Negociaciones en San Vicente del Caguán

Negociaciones en San Vicente del Caguán

Las negociaciones en San Vicente del Caguán se refiere al proceso que se llevó a cabo entre el 7 de enero de 1999 y el 21 de febrero de 2002; entre el gobierno de Colombia en cabeza del entonces presidente Andrés Pastrana y las FARC-EP, para lograr una salida negociada al conflicto armado en Colombia.

Se llama de esta manera, porque la zona de distención como se conoció, o la zona de despeje estuvo conformada por los municipios de San Vicente del Caguán en el Caquetá, La Macarena, Mesetas, Vista Hermosa y La Uribia del departamento del Meta.

Se trató de una zona que, bajo la resolución No. 85 del 14 de octubre 1.998, estuvo con despeje militar durante las conversaciones; hasta el 20 de febrero de 2.002 cuando Pastrana dio por terminada la zona de distención y ordenó a las Fuerzas Militares retomar su presencia en esas zonas. (Ver También: Proceso de Paz en Colombia)

Historia de las Negociaciones en San Vicente del Caguán

Antecedentes

Desde el gobierno de Belisario Betancur en 1.982, ya se tenían las condiciones para iniciar los procesos de cese al fuego entre el gobierno y la guerrilla de las FARC; de hecho, se produjeron varias movilizaciones y se firmaron algunos acuerdos sin mayor trascendencia ni éxito.

Antes de las conversaciones en El Caguán, se produjeron otros diálogos como el del gobierno de Cesar Gaviria en Caracas en 1.991 y el de 1.992 en Tlaxcala en México, sin ningún éxito. Más adelante, en 1.994 durante el gobierno de Samper; las FARC propusieron unas nuevas negociaciones con la condición del despeje militar del municipio La Uribe en el Meta, condición que Samper rechazó.

La situación en Colombia cada vez era más crítica, la guerrilla de las FARC propinaba golpes contundentes a las Fuerzas Militares, el narcotráfico se fortalecía, al igual que el paramilitarismo. Adicionalmente, se vivía una crisis política y constitucional a raíz del proceso 8.000 durante el gobierno de Samper.

Para las elecciones de 1.998, Pastrana resultó ganador en segunda vuelta, principalmente por el tema de la paz; el pueblo colombiano ya se había manifestado rechazando la violencia y apoyando una salida negociada para terminar con el conflicto armado interno en Colombia. (Ver También: Conflicto Armado Interno en Colombia)

Por tal razón, el nuevo presidente concertó una cita con alias Manuel Marulanda o Tirofijo, el entonces comandante y fundador de las FARC. Pastrana, siendo todavía presidente electo, aceptó la propuesta de despejar una zona para iniciar las negociaciones, tan pronto como se posesionara.

Desarrollo de las Negociaciones en el San Vicente del Caguán

Estos 4 años de negociaciones estuvieron marcados por la continuación de la confrontación entre la guerrilla y las Fuerzas Militares, excepto en la zona de distención. Adicionalmente, representantes de gobiernos europeos y americanos estuvieron como facilitadores y observadores.

Las conversaciones o audiencias públicas fueron transmitidas por televisión, allí participaron líderes comunitarios, ciudadanos del común, representantes de organizaciones sociales y movimientos políticos; quienes tuvieron la oportunidad de presentar sus propuestas para avanzar en la paz de Colombia.

Sin embargo, las negociaciones no avanzaron como se esperaba, principalmente porque el ambiente durante las negociaciones siempre fue tenso; la confianza entre las dos partes estaba rota dado que el conflicto armado entre las dos partes seguía por fuera de la zona de despeje.

Por ejemplo, la situación de lo que en la historia de Colombia se conoce como “la silla vacía”; que fue cuando, una vez instalada la mesa de negociación, Manuel Marulanda no asistió a la reunión en la que lo esperaba Pastrana. Primero argumentaron que no asistieron por razones de seguridad, pero luego se conoció que no fueron para no enviar el mensaje equivocado de que la paz estaba cerca.

Muchas situaciones contradictorias a la paz se vivieron durante los años de negociaciones; por ejemplo, las declaraciones de alias “Cura Camilo” en donde dijo que Raúl Reyes ya había expresado que los secuestrados se consideraban como “prisioneros de guerra”; ante la petición de liberación de todas las madres de los soldados secuestrados.

Otra situación fue el asesinato de los tres indigenistas estadounidenses, quienes habían sido secuestrados por las FARC. Más adelante se determinaría que fue el mismo grupo guerrillero quienes ordenaron su asesinato, por lo que puso en crisis las negociaciones.

La realidad de las negociaciones en San Vicente del Caguán es que las FARC continuaron con su delinquir en Colombia; realizando las “pescas milagrosas”, secuestrando y asesinando civiles y personalidades públicas, atentados en torres de energía y oleoductos petroleros y emboscadas a las Fuerzas Militares.

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