Asesinato de Luis Carlos Galán

Asesinato de Luis Carlos Galán

El candidato presidencial por el partido liberal Luis Carlos Galán fue asesinado en la Plaza de Soacha a manos de sicarios contratados por el cartel de Medellín.

El 18 de agosto de 1989, a las 8:00 de la noche, el candidato presidencial fue abatido por el sicario Jaime Rueda Rocha en el instante en el que se disponía a dirigirse al pueblo arriba de un escenario en la Plaza de dicho municipio.

Posteriormente fue trasladado al hospital de Kennedy, en donde falleció a causa de las heridas que le generaron las balas de metralleta que le dispararon.

El jefe de sicarios de Pablo Escobar, John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, en sus declaraciones ante la justicia; atestiguo que el primer atentado que realizaron para restar la carrera política de Galán fue el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla; aliado estratégico de Galán en su lucha contra el narcotráfico en el año 1984.

El jefe de Los Extraditables temía que Galán fuera presidente porque sabía que esto conllevaría a que la extradición fuera un hecho.

El 4 de agosto de 1989, Galán se dirigiría en locución a la Universidad de Medellín; sicarios pertenecientes al cartel de Escobar dispararían lanzacohetes desde una locación vecina.

No obstante, el plan se desplomó cuando un vecino dio voz a la policía acerca de unos movimientos fuera de lo ordinario; lo que obligó a los criminales a dejar la escena abandonando un auto con granadas y armas de largo alcance.

Después de ser boicoteados en su intento; pusieron en funcionamiento un segundo plan. Eligiendo así el 18 de agosto de 1989 como el día para el atentado. Alrededor de las 8 de la noche lograron su cometido.

Luis Carlos Galán

Nació en Bucaramanga en el año 1943. Anunciado como candidato presidencial por la asociación del Partido Liberal. Su imprenta política en el país fue subrayada por el deseo de combatir la corrupción y la protección a los poderosos y a los que a ellos se acogían.

Sin embargo, su mayor reto fue hacerle frente al narcotráfico y a su poco sutil acomodo en la sociedad colombiana; debido a todo esto se convirtió en la diana de la violencia ensalzada por los dueños del negocio de la droga, dichos capos a quienes se les atribuye la autoría intelectual de su asesinato.

A pesar de que su aguerrida lucha contra la mafia siempre estuvo resaltada dentro de sus ideales; fue tras el atentado contra Alberto Villamizar (político y diplomático colombiano), en 1986, cuando Galán decidió formalizar su batalla y crear a un frente nacional contra el narcotráfico.

Galán vs. Narcotráfico

Acompañado por algunos apuntes del entonces director del periódico El Espectador, Guillermo Cano, quien redacto una serie de artículos contra la mafia; Luis Carlos Galán tomaba fuerza entre la sociedad y así mismo ganaba detractores y peligrosos enemigos debido a su obsesión por derribar el grupo corrupto que yacía bajo el cuidado de políticos clientelistas.

En 1984 cuando Jairo Ortega el líder del nuevo liberalismo, inscribió en la campaña como segundo representante a Pablo Escobar; Galán en una aparición pública en la capital Antioqueña, rechazó dichos nombramientos y expulsó de su campaña a Ortega y a Escobar; no sin antes con rudeza exclamar: “No podemos aceptar el apoyo de personas que no tienen cómo explicar sus fortunas”.

Luis Carlos Galán se convirtió en un “salvador” político, los colombianos lo veían como un líder valiente, con la fuerza suficiente para enfrentársele al narcotráfico; con la transparencia necesaria para darle cuerpo a su deseo de restaurar la democracia, que había sido sustituida por la violencia.

Con su asesinato, el cartel de Medellín demostró que estaba dispuesto a llevar al límite su objetivo de posesionarse en las más altas esferas del país.

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