Rodrigo Lara Bonilla: quién fue y por qué lo asesinaron

Rodrigo Lara Bonilla

Rodrigo Lara Bonilla fue un político colombiano, nació el 11 de agosto de 1946 en la ciudad de Neiva, y fue asesinado el 30 de abril de 1984 en Bogotá. Este abogado y diplomático perteneció al partido Liberal, confundó el Nuevo Liberalismo y se conoce en la historia de Colombia como el mayor referente en la lucha contra del narcotráfico; que en ese entonces estaban permeando diferentes sectores del país, desde la política, hasta el fútbol.

Como Ministro de Justicia, Lara Bonilla estaba trabajando para la aprobación de la Ley de Extradición. Luego de su muerte, el entonces presidente Belisario Betancur, aprobó de inmediato la ley que permitiría así, la extradición de los narcotraficantes. El político y abogado Enrique Parejo González fue nombrado como nuevo Ministro de Justicia, cargo que ocupó por solo 2 años, pues sería nombrado Embajador en Hungría; en donde fue víctima de un atentado por un asesino contratado por el Cartel de Medellín, el también autor del asesinato de Rodrigo Lara Bonilla. (Ver también: Jorge Eliécer Gaitán)

Carrera política de Rodrigo Lara Bonilla

Lara Bonilla estudió derecho en la Universidad Externado y desde muy joven estuvo inmerso en el mundo de la política. Su carrera política comenzó en 1969, cuando con tan solo 23 años, fue alcalde de Neiva, luego de eso ejerció como diplomático en París; fue concejal, diputado y representante a la Cámara por el departamento de Huila.

En el año 1979 junto con Luis Carlos Galán, fundaron el partido político Nuevo Liberalismo, y para el año 1982, junto con Galán, comenzaron campaña para la presidencia. No lograron ganar, pero lograron demostrar que el Nuevo Liberalismo sería el partido de oposición a los partidos tradicionales.

Ministro de Justicia

Ese mismo año, Rodrigo Lara Bonilla logró ser senador por el Huila, pero solo ejercería por 1 año; pues para agosto de 1.983 el presidente Belisario Betancur nombró a Lara Bonilla como nuevo Ministro de Justicia. Y es que el papel de Lara en la lucha contra el narcotráfico era evidente y venía de tiempo atrás, ya había denunciado la presencia del dinero del narcotráfico; especialmente del Cartel de Medellín, en la política y en equipos de fútbol.

Adicionalmente, ya como ministro, Lara ordenó la incautación de varias propiedades y avionetas de los carteles, que utilizaban para la producción y distribución de las drogas. Lara apoyó la extradición y junto con el coronel Jaime Ramírez descubrieron y publicaron los laboratorios cocaleros en las selvas del sur de Colombia. Esto se conoció el 28 de marzo de 1984 y 2 días después asesinarían a Rodrigo Lara Bonilla.

2 años atrás, en 1.982 Lara no solo cuestionó la curul que Pablo Escobar obtuvo en las elecciones al Congreso en ese año; sino que junto con Galán lo expulsaron de su movimiento político. A raíz de esto, Escobar intentó vincular al Rodrigo Lara con Evaristo Porras, del cartel del Amazonas, con un cheque que Porras supuestamente había girado a la campaña del Senado.

Sin embargo, el cheque se giró a una ferretería de la familia, 1 año después de las elecciones, y en donde el político no tenía injerencia. En consecuencia, en el año 1.983, el Congreso expulsó a Pablo Escobar y cancelaron su visa a EE.UU. (Ver también: Jaime Garzón)

Asesinato de Rodrigo Lara Bonilla

En la noche del 30 de abril de 1.984, dos sicarios, que pertenecían al grupo criminal “Los Priscos, al servicio del Cartel de Medellín, asesinaron a Rodrigo Lara Bonilla, cuando lo acribillaron en su carro mientras iba por la calle 127, al norte de Bogotá. El sicario accionó su ametralladora larga, logrando impactar 7 veces en el cuerpo de Lara, de las 22 que disparó.

