Atención del Paciente Suicida en Urgencia Psiquiátrica

Carlos Mantilla Toloza
Médico Psiquiatra -Coordinador del Grupo de Salud Mental
Centro Regulador de Urgencias – Secretaría Distrital de Salud de Bogotá
Marcela Rodríguez
Médica Psiquiatra – Centro Regulador de Urgencias
Secretaría Distrital de Salud de Bogotá
Alexander Paz Velilla, M.D.
Especialista, Medicina Interna
Coordinador Área Educativa y de Capacitación
Centro Regulador de Urgencias – Bogotá

Introducción – Paciente Suicida en Urgencia Psiquiátrica

Las actividades de la vida moderna han traído consigo cambios dramáticos en los comportamientos de las personas: presiones laborales, conflictos familiares, desajustes de pareja, relaciones padres. Hijos disfuncionales; todo ello conlleva a la toma de decisiones inadecuadas por parte de las personas, dentro de un escapismo incorrecto por parte de las sociedades.

El suicidio es la muerte autoinfligida intencionadamente. Edwin Schneidman definió el suicidio como .el acto consciente de aniquilación autoinducida, que se entiende mejor como un sufrimiento multidimensional en una persona vulnerable que percibe este acto como la mejor solución a sus problemas..

El suicidio no es un acto realizado al azar o sin sentido; al contrario, es la salida a un problema o a una crisis que invariablemente está causando intenso sufrimiento. Además, el suicidio se asocia a frustraciones o necesidades insatisfechas, sentimientos de depresión y desamparo, conflictos ambivalentes entre la supervivencia y una tensión insoportable, una disminución de las alternativas y una necesidad de escapar.

El suicidio constituye una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Representa la octava causa de muerte y la tercera causa de pérdida de años potenciales de vida en los Estados Unidos, considerándose una tasa de 11.4 suicidios por cada 100.000 habitantes, similar a la tasa de muertes debidas a Diabetes Mellitus. En adolescentes la tasa de suicidios se encuentra en aumento, representando el 12% de las muertes en este grupo poblacional.

Dentro de las situaciones de urgencias a atender por parte de un equipo de atención prehospitalaria se encuentra el paciente suicida, el cual puede presentar alguna o varias de las siguientes situaciones, cada una con implicaciones diagnósticas y terapéuticas diferentes:

1. Amenaza suicida:

Una amenaza suicida es una demostración verbal, escrita o incluso gestual de un deseo de autoeliminación, la cual no necesariamente es llevada a cabo.

2. Gesto suicida:

Un gesto suicida es un acto que puede entendersecomopreparatorio para la comisión del acto suicida, tal como comprar un tóxico o conseguir un arma, independientemente de que el acto se cometa o no.

3. Intento suicida:

Un intento suicida es una acción destinada, a criterio del paciente, a causarle la muerte aunque esa acción no sea médicamente significativa, y que puede estar precedida o no por amenazas o gestos suicidas previos.

Las anteriores situaciones invariablemente siempre van acompañadas de la ideación suicida, entendida ésta como pensamientos persistentes y recurrentes respecto al deseo de acabar con la vida, que según su intensidad y estructuración pueden llegar a definir si lo que se hace es una amenaza, un gesto o un intento suicida; es importante tener en cuenta que dicha ideación puede ser consciente o inconsciente y de ello la necesidad de hacer una exhaustiva valoración psiquiátrica.

Las amenazas, gestos e intentos suicidas no siempre tienen como objetivo la autoeliminación per se;

En muchos de los pacientes denominados suicidas, la intención podría ser aliviar la tensión interior o atraer la atención de familiares o allegados, entre otros objetivos. Sin embargo, nunca se debe desvirtuar el riesgo que esto implica para la vida de los mismos.

La expresión suicida y la enfermedad mental tienen una relación estrecha: cerca del 95% de los pacientes que se suicidan o hacen una tentativa de suicidio tienen un trastorno mental diagnosticado. Los trastornos depresivos forman el 80% de este perfil, la esquizofrenia el 10% y la demencia o el delirium el 5%; cerca del 25% son dependientes del alcohol.

Teniendo en cuenta lo anterior, la expresión suicida puede darse bajo diversos contextos: por un lado puede ser fruto de actos impulsivos, en los que la comisión de cualquier acto está dominada por sentimientos como la rabia y la frustración intensas asociadas a situaciones en las que los individuos, por no contar con herramientas psíquicas de afrontamiento más adecuadas, terminan por autoagredirse; por otro lado puede ser el resultado final de largos procesos, en los que la reflexión, maduración de la ideación suicida, estructuración y la planeación de la misma conllevan a la comisión de los actos.

Otro posible contexto de la expresión suicida es la actividad psicótica, en la que el paciente tenga por motivación las ordenes recibidas por voces que lo instan a matarse, o frente a la intensa angustia generada por ideas o actividad alucinatoria auditiva relacionada con agresiones dirigidas contra familiares o seres queridos.

Finalmente, bajo estados de intoxicación con sustancias pueden presentarse expresiones suicidas, sea por desinhibición propia de sustancias como el alcohol o por actividad alucinatoria como en el caso de los opioides.

Cuando se presta asistencia prehospitalaria a un paciente suicida es importante tener en cuenta

Que ésta debe ser acorde con el tipo de expresión y el contexto en el que se esté dando. Así, el paciente psicótico con expresión suicida muy seguramente se encontrar á agitado y por tanto el manejo debe orientarse por la guía para el paciente en agitación psicomotriz, mientras que un paciente deprimido debe ser abordado de forma diferente.

El paciente que ya llevó a cabo el intento suicida debe ser estabilizado en su condición médica general según las lesiones que se haya producido (intoxicación, sangrados, politraumatismo, entre otros) antes de iniciar la intervención terapéutica; el gesto o la amenaza, en cambio, obliga a una intervención que busque modificar la intención suicida.

Recursos Necesarios

Idealmente el equipo de atención prehospitalaria para pacientes suicidas debe contar con la presencia de un auxiliar de enfermería y un psiquiatra con experiencia en manejo farmacol ógico y psicoterapéutico en urgencias. Igualmente, el equipo debe disponer de medicación hipnótica. Sedante tanto para administración enteral como parenteral, elementos para inmovilización mecánica (ver guía de manejo de paciente en agitación psicomotriz) y elementos necesarios para la administración de medicamentos.

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