sobre los posibles factores etiológicos descritos actualmente en los casos de parálisis cerebral demostrando que eventos como infecciones intrauterinas y trastornos maternos de la coagulación toman cada vez mayor peso.

[12] Delivoria M. Mechanisms of cerebral injury. J Pediatr 1998;132(3).
Se realiza una descripción de los diferentes hallazgos histoquímicos generados luego de someter el tejido cerebral a eventos hipóxicos.

[13] Lynn C. Evaluación de la motilidad intestinal como guía en la alimentación del neonato. Clínicas de Perinatología Vol 4, 1999.
Describe las características fisiológicas de la maduración del tracto gastrointestinal de acuerdo con la edad gestacional y hace un análisis sobre las ventajas y desventajas de diferentes protocolos de alimentación enteral.

[14] Sung L. Syphilis: a pediatric perspective. Pediatr Rev 1998;19(1).
Da una visión sobre los aspectos epidemiológicos actuales de la enfermedad, sus manifestaciones clínicas y diagnóstico, haciendo énfasis en la descripción de las diferentes pruebas diagnósticas y su utilidad.

(Lea También: Medicina Familiar: Fascículo 3, El Niño Prueba de Autoevaluación)

Capítulo 12

[1] Ministerio de Salud Decreto 1397 de Agosto 24 de 1992.
Muestra la reglamentación vigente en nuestro país sobre la politica de fomento a la lactancia materna y la ley sobre la publicidad de fórmulas y alimentos infantiles.

[2] Suskind RM, Lewinter-Suskind L. Human Milk and Infant Formula. In: Textbook of Pediatric Nutrition. 2nd edition. 1993.
Revisión completa de lactancia materna haciendo énfasis en los beneficios desde el punto de vista nutricional para el recién nacido y las diferencias con la alimentación con sucédaneos de la leche materna.

[3] The Management of Breastfeeding. Pediatr Clin North Am Breastfeeding 2001 (parts I & II).
Estos dos volúmenes hacen una revisión actualizada de todos los aspectos relacionados con la lactancia materna incluyendo fisiopatología, ventajas, beneficios, complicaciones, etc.

[4] Organización Panamericana de la Salud, Manual de Crecimiento y Desarrollo. Serie Paltex para Ejecutores de Programas de Salud. Segunda Edición. 1994.
Los libros de la serie PALTEX, Programa Ampliado de Libros de Texto de la Organización Panamericana de la Salud, tienen por objeto ofrecer el mejor material de instrucción posible destinado al aprendizaje de las ciencias de la salud; el contenido de este libro está dirigido a profesionales que diseñan y ejecutan programas de salud.

[5] Norma técnica para la detección temprana de las alteraciones del crecimiento y desarrollo en el menor de 10 años. V. Galvis Ramírez, M. A. Bustamante García, C. A. Sarmiento Limas; Ley 100, Resolución 412, Año 2000.
Las normas técnicas que lanzó el Ministerio de Salud son de obligatorio cumplimiento para todas las EPS y ARS del territorio colombiano, esta norma se acoge al programa concebido por un grupo de la Universidad de Antioquia y el Servicio Seccional de Salud de Antioquia. Es un ejemplo de un programa de Crecimiento y Desarrollo muy completo y con una visión integral del niño. Además maneja muy bien el concepto de interdisciplinariedad.

[6] Hauck FR, Hunt C. Sudden Infant Death Syndrome in 2000. Curr Probl Pediatr 2000;30:241-261.
Los autores seleccionan todos los diferentes artículos relevantes sobre el SIDS su patología, estudios fisiológicos, epidemiología, haciendo énfasis en los factores de riesgo modificables.

[7] American Academy of Pediatrics. Task Force on Infant Sleep Position and Sudden Infant Death Syndrome. Pediatrics 2000; 105:650-656.
Son las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, para prevenir el SIDS, luego del análisis de diferentes estudios.

[8] Walker WA. Colic and Gas. In: Pediatric Gastrointestinal Disease. 1991.
Revisa en forma amplia la fisiopatología del cólico y sus manifestaciones clínicas en la edad pediátrica, ofreciendo una amplia información sobre el diagnóstico diferencial y sugerencias para el manejo.

[9] Walker WA. Vomiting and Regurgitation. In: Pediatric Gastrointestinal Disease. 1991.
Ilustra muy bien sobre el enfoque general del niño vomitador, orienta sobre las claves diagnósticas y el enfoque del estudio clínico y paraclínico.