En la moto iban dos ocupantes, el conductor Byron de Jesús Velázquez alias “Quesito” y el sicario Iván Darío Guisado quien disparó. Luego del asesinato la moto emprendió la huida, sin embargo, el conductor perdió el control y cayeron; del accidente, Iván Darío Guisado murió y al conductor lo detuvieron y estuvo 11 años en la cárcel. (Lee también: Corrupción en Colombia, un problema que afecta a todos)

Mientras estuvo en el hospital Byron de Jesús Velázquez fue interrogado, y ahí se logró evidenciar que, no solo fue el Cartel de Medellín el autor del asesinato de Lara; sino que tenían varios planes para lograrlo. En caso de que Velázquez y Guisado fallaran, Germán Alfonso Díaz estaba contratado para atentar contra Lara Bonilla.

Pero, también se tuvo conocimiento de comunicaciones con grupos delincuenciales y personas peligrosas en Pereira. Esto indica que, de no lograr el cometido de asesinar a Lara en Bogotá, se haría en Pereira; pues Rodrigo Lara Bonilla tenía un viaje programado el 1 de mayo hacia esa ciudad. Sin embargo, Lara Bonilla ya lo había cancelado, pues miembros de las fuerzas militares ya lo habían alertado por posibles planes de atentados en su contra.

Impacto de la muerte de Rodrigo Lara Bonilla en la política colombiana y en la lucha contra el narcotráfico

La muerte de Lara Bonilla, el 30 de abril de 1984, tuvo un impacto profundo y duradero en la política colombiana y en la lucha contra el narcotráfico. Su asesinato marcó un antes y un después en la historia del país y en el contexto de la guerra contra las organizaciones criminales que asolaban Colombia.

Impacto en la política colombiana

Rodrigo Lara Bonilla era un ferviente defensor de la justicia y de la lucha contra la corrupción y el narcotráfico. Su muerte reveló la intensidad y el alcance del poder del narcotráfico en Colombia, subrayando la necesidad urgente de reformas y medidas más estrictas para enfrentar esta amenaza. La violencia que acabó con su vida desató una ola de indignación pública y política. Esto presionó al gobierno para adoptar una postura más firme contra los carteles de drogas.

El asesinato de Lara Bonilla impulsó cambios significativos en la política colombiana. La presión pública y la necesidad de enfrentar la corrupción y la violencia llevaron a una serie de reformas y ajustes en la administración del gobierno.

La ley de extradición, que él había impulsado antes de su muerte, se convirtió en una herramienta clave en la lucha contra el narcotráfico. Esto permitió que narcotraficantes colombianos fueran enviados a Estados Unidos para enfrentar cargos criminales. Esta ley no solo mejoró la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico, sino que también mostró el compromiso de Colombia de enfrentar el problema con seriedad.

Influencia en la lucha contra el narcotráfico

El legado de Rodrigo Lara Bonilla en la lucha contra el narcotráfico es notable. Su valentía para enfrentar a poderosos carteles y su compromiso con la justicia inspiraron a otros líderes y ciudadanos a seguir su ejemplo. La exposición de los vínculos entre el narcotráfico y sectores importantes de la sociedad, como la política y el deporte, ayudó a visibilizar el problema. Y, a aumentar el apoyo para las iniciativas de lucha contra las drogas.

Tras su muerte, el gobierno colombiano intensificó sus esfuerzos para combatir el narcotráfico. Las políticas de extradición se fortalecieron y se implementaron medidas más agresivas para desmantelar las redes de narcotráfico. Además, el caso de Lara Bonilla demostró la necesidad de proteger a los funcionarios públicos que se oponían al crimen organizado. En este sentido, se establecieron nuevas estrategias para garantizar su seguridad.

