Displasia de Cadera en Bebés

Displasia de Cadera en Bebés

La displasia de cadera en bebés es una situación en la que se dificulta la unión entre el torso y las piernas, pero que se puede corregir a tiempo para prevenir futuros problemas de cadera en el bebé.

Esta situación afecta a cada 3 de 1.000 niños, frecuentemente afecta más a la cadera izquierda, es más común en niñas y existe una predisposición genética.

La displasia de cadera o luxación congénita de cadera como también se le conocía, es una malformación que presentan los bebés. Esto se debe al desarrollo anormal de la articulación que une el fémur con la pelvis y no logra hacerlos encajar bien.

El diagnóstico temprano de esta malformación, es vital para comenzar el tratamiento a tiempo y evitar futuros problemas a largo plazo como cojera o escoliosis, que es una curvatura anormal de la columna vertebral. La escoliosis se da porque el cuerpo intenta compensar el peso entre ambas piernas.

Detectar la displasia de cadera antes de los 3 meses, eleva el éxito del tratamiento y su evolución, solucionando el problema sin mayor dificultad.

Actualmente los dos términos se emplean, pero tienen significados diferentes, la displasia se refiere a, cuando la cabeza del fémur queda parcialmente fuera del acetábulo de la pelvis, mientras que la luxación congénita se refiere a, cuando toda la cabeza del fémur está por fuera de la cadera.

¿Cómo Saber si tu Bebé tiene Displasia de Cadera?

En los recién nacidos es muy difícil saber, pues los síntomas son muy leves y es en realidad el pediatra, mediante unos chequeos específicos, quien podrá determinar si hay o no displasia de cadera.

Generalmente estos exámenes físicos son de rutina en las consultas médicas, en la exploración médica de la cadera el doctor revisará si:

1. El bebé tiene dificultad para mover una pierna en comparación con la otra.
2. Detecta algún sonido hueco como un “clic” durante la revisión de la cadera. Este movimiento solo deben hacerlo los médicos.
3. Una pierna está más larga que la otra.
4. Los pliegues normales en la ingle de una pierna son muy asimétricos versus la otra pierna.

Factores de Riesgo para la Displasia de Cadera en Bebés

1. Bebés grandes, por encima de los 4mil gramos al nacer.
2. Hipertensión arterial de la mamá.
3. Embarazos múltiples.
4. Niveles bajos de líquido amniótico.
5. La postura del bebé de nalgas durante el embarazo, pues favorece que la cabeza del fémur se mantenga por fuera de la pelvis.

Diagnóstico de la Displasia

El pediatra, quien es el médico especializado en niños, realizará las maniobras de Ortolani y de Barlow para detectar la displasia.

Se trata de una serie de movimientos, flexionando y abriendo las piernas del bebé con mucha delicadeza, si se tiene la sospecha de una luxación, se deberá ordenar una ecografía para confirmar el diagnóstico.

La maniobra de Ortolani, por medio de las rotaciones de la articulación, ayuda a comprobar si hay luxación. Por otra parte, la maniobra de Barlow ayuda a determinar la posibilidad de que se pueda presentar una luxación.

Tratamiento para la Displasia de Cadera en Bebés

Aunque depende de la edad del bebé y el estado de la cadera, normalmente la displasia en los bebés se trata con un dispositivo llamado arnés de Pavlik, que es un dispositivo de inmovilización blando. Este aparato ayuda a que la cabeza de la articulación se mantenga firme en su cavidad por varios meses, de manera que la cavidad se logre amoldar a la forma de la cabeza.

Para bebés mayores de 6 meses de edad, lo que se debe hacer es buscar acomodar en la posición correcta los huesos de la articulación en la cadera, por varios meses se debe sujetar así con ayuda de un yeso. En algunos casos para que la articulación encaje correctamente se requiere cirugía.

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