[10] Paipilla SH, Lozano JM, Galindo M, Merchán G, Martínez A. Guías para el manejo del niño con enfermedad diarreica aguda. Actual Pediatr FSFB 1998; 8:148-170.
Esta guía de práctica clínica revisa la evidencia que aparece en la literatura sobre el diagnóstico y manejo del niño menor de cinco años con diarrea aguda. Es una revisión actualizada que permite de una forma clara y sencilla tomar decisiones sobre el manejo de los niños con diarrea aguda.

[11] Infecciones respiratorias en niños. Benguigui Y, López F, Schmunis G, Yunes J. Organización Panamericana de la Salud /Organización Mundial de la Salud Serie HCT/AIEPI-1 Washington, Enero de 1997.
Es un texto que aborda las Infecciones Respiratorias con sentido integral y prospectivo buscando el perfeccionamiento técnico de todos los sectores involucrados en el control, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de estas infecciones. Escriben los capítulos profesionales especialistas y subespecialistas de la pediatría, la epidemiología, la antropología y la neumología pediátrica.

[12] Guía de atención de la infección respiratoria aguda. V. Galvis Ramírez, M. A. Bustamante García, C. A. Sarmiento Limas; Ley 100, Resolución 412, Año 2000.
Las guías de atención que lanzó el Ministerio de Salud son una sugerencia de manejo y abordaje de las enfermedades para todas las EPS y ARS del territorio colombiano; esta guía respeta las políticas y estrategias que son iniciativa de la Organización Mundial de la Salud e igualmente sugiere otros manejos para los sitios con mayores recursos, no solo económicos sino de personas con capacitación profesional especializada.

[13] Lozoff B, Wolf A, Jimenez E. Iron deficiency anemia and infant development: effects of extended oral iron therapy. J Pediatr 1996;129:382-389.
Muestra el impacto de la terapia de suplencia con hierro en pacientes pediátricos desde el punto de vista clínico paraclínico y de desarrollo.

[14] Dallman P. Nutritional anemias in childhood. In: Textbook of Pediatric Nutrition. Suskind-Lewinter- Suskind. 2nd edition. Raven Press; 1993:91-105.
Una revisión completa de la etiopatogenia de la anemia por deficiencia de hierro desde el punto de vista bioquímico y nutricional con sus implicaciones y consecuencias clínicas en los niños en los diferentes grupos de edad, es manejado en éste capítulo ofreciendo un amplio concepto del enfoque diagnóstico y terapéutico de las anemias nutricionales.

[15] Veliz R. Terapia Intensiva. Temas de Pediatría, Asociación Mexicana de Pediatría. Capítulo 11. México, 1998.
Una parte importante en el tratamiento del paciente grave es el apoyo terapéutico con equipo especializado para mantener las constantes fisiológicas dentro de lo normal.

[16] Veliz R. Terapia Intensiva. Temas de Pediatría, Asociación Mexicana de Pediatría. Capítulo 12. México, 1998.
Determina a qué sujeto se ha de considerar séptico y en qué momento iniciar tratamiento antimicrobiano.

Capítulo 13

[1] Sidbury R. Tratamientos antiguos e incipientes para la dermatitis atópica. Clínicas Dermatológicas de Norteamérica 2000;(1):1-12.
Ilustra, sobre las características generales de la dermatitis atópica, también sobre los esquemas de tratamiento, por grados de complejidad. Las nuevas terapias, las terapias alternativas y el futuro en el tratamiento de esta enfermedad.

[2] Harper J. Dermatología pediátrica. Barcelona. 1992.
Se describen en forma adecuada, la dermatitis seborreica, atópica y la dermatitis de área del pañal. Desde su etiología continuando con la clasificación, el diagnóstico y el tratamiento. Es una buena recopilación de ilustraciones fotográficas sobre el tema.

[3] Jacobs A. Erupciones en el área de los pañales. Clínicas Dermatológicas de Norteamérica 1978;(2):209-224.
Se trata de una descripción clásica de esta entidad. Se insiste en el diagnóstico diferencial de las erupciones de área del pañal fundado principalmente en la morfología y la situación de la erupción. Se explica el tratamiento específico según el diagnóstico etiológico.

[4] Kazaks E. Dermatitis de la zona del pañal. Clinicas Pediatricas de Norteamérica 2000;(4):961-972.
Una revisión de los datos epidemiológicos, las causas, el tratamiento y la prevención de la entidad. En la revisión del tratamiento se encuentran anotaciones muy interesantes sobre los tipos de pañal y los factores ambientales que son causa importante de la dermatitis del pañal.

