Pautas y Límites en la Educación del Niño… ¿Por qué son Importantes?

Pautas y Límites en la Educación

Las pautas y límites en la educación del niño son fundamentales para mantener una buena convivencia en casa y para que los niños se adapten mejor a la sociedad.

Todos queremos que nuestros hijos sean los mejores en todo. Que sean “niños buenos”, que se comporten bien cuando están de visita, que sea el No. 1 en el colegio, que tenga alguna habilidad para el deporte o en artes y por supuesto que sea juicioso para comer.

Primero, es importante recordar que son niños. Que están experimentando, que lo que para nosotros es normal para ellos es una novedad y quieren saber qué es, por qué es así, qué pasa si hacen algo o no ¡es normal y es bueno!

Es bueno que tengan curiosidad, que quieran saber las cosas. Que quieran aprender y conocer. Pero ellos no saben que hay peligro en muchas cosas, ahí es donde entra la educación del padre. No solo basta con decir “eso no se hace”, “no hagas cosas malas”, “sé un niño bueno”

Debes ser más específico y explicarle por qué le pides lo que le pides: “cuando crucemos la calle siempre lo haces cogido de mi mano, por nuestra seguridad”, “en la Iglesia no se grita, ni se habla duro porque podemos incomodar a las otras personas”. Esto no solo logrará que tu hijo vaya relacionando comportamientos y lugares, sino que fortalece tu relación con él.

Por otro lado, a nadie le gusta que le impongan cosas, a los niños tampoco. Por eso puedes encontrar situaciones en las que le vayas dando ciertas libertades y opciones a tu hijo.

Como por ejemplo, a la hora de vestirse, preguntarle que si él quiere escoger su ropa o si prefiere que lo hagas tú. De esta manera le vas delegando pequeñas responsabilidades para que sea una persona autónoma, y él sienta que también tiene algo de “poder”.

La firmeza es un rol muy importante cuando de poner límites se trata. Pero es importante, no confundir la firmeza con gritos y mucho menos ofensas. Cuando necesites aplicar un límite en el comportamiento de tu hijo, hazlo con un tono de voz seguro y con un gesto serio: “Vete a tu cuarto ahora” y no “¿Por qué no te vas para tu cuarto ya?

Porque le estás dando opciones de irse o quedarse y en el primer límite no hay negociaciones. Es muy importante que cuando apliques el primer límite no cedas. Está será la primera pauta para los próximos límites que  le vayas a enseñar, si cedes en la primera vez, te harán ceder siempre.

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1. Al momento de incluir una nueva regla en casa, hazlo de manera coherente y con firmeza.

2. Cuando les expliques a tus hijos de forma clara la nueva regla, cuida tu tono, que no demuestre demasiada autoridad y menos con gritos; ellos también merecen respeto.

3. Refuerza lo positivo, no solo debes señalar lo malo, cuando haga algo bueno, también hazlo notar, dile que lo hizo muy bien, que te sientes orgullosa, que espera que se repita.

4. Cuando sea una situación inocente, sugiere una alternativa, por ejemplo si coge el maquillaje de la mamá para dibujar, dile que eso no es para lo que él quiere, que en vez de tu maquillaje, le das una hoja y colores para que siga dibujando.

5. Cuando desapruebes algo debe ser su conducta y no a tu hijo, no está bien decir “eres malo” lo correcto es decir “lo que hiciste está mal”.

¿Y en las Pataletas qué?

Los berrinches o pataletas son algo que nos ha tocado lidiar en algún momento. Si no es con algún hijo, sí con un sobrino, con el hijo de un amigo, en un restaurante y todos sabemos que es algo sumamente estresante.

Con la pataleta, el niño está demostrando su inconformidad con algo. Por eso, como padres deben enseñarle que no es la mejor manera de hacerlo, y menos de lograr su objetivo.

Acá te contamos algunos consejos para lidiar con una pataleta, un paso fundamental dentro de las pautas y límites en la educación.

1. La primera pataleta: no cedas, no lo consientas. Porque de aquí en adelante, será su mejor “arma de manipulación”.

2. En medio de una pataleta: dile a tu hijo: “Si quieres llorar, hazlo en tu cuarto y cuando te sientas más tranquilo vuelve que aquí te voy a esperar”.

3. En un restaurante o en un lugar público: si tu hijo comienza una pataleta en lugares públicos, apártalo de todos. Si es necesario sácalo del restaurante hasta que se calme, y así le podrás explicar que no es un comportamiento aceptable.

4. Desorganizó su cuarto: Si durante la pataleta tu hijo desorganizó su cuarto, tiró los juguetes por todo lado, lo mejor que puedes hacer es calmarte.

Cuando él se haya calmado, señalarle que eso no está bien e invitarlo a que arreglé todo el desorden causado: “Como ya te calmaste, ven y arreglamos el cuarto para que quede bonito”.

5. El lenguaje que utilizas es muy importante: no sólo las palabras y el tono, sino la postura de cuerpo y la distancia que apliques entre los dos. Si estás dando un límite no puedes abrazarlo, tienes que poner algo de distancia entre los dos, ponte a su misma altura, agáchate para que él no te sienta como una amenaza.

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