La innovación empresarial es un enfoque al que le están apuntando más y más empresarios y emprendedores; y es que justo ahí, radica la capacidad de diferenciación entre tanta competencia. Sin embargo, la innovación no se debe quedar solo en palabra o en cambios pequeños; en cambio, debería funcionar toda una estrategia de innovación.
Y es que ten presente que una buena idea no se gestiona por sí sola, debe ir acompañada de un proyecto y diferentes procesos que la conviertan en realidad. La estrategia de innovación se podría definir como todas aquellas directrices, pasos, guías, procesos y proyectos; que se deben implementar para que una idea innovadora se convierta en una realidad en el ámbito empresarial. (Ver También: Tipos de Innovación Empresarial.)
Cómo Crear una Estrategia de Innovación
En términos generales, una estrategia de innovación podría establecerse en 5 pasos: descubre, define, diseña, decide y actúa. Adicional a esto, compartimos otros factores importantes que te ayudarán durante todo el proceso de innovación.
Preguntas
Innovar no se trata de dar ideas a la ligera y ver cómo funciona, o decir algo que se me ocurrió porque sí, la verdadera innovación consiste en dar solución a algo. Por eso, cuando quieras comenzar a formular tu estrategia de innovación, deberás preguntarte primero: ¿por qué quieres innovar?, ¿qué esperas con esa idea innovadora?, ¿cuánto deseas innovar o cuánto riesgo quieres asumir?, ¿en qué áreas de la empresa quieres innovar?
Y otras más operativas como: ¿qué medios son necesarios para cumplir con el objetivo o cuáles se usarán?, ¿cómo lograr ser más competitivos?; ¿en qué áreas estratégicas trabajaremos?, ¿cómo obtener los recursos y cuáles serán los beneficios?, ¿cuál es el plazo para implementar la idea?, entre otras.
Establece Directrices
Una estrategia de innovación debe tener unas directrices claras; por ejemplo, cuáles son los requisitos que debe tener un proyecto de innovación, puede ser costos, viabilidad, tiempo de implementación, etc.
Esto es muy importante, porque si incentivas la innovación en los trabajadores, ellos deben claro qué no se trata solo de dar ideas. Se trata de formular todo un proyecto y una estrategia que debe estar alineada a los objetivos empresariales y cumplir con las directrices que establezcas. (Ver También: Cómo Incentivar la Innovación en los Trabajadores.)
Liderazgo
Es indispensable para que la innovación empresarial llegue a ser una realidad. La persona líder de los proyectos de innovación debe estar en sintonía con la gerencia o la dirección de la empresa, en caso de que los mismos gerentes o directores no puedan asumir ese compromiso.
Es una figura muy importante porque será la encargada de brindar coherencia entre las propuestas y los objetivos empresariales.
Niveles de Riesgo e Innovación
Al momento de establecer la estrategia de innovación, debes definir que el equilibro entre el riesgo ya sea radical, incremental o adyacente y el nivel de innovación. Sin perder de vista los objetivos empresariales a corto, mediano y largo plazo.
Otras Claves que Debes tener en Cuenta
Enfoque hacia la innovación
Busca u organiza un equipo enfocado hacia la innovación, no solo que estén en la capacidad de generar ideas y conceptos innovadores, sino que también logren implementarlos. No se trata de contratar nuevo personal (si no existen los recursos), el equipo innovador se puede conformar con los actuales colaboradores. Ideal que sea un equipo interdisciplinario, de tal manera se evitan los sesgos.
Retos como base de la innovación
Esta es una estrategia válida y muy recurrente que utilizan las empresas para innovar en su propia empresa. Consiste en analizar 4 aspectos: el primero es analizando una amenaza interna, por ejemplo, cuando tenemos bajos niveles de productividad. O, por ejemplo, nuestros tiempos de entrega son mayores que la competencia, ahí tenemos una oportunidad de innovación.
El segundo aspecto es una amenaza externa, es decir, cuando nuestra competencia lanza una nueva tecnología, un nuevo producto o servicio. Tercero, es la oportunidad interna, se refiere a cuando la empresa no utiliza adecuadamente un recurso o podría sacarle aún más provecho. Por ejemplo, reutilizar sobrantes de materia prima de un producto para darle otro uso.
Y el cuarto aspecto es la oportunidad externa, que es cuando la empresa identifica una necesidad en sus clientes que todavía no está siendo satisfecha.