Capítulo 14

[1] Courriel J. Advanced Paediatric Life Support. British Medical Journal Publishing Group. 1997.
Apasionante capítulo que enmarca las tendencias actuales en soporte avanzado de la vía respiratoria con descripción fisiopatológica, clínica y etiológica de los procesos inflamatorios que comprometen el tracto superior. Incluye pautas terapéuticas y de procedimientos.

[2] Brooks JG. Current Pediatric Diagnostic Treatment. Lange Medical Publications. 1987.
Enfoque clásico de las características clínicas y etiopatogénicas de la epiglotitis. De resaltar el énfasis en el uso del cloranfenicol como antibiótico de primera elección en el tratamiento de esta enfermedad.

[3] Ramírez MM. Fundamentos de Pediatría. El niño en estado crítico. Medellín: Corporación para investigaciones biológicas; 2001.
Encara de manera clara y actualizada las enfermedades graves en los niños (obstrucción aguda de vías aéreas superiores: crup, cuerpo extraño y epiglotitis) ubicándolas en el contexto situacional propio de su entorno geográfico. Estimula la identificación temprana de factores de riesgo, los signos de gravedad, tratamiento óptimo y rehabilitación anticipada para disminuir el riesgo de muerte o secuelas.

[4] Hodes D. Infecciones respiratorias y sinusitis. En: Ktugman S, Katz S, Geerstton A, Hotez P. Enfermedades Infecciosas Pediátricas.10 a ed. Madrid Ediciones Harcourt España, S.A.; 1999: 387- 395.
Dentro de este capítulo se hace un análisis de los diferentes tipos de neumonías de acuerdo a gérmenes causales, haciendo énfasis en las neumonías de tipo infeccioso. Se hace un recuento pormenorizado de su cuadro clínico y se plantean los diferentes tipos de tratamiento.

[5] Klein J. Neumonias bacterianas. En: Feigin R, Cherry J., eds. Tratado de infecciones en pediatria. 2a ed. México: Nueva Editorial Interamericana; 1995:336-346.
Aborda la neumonía como una enfermedad frecuente y grave que siempre ha afectado a los seres humanos. Hace un breve recuento de los antecedentes de la neumonía en relación a la forma en que se aislan los primeros agentes etiológicos. Describe las diferentes bacterias productoras de neumonía, así como los factores epidemiológicos que se relacionan con ella. Finalmente hace un recuento de las manifestaciones clínicas, de los diferentes métodos diagnósticos y del tratamiento que debe llevarse a cabo en los diferentes tipos de neumonía.

[6] Tanagho E, McAninch J. Urología General de Smith. Santa Fe de Bogotá: Editorial Manual Moderno; 1997: 205-217.
Se hace un recuento de las infecciones urinarias inespecíficas, con especial énfasis en los factores de virulencia bacteriana y la diferenciación clínica y paraclínica de las infecciones altas y bajas.

[7] Feigin R, Cherry A. Infectología Pediátrica: 2ª ed. McGraw Hill. 1995: 534-550.
Se revisan ampliamente la fisiopatología de la infección urinaria, los factores de virulencia del E. coli, haciendo un claro análisis de las infecciones altas y bajas, su fisiopatología, clínica y manejo antibiótico adecuado.

[8] Alvarez E y Paláu M. Infecciones en Pediatría; 2ª ed. McGraw Hill. 1997: 389-403.
Se hace una revisión de los conceptos básicos para el diagnóstico de infección urinaria, con una amplia revisión de los factores de virulencia de la E. coli, la importancia del reflujo vesicoureteral, las variedades de presentación clínica, métodos diagnósticos y tratamiento dependiendo de la severidad.

[9] Hatch T. Encopresis y estreñimiento en niños. Clínicas Pediátricas de Norteamérica 1988;(2): 281-307.
Esta revisión muestra como el estreñimiento simple o transitorio es frecuente y que en el estreñimiento funcional se evidencian alteraciones mínimas en la función anorrectal y colónica. Estos signos tempranos son reversibles con el tratamiento. La persistencia de síntomas hasta generar un estado crónico depende de la retención continua de heces que producen la impactación.

[10]Murphy S. Causas orgánicas del estreñimiento. Seminarios Internacionales en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica 1992(1);4: 2-8.
Aunque la mayoría de niños con estreñimiento no presentan una anomalía anatómica específica, todos los niños deben ser evaluados con una historia y un examen cuidadoso. En muchas de las afecciones orgánicas la presencia de un trastorno puede ser evidente, sin embargo en otras puede ser sutil, siendo el estreñimiento el único síntoma. Es de vital importancia que aunque estos trastornos son infrecuentes, se debe prestar especial atención para detectarlos y manejarlos en forma adecuada.

