Realismo: qué es y sus características

El Realismo - Arte y cultura

El realismo se centró en temas sociales y se alejó de los temas políticos. De hecho, una de las características más importantes del realismo es que hacen una reproducción exacta y completa de la realidad social.

El Realismo es una tendencia artística europea que se enmarca, aproximadamente, en la segunda mitad del siglo XIX y que aspira a reflejar la realidad cotidiana de modo objetivo.

La burguesía revolucionaria, que impulsó el movimiento romántico se convierte, en la clase social dominadora, y tiende hacia postulados más conservadores, imponiendo una nueva visión de la vida y del ser humano.

El realismo surge después de la revolución francesa de 1848. El desencanto por los fracasos revolucionarios hace que el arte abandone los temas políticos y se concentre en temas sociales.

Así mismo, el Realismo es un estilo que refleja la realidad histórica y que no copia objetos mitológicos, religiosos o alegóricos. (Te puede interesar también: Arte Gótico)

Su fidelidad al detalle lo diferencia de la glorificación idealizadora romántica, y su concentración en los rasgos esenciales y típicos de los caracteres, situaciones y acciones, lo distingue del reflejo de la realidad en sentido naturalista o fotográfico.

La meta del realismo no es la belleza, sino la verdad, y por tanto, el conocimiento de la realidad. La mirada del autor se desplaza de lo pintoresco a lo cotidiano, abandonando la evocación del pasado.

Lo escandaloso de los realistas está en los temas, la manera que tienen de afrontar la realidad, ya que la técnica es más tradicional. Se niegan a idealizar las imágenes, y el hombre aparece en sus tareas normales.

El concepto de realismo ofrece una amplitud significativa, difícil de precisar en sus límites, pues la captación de la realidad inmediata y su plasmación en una obra es una tendencia que recorre toda la historia del arte. (Lee también: El Renacimiento)

Características del realismo

Representación fiel de la realidad

El realismo busca retratar la realidad de manera objetiva y detallada, evitando la idealización o la exageración. Los realistas se esfuerzan por capturar la vida cotidiana, las interacciones sociales y los aspectos mundanos de la existencia humana.

Énfasis en lo verosímil

Aunque el realismo busca representar la realidad, no se limita estrictamente a la reproducción literal de los eventos. Más bien, los artistas realistas se centran en lo verosímil, lo que es creíble y plausible dentro del contexto social y cultural en el que se sitúa la obra.

Detalles y precisión

Los realistas prestan una atención meticulosa a los detalles y la precisión en sus representaciones. Esto puede manifestarse en descripciones minuciosas de escenarios, personajes y objetos, así como en la atención a los gestos, expresiones y comportamientos humanos.

Personajes ordinarios

A diferencia del Romanticismo, que a menudo idealizaba a sus protagonistas, el realismo tiende a presentar personajes comunes y corrientes, con sus virtudes, defectos y contradicciones. Estos personajes suelen ser representativos de la clase media o trabajadora, y sus experiencias reflejan las realidades sociales y económicas de la época.

Crítica social

El realismo frecuentemente incluye una crítica implícita o explícita de la sociedad y sus instituciones. Los artistas realistas abordan temas como la injusticia social, la desigualdad, la corrupción, la pobreza y las condiciones de vida de las clases menos privilegiadas.

Contexto histórico y social

Las obras realistas suelen estar arraigadas en un contexto histórico y social específico. Los acontecimientos políticos, económicos y culturales de la época influyen en la trama, los personajes y los temas de las obras realistas, proporcionando un marco de referencia para comprender su significado más amplio.

Narrativa objetiva

En la literatura realista, la narrativa tiende a ser objetiva y desapasionada, evitando los juicios de valor y permitiendo que los lectores saquen sus propias conclusiones sobre los eventos y los personajes. Esto se alinea con el objetivo de representar la realidad de manera imparcial y fiel.

Uso del lenguaje coloquial

Los escritores realistas a menudo emplean un lenguaje coloquial y directo que refleja el habla cotidiana de la gente común. Esta elección lingüística contribuye a la sensación de autenticidad y proximidad a la realidad que caracteriza al movimiento realista.  (Te puede interesar también: Arte Contemporáneo: Características, Etapas y Corrientes)

El paisaje realista: el paisaje en el realismo

El principal artífice del cambio fue Corot y tras él la escuela de Barbizon, cuyos pintores intentan plasmar en la tela la realidad del paisaje francés.