La figura de Rodrigo Lara Bonilla se convirtió en un símbolo de resistencia contra la corrupción y el narcotráfico. Su valentía y determinación dejaron una marca indeleble en la historia de Colombia. Y su legado sigue siendo una referencia importante en el contexto de la lucha contra el crimen organizado en el país.

Su muerte no solo provocó una respuesta política inmediata. También contribuyó a un cambio en la percepción pública sobre el narcotráfico y la corrupción, alentando a la sociedad a demandar más transparencia y justicia.

Ley de Extradición

La Ley de Extradición en Colombia es una legislación clave en la lucha contra el narcotráfico. Su desarrollo y aprobación reflejan la evolución del país en su combate contra el crimen organizado.

Contexto legal y político

La Ley de Extradición en Colombia, aprobada en 1984, fue una respuesta directa a la creciente influencia del narcotráfico y la violencia asociada. Antes de esta ley, Colombia tenía restricciones significativas sobre la extradición de ciudadanos a otros países. Esto limitaba la capacidad del país para cooperar con la justicia internacional en casos de crimen organizado.

En la década de 1980, el narcotráfico se había convertido en un problema de gran magnitud en Colombia, con carteles como el de Medellín y el de Cali ejerciendo un poder considerable en diferentes sectores de la sociedad. La corrupción y la intimidación asociadas con estos carteles hicieron evidente la necesidad de una legislación más robusta para enfrentar el problema.

Rodrigo Lara Bonilla, en su papel como Ministro de Justicia, fue un ferviente defensor de la ley de extradición. Su visión era que permitir la extradición de narcotraficantes a países como Estados Unidos, donde podrían enfrentar juicios más severos. Es decir, sería una herramienta efectiva para combatir el narcotráfico. Sin embargo, este enfoque encontró oposición de varios sectores en Colombia, que temían que la ley se pudiera utilizar de manera injusta. O, que vulnerara la soberanía del país.

Proceso de aprobación

El proceso para aprobar la Ley de Extradición fue intenso y estuvo marcado por la violencia y el conflicto. El 30 de abril de 1984, el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla a manos de sicarios del Cartel de Medellín subrayó la urgencia de la ley. La presión pública y el clamor por justicia fueron tan intensos que el presidente Belisario Betancur decidió aprobar la ley de extradición de manera urgente. Solo dos días después del asesinato de Lara Bonilla.

El proyecto de ley pasó rápidamente a través del Congreso colombiano en un contexto de gran tensión y compromiso con la lucha contra el narcotráfico. Su aprobación fue vista como un acto de resistencia contra el poder de los carteles y un paso importante en la modernización del sistema legal colombiano para enfrentar el crimen organizado.

Efectos en la justicia colombiana

La Ley de Extradición tuvo un impacto significativo en la justicia colombiana y en la lucha contra el narcotráfico. Permitió que ciudadanos colombianos acusados de narcotráfico fueran extraditados a países donde podrían enfrentar penas más severas, como Estados Unidos. Este cambio legal facilitó la cooperación internacional y permitió que se llevaran a cabo juicios que, en muchos casos, resultaron en condenas largas para los líderes de los carteles de drogas.

Además, la ley ayudó a fortalecer la posición de Colombia en la comunidad internacional como un aliado comprometido en la lucha contra el narcotráfico. La posibilidad de extraditar a narcotraficantes a países con sistemas judiciales más fuertes hizo que los carteles reconsideraran sus operaciones en Colombia y contribuyó a reducir su influencia en el país.

Sin embargo, la implementación de la ley también trajo desafíos. Hubo preocupaciones sobre el trato a los extraditados y la posibilidad de que la ley se pudiera utilizar de manera desigual. A pesar de estos desafíos, la Ley de Extradición sigue siendo un componente clave de la política de justicia en Colombia. Y es un elemento fundamental en la lucha continua contra el narcotráfico.

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