[11]Polanco I, Prieto G. Estreñimiento Funcional Crónico. Seminarios Internacionales en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica1992;1(4): 8-13.
En esta revisión se describen los mecanismos de la defecación normal y la fisiopatología e inves-tigación del niño que padece estreñimiento funcional. Recuerdan que es frecuente ver episodios transitorios a cualquier edad y que la prevención se basa en el consumo de fibra y líquidos abundantes.

[12] Novello A, Novello J. Enuresis. Clínicas Pediátricas de Norteamérica 1987;(3): 771-786.
Muestra la importancia de la enuresis como síntoma frecuente en la población pediátrica, que en la mayoría de las veces no se acompaña de alteración orgánica ni sicodinámica. Sea cual sea su etiología se presenta una proporción elevada de curaciones espontáneas, que aumentan con la edad. La mayoría de las veces no amerita realizar exámenes sofisticados ni tratamientos muy enérgicos; en ausencia de patología orgánica el mejor tratamiento es dar consejos de sostén tanto al paciente como a los padres y dejar pasar el tiempo.

[13]Schmitt B. Enuresis nocturna, Pediatr Rev 1997;9: 327-334.
Se revisa la fisiopatología de la enuresis y se da una amplia explicación acerca de lo importante que es para resolverla que el niño aprenda a despertarse solo durante la noche. Los dispositivos de alarma permiten que aprenda a hacerlo, teniendo una tasa de curación alta con baja tasa de recaídas.
Cuando no se obtienen resultados el tratamiento combinado con fármacos aumenta la tasa de curación.

Capítulo 15

[1] Vásquez Rojas R. Trastorno por Atención Deficitaria (TDA): En: Leal Quevedo F, Guerrero Lozano R, Franco Ramírez G, eds. Usuario Pediátrico. 6ª ed. Santa Fe de Bogotá: Editorial Médica Celsus. 1998: 738-742.
El autor trata en primera instancia, los criterios diagnósticos del trastorno por atención deficitaria, haciendo énfasis en aquellos descritos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV, que los define en comportamientos observables tales como la desatención, la hiperactividad y la impulsividad.
Luego hace referencia a los motivos de consulta que permiten sospechar este trastorno y a la forma en que debe hacerse su estudio. También presenta las alteraciones psiquiátricas que pueden coexistir con este desorden y finalmente describe su prevalencia, etiología y tratamiento.

[2] E-mail:redpadres@hot-mail.com o redpadres@cpoline.org.ar Red de Padres Solidarios. Déficit de atención de niños y adolescentes.
Este trabajo describe someramente en qué consiste el Desorden por Déficit de Atención y cuales son sus probables causas. Clasifica su presentación clínica en tres grandes síntomas: falta de atención, hiperactividad e impulsividad, y en cada uno de ellos anuncia los criterios diagnósticos contenidos en el DSM-IV. Muestra como debe llegarse a un diagnóstico adecuado y hace especial énfasis en la forma en que debe llevarse a cabo el tratamiento, orientando todos los esfuerzos a asistir al niño en cuanto a conducta, educación, psicología y en muchos casos farmacológicamente.

Capítulo16

[1] Ponset IV. Smolex EN. Congenital club foot: the results of treatment J Bone Joint Surg Am 1963; 45A:261.
Los autores explican la importancia de la manipulación del pie equino varo congénito (PEVC) y sus resultados los cuales son excelentes si consideramos que el manejo quirúrgico con liberación posteromedial ha sido siempre el manejo de la mayoría de pacientes con PEVC.
Obtuvieron resultados satisfactorios en la mayoría de sus pacientes con manejo no quirúrgico y en los casos de procedimiento quirúrgico estos fueron mucho menores por lo cual el éxito está en el manejo racional de PEVC y el entender a fondo la patología articular de partes blandas que existen.

[2] Radiological Screening for Congenital Hip dislocation in the infant “at Risk”. J Bone Joint Surg Br 1996; 78B (2).
Este artículo presenta los resultados de un estudio realizado en pacientes con riesgo de presentar displasia de cadera, a los cuales se les tomó Rx y muestra que muchos pacientes con riesgo de displasia de cadera (DDC), no presentaban alteración y sin embargo otros pacientes sin factores de riesgo si los presentaban por lo cual debería de tomarse Rx en todo paciente alrededor de los tres meses de edad

[3] The teadrop in CDH Diagnosis. J Bone Joint Surg Am 1996; 78A (7)
Se muestra como la “gota de lágrima” en forma de U habla de una cadera concéntrica y en forma de V es subsecuente a una DDC por un centraje defectuoso.

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