Corot no se deja llevar por la interpretación de la naturaleza propia de los románticos, sino que ve la naturaleza tal como es.

En el contexto del arte realista, el paisaje adquiere una importancia significativa como un elemento fundamental para la representación precisa y detallada de la realidad. Aunque el enfoque principal del realismo suele estar en la representación de la vida humana y las interacciones sociales, el paisaje desempeña un papel crucial como telón de fondo y como medio para situar las escenas en un contexto geográfico y atmosférico específico.

Las características del paisaje en el realismo incluyen:

Precisión y fidelidad

Al igual que en otras formas de arte realista, se busca una representación precisa y fiel de los paisajes. Los artistas se esfuerzan por capturar la topografía, la vegetación, la luz y otros elementos naturales con un alto grado de exactitud y detalle.

Atención a los detalles

Los pintores realistas prestan una atención meticulosa a los detalles del paisaje, desde las texturas de la tierra y la vegetación hasta los matices de luz y sombra. Esta atención a los detalles contribuye a la sensación de realismo y profundidad en la obra.

Expresión de atmósfera y estado de ánimo

A través del paisaje, los artistas realistas pueden expresar una amplia gama de atmósferas y estados de ánimo. Desde paisajes serenos y apacibles hasta escenas turbulentas y sombrías, el entorno natural puede reflejar y reforzar el tono emocional de la obra en su conjunto.

Reflejo de la vida cotidiana

Los paisajes realistas a menudo representan entornos naturales que son comunes y familiares para el espectador. Desde campos y bosques hasta ríos y montañas, estos paisajes reflejan la vida cotidiana y la relación del ser humano con su entorno natural.

Narrativa implícita

Al igual que otros elementos en el arte realista, los paisajes pueden transmitir una narrativa implícita sobre la sociedad y el contexto histórico en el que se sitúa la obra. Por ejemplo, un paisaje rural puede sugerir una visión idealizada de la vida en el campo o, alternativamente, puede revelar las duras realidades de la vida rural en una época de cambio social y económico.

Influencia del plein air

Muchos artistas realistas se inspiraron en la técnica del plein air, que consiste en pintar al aire libre para capturar la luz natural y los efectos atmosféricos de manera más auténtica. Esta práctica contribuyó a una representación más vívida y dinámica de los paisajes en el arte realista.

La escultura en el realismo

La escultura en el período del realismo fue una expresión artística que reflejaba los mismos principios y preocupaciones que se manifestaban en otras formas de arte de esa época. Aunque el realismo es a menudo asociado más estrechamente con la pintura y la literatura, la escultura también desempeñó un papel importante en la representación de la realidad y en la crítica social característica de este movimiento.

Las características de la escultura en el realismo incluyen:

Representación precisa de la figura humana

Al igual que en la pintura realista, los escultores del Realismo buscaban representar la figura humana de manera precisa y detallada. Esto implicaba un estudio minucioso de la anatomía y una atención cuidadosa a los detalles físicos de los sujetos representados.

Énfasis en la expresión emocional y psicológica

Los escultores realistas se esforzaban por capturar no solo la apariencia física de sus sujetos, sino también su estado emocional y psicológico. Esto implicaba la representación de gestos, expresiones faciales y posturas corporales que transmitieran una gama completa de emociones y experiencias humanas.

Retrato de la vida cotidiana y las clases trabajadoras

Al igual que en otras formas de arte realista, la escultura realista a menudo representaba escenas de la vida cotidiana y retratos de personas comunes, especialmente de las clases trabajadoras. Estas obras reflejaban las realidades sociales y económicas de la época y buscaban dar voz a aquellos que rara vez eran representados en el arte académico tradicional.

Crítica social y política

Muchas obras de escultura realista llevaban consigo un mensaje de crítica social y política, destacando las injusticias y desigualdades de la sociedad contemporánea. Estas obras podían representar la lucha de los trabajadores, la pobreza urbana, la explotación laboral u otros temas relacionados con las condiciones sociales y económicas de la época.

Naturalismo y detalle técnico

Los escultores realistas a menudo adoptaban un enfoque naturalista en su trabajo, buscando capturar la apariencia y la textura de los materiales de manera realista. Esto implicaba un alto grado de habilidad técnica y un cuidadoso modelado de la forma y el volumen para lograr un efecto de realismo convincente.

