Templo de Luxor: La majestuosa morada de los Dioses Egipcios

Templo de Luxor

El Templo de Luxor es una de las antiguas construcciones de la civilización egipcia, se construyó aproximadamente entre los años 1.400 y 1.000 a.C. Está dedicado al dios Amón, considerado el dios de sol y el dios del cielo.

El Templo de Luxor se encuentra en lo que antiguamente fue la ciudad de Tebas, la capital de Egipto durante una época. Tebas se encuentra a lo largo del río Nilo y justamente el templo queda frente al muelle en donde se cruza el Nilo.

Actualmente está abierto al público, y aunque no se conserva tal cual en su creación, sí está bien conservado; de hecho, es uno de los mejores conservados del antiguo Egipto. Este templo es una joya de las civilizaciones que se puede conocer, se recomienda hacerlo de noche, para poder ver las luces del templo encendidas y porque el clima es más suave a esa hora. (Ver También: Grutas de Longmen en China)

Historia del Templo de Luxor

El Templo de Luxor se construyó principalmente durante las dinastías XVIII y XIX de Egipto. La construcción la comenzó Amenofis III de la dinastía XVIII, cuando se lo solicitó a Amenhotep, su arquitecto.

Amenhotep alcanzó a construir gran parte del templo que incluyó la cámara interior, la antecámara, la sala de ofrendas, el santuario de la barca, una sala hipóstila y el patio solar rodeado por las columnas papiriformes.

Antes de llegar a la construcción de Ramsés, en el Templo de Luxor intervino Amenhotep III, Tutankamón y Ay, de la dinastía XVIII. Luego, Ramsés II de la dinastía XIX añadió el pilono que adornó con 6 esculturas suyas, dos sentados y cuatro de pie, además de dos obeliscos y un segundo patio que también adornaría con estatuas suyas entre las columnas.

La Avenida de las Esfinges se construiría más adelante en las próximas dinastías en el periodo tardío de Egipto. Además, faraones de la dinastía XXV agrandaron el templo formando un ante-patio y Nectanebo II de la dinastía XXX lo reacondicionaría. (Ver También: Las Pirámides de Egipto)

Fundación y Construcción

La construcción del Templo de Luxor comenzó bajo el mandato de Amenhotep III, quien ordenó la edificación de un grandioso complejo dedicado al dios Amón, su consorte Mut y su hijo Khonsu, la tríada tebana. El templo fue concebido no solo como un lugar de adoración divina, sino también como una afirmación del poder y la divinidad del faraón. Amenhotep III supervisó la construcción del núcleo principal del templo, que incluía el santuario, la sala hipóstila y el peristilo.

Ampliaciones de Ramsés II

Siglos más tarde, Ramsés II, uno de los faraones más influyentes y prolíficos de Egipto, añadió su sello personal al Templo de Luxor. Ramsés II construyó un nuevo patio (conocido como el patio de Ramsés II) y un monumental pórtico de entrada con enormes estatuas de sí mismo y dos obeliscos, uno de los cuales fue trasladado a la Plaza de la Concordia en París en el siglo XIX. Estas ampliaciones no solo aumentaron la majestuosidad del templo, sino que también reflejaron el deseo de Ramsés II de asociarse con las glorias del pasado y de presentarse como un faraón divino.

¿Cómo es por dentro el Templo?

El templo de Luxor es una increíble construcción de 260 km de largo, actualmente mantiene varias estructuras como el obelisco de 25 metros de alto a la entrada. Éste simboliza un rayo de sol petrificado, en honor a Amón-Ra, el dios del sol, del cielo y del origen de la vida.

Antiguamente ahí se encontraba otro obelisco, pero éste fue regalado a Francia en 1.836 por Mohamed Alí. Se trata del obelisco que se encuentra en la Plaza de la Concordia de París.

Justo en la entrada se encuentran dos estatuas gigantes que representan a Ramsés II, un faraón que gobernó Egipto por casi 60 años.

Luego de pasar el pilono se encuentra hacia la derecha lo que se considera como el patio de Ramsés II, un lugar conformado por 74 columnas papiriformes y entre ellas estatuas que representaban a este faraón, muchas de ellas sin cabeza.

El Templo de Luxor está conformado por el templo de Amón, el patio del sol, el gran patio que es el mismo patio de Ramsés. Además, un quiosco, el santuario de Amón, parada de la barca, santuario de la barca, santuario romano, sala de nacimiento y otros.

El Templo de Luxor se encontraba conectado por la Avenida de las Esfinges con el Templo de Karnak. La avenida era de un poco más de 3 km de largo y cerca de 70 metros de ancho. Se le llamó así porque estuvo delimitada por entre 600 y 1.400 esfinges, mitad león y mitad humano.

En su época este fue un lugar importante porque se consideró como un camino de procesión, en donde se celebraban acontecimientos importantes como festivales, fiestas religiosas, etc, debido a la inundación del río Nilo que permitía una agricultura próspera.

En unas excavaciones se lograron recuperar 650 esfinges. Actualmente de esta avenida solo quedan las entradas de cada templo; pues se ve interrumpida por una vía vehicular.

Función Religiosa y Festividades

El Templo de Luxor no era solo un centro de culto regular, sino que desempeñaba un papel crucial en la festividad anual de Opet, una de las celebraciones religiosas más importantes del Antiguo Egipto. Durante esta festividad, las estatuas de Amón, Mut y Khonsu eran transportadas en barcas sagradas desde el cercano Templo de Karnak hasta el Templo de Luxor, en una procesión que simbolizaba la unión del faraón con los dioses y la renovación de su poder divino.

Declive y Redescubrimiento

Con el paso del tiempo y el declive del poder faraónico, el abandono y la invasión afectaron gravemente al Templo de Luxor. Durante el período grecorromano, los habitantes adaptaron el templo para diversos usos, incluyendo una fortaleza y un lugar de culto cristiano. Sin embargo, la gente nunca olvidó por completo su importancia.

Exploradores y arqueólogos europeos comenzaron a redescubrir el Templo de Luxor en los tiempos modernos en el siglo XIX, desenterrando y estudiando sus ruinas. Gracias a sus esfuerzos, han restaurado y preservado el Templo de Luxor, lo que permite a los visitantes modernos admirar su grandeza y aprender sobre la rica historia del Antiguo Egipto.

Significado y Legado

Hoy en día, numerosos turistas, historiadores y arqueólogos visitan y veneran el Templo de Luxor, uno de los sitios arqueológicos más importantes de Egipto. La impresionante arquitectura, los relieves y estatuas detalladas, y la fascinante historia del templo atraen a visitantes de todo el mundo. El templo representa la grandeza de los faraones y los dioses egipcios, y simboliza de manera perdurable el ingenio y la espiritualidad de una de las civilizaciones más extraordinarias de la historia humana.

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