Escultura pública y monumental

Durante el período del Realismo, la escultura pública y monumental se convirtió en una forma importante de expresión artística. Muchas obras monumentales representaban figuras históricas o líderes políticos, pero también había espacio para la representación de temas sociales y humanitarios, como la lucha por los derechos civiles o la abolición de la esclavitud. (Lee también: Surrealismo)

Los artistas del realismo:

Gustave Courbet (1819-1877): es el pintor realista que mantiene un compromiso político personal más firme. Como Delacroix, cree que la pintura es un instrumento muy eficaz en la lucha para defender sus ideas.

Courbet rechaza la realidad que le rodea, pero, en vez de huir, lo que haces es mostrárnosla en toda su crudeza, para que compartamos con él, los mismos sentimientos de rechazo y en consecuencia, reaccionemos en contra.

Jean-François Mollet (1814-1875): es una de las figuras más discutidas del realismo francés. Su pintura tiene un atractivo indudable que le ha hecho ganar el favor del público.

Honoré Daumier (1808-1879): es otro de los grandes del realismo. Era pintor, escultor y caricaturista; y en todas sus facetas se mostraba como un observador agudo de la realidad, dispuesto a criticarla con dureza, aunque también con un punto de ternura.

Pinturas realistas más relevantes

Identificar una única pintura como la más importante del realismo es un desafío debido a la diversidad y amplitud del movimiento, así como a las diferentes perspectivas sobre qué constituye la “pintura más importante”.

Sin embargo, hay varias obras que son ampliamente reconocidas como ejemplos destacados del realismo y que han tenido un impacto significativo en la historia del arte.

“Las espigadoras” (1857) de Jean-François Millet

Esta obra maestra de Millet es un símbolo icónico del realismo y representa a tres mujeres campesinas que recogen espigas en un campo. La pintura captura la dignidad y la belleza de la vida rural, al tiempo que aborda temas de trabajo duro y pobreza.

“El taller del pintor” (1855) de Gustave Courbet

En esta obra monumental, Courbet representa su estudio de pintura lleno de figuras, incluido él mismo, rodeado de modelos, amigos y críticos. La pintura desafió las convenciones académicas de la época al representar la vida cotidiana y la realidad del proceso creativo del artista.

“La calle del barco de paja” (1877) de Gustave Caillebotte

Esta pintura de Caillebotte es un ejemplo impresionante del realismo urbano, que representa una calle mojada en París después de la lluvia. La obra captura la atmósfera y la vida cotidiana de la ciudad, con figuras borrosas que caminan por la acera y reflejos en los charcos de agua.

“El bebedor de absenta” (1859) de Honoré Daumier

Daumier fue conocido por sus agudas críticas sociales a través de la caricatura y la pintura. “El bebedor de absenta” es un ejemplo destacado de su obra, que muestra a un hombre pobre y miserable bebiendo absenta en un café parisino, lo que refleja la alienación y la desesperación de las clases trabajadoras urbanas.

“El origen del mundo” (1866) de Gustave Courbet

Esta controvertida obra de Courbet es un desnudo realista y explícito que representa el torso y el pubis de una mujer. La pintura desafió las normas sociales y artísticas de la época al representar la anatomía humana de manera cruda y directa.

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VER 8 comentarios

  1. Dylan dice:

    Estilos de arte realista

  2. myrtha norma visconti visconti dice:

    buen dia: muy interrsante los articulos sobre arte, me interesa repasar los movimientos del arte a traves de la historia,he estudado historia del arte asi que es mas facil entender los cambios que se fueron dando en el trascurso de los tiempos

  3. daniela dice:

    excelente sirve mucho gracias

  4. Juan dice:

    Cuáles son sus acontecimientos importantes?

    1. encolombia dice:

      Buenas tardes Juan, gracias por su visita! Nosotros somos un portal web, te recomendamos ver el video de nuestro artículo en donde relata un poco más sobre este movimiento. Saludos!

  5. Emilse mansilla dice:

    Cuál son sus antecedentes

    1. encolombia dice:

      Buenos días Emilse, nosotros somos un portal web, puedes utilizarnos como referencias de esta forma http://normasapa.com/como-citar-referenciar-paginas-web-con-normas-apa/
      Feliz día!

  6. lola dice:

    Es muy buena Gracias!!